Soñar con el futuro
17/11/2025 | 14:41
Redacción Cadena 3
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Desde Bell Ville creó una marca de muebles infantiles de alcance nacional
En cada rincón del país aparece una Argentina posible, hecha de esfuerzo, creatividad y sueños que se animan a despegar. Desde Bell Ville llega una de esas historias: la de Andrea Privitera, fundadora de Faustina Muebles, un emprendimiento que nació casi al mismo tiempo que su hijo Pedro y que hoy se consolida como una marca nacional de mobiliario infantil con sello propio.
La chispa apareció en un momento clave. “La noche anterior al nacimiento de mi hijo me encontré reclutando para cubrir un puesto y pensé: no quiero más esto”, recordó Andrea en diálogo con Cadena 3. Con una carrera en Recursos Humanos, un puesto tentador sobre la mesa y la presión de la economía argentina, sorprendió incluso a su marido cuando, horas antes de parir, decidió dar un giro total a su vida. “Sabía lo que no quería. Tenía claro que necesitaba algo que me apasionara y me permitiera criar a mi hijo”, contó.
Sin experiencia en carpintería ni antecedentes en muebles, pero con gusto por el diseño y el universo infantil, empezó desde cero. “No sabía si iba a hacer muebles, empanadas árabes o cortinas”, dijo entre risas. A los tres meses de maternidad, con un diseño dibujado a mano en la mesa del comedor, llamó a un carpintero y encargó las primeras cinco mesas y sillas con orejas de conejito. “Cuando las vi en el garaje pensé: cómo vendo esto… no tenía ni Facebook”, recordó.
El inicio fue artesanal y familiar: fotos caseras, embalaje a pulmón y viajes en auto para llevar los pedidos al transporte. “Íbamos los tres: mi marido, mi hijito y yo, embalando los fines de semana”, contó.
Hoy, once años después, Faustina Muebles vende en todo el país y evalúa dar el salto al exterior. “Estamos analizando exportar a países vecinos. Nos falta ajustar un poco la logística, pero es un sueño cercano”, explicó. La marca se especializa en mobiliario Montessori, con piezas encastrables y diseños cuidados: “Nos enfocamos muchísimo en hacer bien las cosas, con mucho amor. Lo demás va llegando solo”.
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/Fin Código Embebido/Con un equipo consolidado, Andrea proyecta seguir creciendo de manera sostenible. “Somos muy soñadores en el taller, queremos ampliar líneas, generar más trabajo y llegar a más hogares sin perder nuestra esencia: simple, cercana y pensada para los niños”.
Antes de despedirse, dejó un mensaje para quienes dudan en emprender: “Nunca sabés si hay agua en la pileta. Hay que animarse. Argentina es creativa, tiene talento y energía única. No es fácil, pero se puede”.
Entrevista de Fernando Genesir
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