Champabike: el invento cordobés que impulsa el turismo accesible en Argentina

En Argentina, la inclusión también se vive en la montaña. La Champabike, es un invento cordobés que está transformando los sueños de muchas personas con movilidad reducida: recorrer senderos, cruzar ríos y disfrutar de paisajes antes imposibles. Más que una silla adaptada, es un puente hacia la integración y la posibilidad de compartir experiencias sin barreras.

El proyecto, liderado por Alejandro Piccione, combina innovación, inclusión y una visión transformadora: abrir caminos de accesibilidad donde antes había barreras. “Siempre digo que yo no inventé nada. Lo que hacemos es adaptar lo que existe y darle una solución a nuestra comunidad”, explicó Piccione en diálogo con La Argentina Posible para Cadena 3. La idea surgió en 2009, cuando él y un socio inauguraron un complejo de cabañas en Santa Rosa de Calamuchita. Allí conoció a Alejandro López, compañero de la carrera de Turismo, cuyo hermano Pablo tenía parálisis cerebral.

“Me conmovía escuchar cómo viajaban con su mamá y lo difícil que era. Entonces decidí adaptar mis cabañas para que pudieran disfrutarlas. Ahí empezó todo”, recordó Piccione.

El siguiente paso fue crear una silla anfibia para ríos de montaña y más tarde, la Champabike, inspirada en un monociclo europeo pero rediseñada para los terrenos cordobeses.

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Innovación con impacto real

El modelo cordobés ya se exporta a países como España, Perú y Uruguay, y en Argentina se utiliza en 24 áreas protegidas, parques nacionales y municipios. La Champabike se convirtió en una herramienta clave para que personas con discapacidad puedan recorrer senderos, ríos o participar de excursiones familiares.

“El diseño es sencillo: una rueda central, manijas adelante y atrás, y la participación de dos personas que ayudan a moverla. Lo importante es que la persona con discapacidad pueda ser parte de la experiencia”, detalló Piccione.

Además de la Champabike, el equipo ha desarrollado sillas todoterreno, de parapente adaptado y ayudas técnicas como barandas hoteleras, muchas de ellas inspiradas en la experiencia personal de Piccione con sus propios padres: “Mi papá y mi mamá sufrían de artritis y artrosis. Pensé en ellos y en cómo mejorar su vida cotidiana. La accesibilidad no es sólo turismo, es la vida diaria”.

Historias que emocionan

Uno de los hitos recientes fue la peregrinación al santuario del Cura Brochero. “Bajamos desde Julio César hasta Cura Brochero, los 28 kilómetros, con dos Champabike. Dos chicas de la localidad que tienen parálisis pudieron cumplir el sueño de hacer la peregrinación junto a su familia. Fue maravilloso”, contó con emoción.

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Más allá de la técnica, Piccione insiste en que el verdadero cambio es cultural: “La accesibilidad nos atraviesa a todos. La mayoría queremos llegar a adultos mayores y ahí también necesitaremos estas ayudas. No es un tema de unos pocos, es un derecho de todos”.

El impacto de la Champabike trasciende la innovación tecnológica y demuestra que la inclusión también puede abrir caminos en las sierras, los ríos y los paisajes del país.

Para conocer más sobre este proyecto: www.champabike.com.

Entrevista de Claudio Giglioni y Fernando Genesir