Energía sustentable
29/10/2025 | 15:05
Redacción Cadena 3
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Carinata, el cultivo que gana terreno en Argentina y mueve aviones en Europa
En el norte de Córdoba está ocurriendo algo silencioso, pero potente: una nueva semilla empieza a abrirse paso en los campos argentinos y promete transformar no solo la producción agrícola, sino también el futuro energético. Se llama carinata, y aunque su nombre suena extraño y desconocido, ya está siendo cosechada en la provincia y utilizada para producir biocombustible para aviones.
En diálogo con La Argentina Posible por Cadena 3, el ingeniero agrónomo Daniel Chincuini explicó de qué se trata esta novedad agrícola que empieza a ganar terreno en el país: “Es una semilla nueva, un cultivo de invierno que estamos desarrollando hace muy poco. Produce aceite que se utiliza para generar combustibles sustentables para aviación y, además, deja una harina de altísima calidad para alimentación animal”.
La experiencia comenzó en La Posta, en el departamento Río Primero, al norte cordobés, donde la familia productora Montoro decidió apostar fuerte al cultivo con un primer lote de 200 hectáreas.
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/Fin Código Embebido/Según Chincuini, la carinata pertenece a la familia de las brasicáceas, igual que la camelina, el repollo o los nabos. Pero su principal ventaja está en su alto rendimiento energético.
“Las moléculas del aceite de carinata tienen una intensidad que la hace ideal para combustibles exigentes como el de aviación. No es lo mismo que hacer biodiésel de soja para camionetas. Esto está pensado para aviones de última generación”, explicó.
Además de su rendimiento económico –con precios que hoy rondan los 500 dólares por tonelada, muy por encima del trigo–, la carinata tiene grandes beneficios agronómicos. Funciona como cultivo de invierno y también como cobertura, mejorando la estructura del suelo.
“Tiene raíz pivotante, rompe la compactación y deja el suelo más sano y con mayor disponibilidad de agua para el cultivo siguiente. Consume menos agua que el trigo: entre 280 y 290 mm, cuando el trigo se lleva 400”, detalló.
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/Fin Código Embebido/Y agregó: “Es una tecnología ganar-ganar: aporta al suelo, genera empleo local, permite rotar cultivos y asegura un precio estable durante todo el año”.
Todo el proceso se realiza bajo normas estrictas de trazabilidad exigidas por la Unión Europea, que es hoy uno de los principales destinos del grano.
“Cargamos cada paso del cultivo en una plataforma auditada: desde que recibimos la semilla hasta la entrega final. Es producción con estándares internacionales”, contó Chincuini.
Pero más allá de la innovación tecnológica, lo que más entusiasma al ingeniero es el impacto social. La carinata ya está en Córdoba. Tal vez dentro de poco empiece a sonar tanto como la soja o el maíz.
Hoy parece apenas una curiosidad agrícola; mañana podría convertirse en uno de los motores argentinos de la energía verde.
Entrevista de Adrián Simioni y Fernando Genesir
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