Don Marcos: la marca familiar que lleva el arroz argentino a nuevas fronteras

En San Salvador, Entre Ríos, una empresa familiar lleva seis décadas construyendo una historia de trabajo, innovación y arraigo. Se trata de Molinos Marcos Schmukler, una firma que nació de la visión de un fletero y hoy exporta sus productos a países como Chile, Uruguay, Bolivia, Costa Rica, Turquía y Estados Unidos. Conversamos con Adri Hoffman, tercera generación de la familia y actual integrante de la compañía, que continúa el legado iniciado por su abuelo y hoy celebra 60 años de trayectoria.

“Este año cumplimos 60 años, 60 años de aciertos y errores, pero acá estamos”, cuenta Adri con orgullo a Cadena 3. La empresa mantiene sus raíces en San Salvador, donde empezó con apenas 25 hectáreas y el primer molino privado de la región. Hoy, junto a su hermana y su madre, Hoffman lidera una organización que da empleo a 200 familias y que ha sabido reinventarse en cada etapa.

Del arroz tradicional a los snacks saludables

Aunque su base sigue siendo la producción arrocera, Molinos Marcos Schmukler decidió hace una década diversificar su negocio. En 2015 lanzaron Don Marcos, una línea de productos con valor agregado que incluye harinas, tostadas y snacks saludables a base de arroz, además de una línea premium que rinde homenaje al fundador de la empresa.

“La idea nació al pensar qué hacer con el medio grano, el arroz partido, que tiene menos valor comercial. En 2014 decidimos transformarlo en harina y, a partir de ahí, en snacks”, explica Adri. Así, con una visión innovadora y un enfoque en el consumo saludable, la familia apostó por un mercado emergente que hoy se consolida entre quienes buscan productos sin gluten y de elaboración natural.

La marca también debutó recientemente en cadenas de supermercados nacionales, tras años de trabajar con distribuidores y mayoristas. “Hoy la gente se cuida más, sabe lo que consume. Y eso nos ayudó a crecer con productos horneados, no fritos, que se adaptan a esa tendencia”, destaca Hoffman.

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Innovación, exportación y valor agregado

Integrada verticalmente —desde la siembra hasta el consumidor final—, la compañía opera plantas en Entre Ríos y Corrientes y continúa expandiendo sus mercados. En 2016 inauguraron una planta de parboil, una tecnología que permite producir el arroz que “no se pasa” ni se pega, de alta calidad y con valor nutricional reforzado.

En el marco de su 60º aniversario, lanzaron además una línea de risottos instantáneos con ingredientes naturales, sin conservantes, pensada para las familias argentinas. “Queremos seguir apostando al agregado de valor. Sabemos que el arroz se va a seguir consumiendo, pero queremos ofrecer nuevas formas de disfrutarlo”, resume Adri.

Con una mirada hacia el futuro, Molinos Marcos Schmuckler busca asociarse con socios internacionales para expandir la marca y seguir posicionando el arroz argentino en el mundo. Pero detrás del crecimiento y la innovación, se mantiene el espíritu que dio origen a la empresa: una historia de esfuerzo, familia y trabajo en equipo que encarna, como pocas, el espíritu de La Argentina Posible.

Entrevista de Facundo Sonatti