El corazón de Vaca Muerta
23/10/2025 | 11:14
Redacción Cadena 3
A simple vista es un pueblo patagónico más, rodeado de meseta y viento. Pero Añelo, en plena cuenca neuquina, es hoy el epicentro del desarrollo energético más importante de Sudamérica. El crecimiento provocado por Vaca Muerta lo transformó en una potencia económica inesperada: pasó de 100 habitantes en 1994 a más de 40.000 si se suma la población flotante vinculada a la actividad petrolera y gasífera.
Pero detrás de los números hay historias. Historias de esfuerzo, de inmigración interna, de personas que vinieron a “probar suerte” y encontraron futuro.
/Inicio Código Embebido/
Fabio Gimenez llegó a Añelo en 1995 cuando nadie hablaba de Vaca Muerta. "Vinimos desde Cinco Saltos con mi viejo. Teníamos una carnicería que se vino abajo y decidimos venir a buscar futuro", cuenta. Eran 100 habitantes, no había rutas, infraestructura ni luz en algunos sectores. Hoy, en el mismo terreno que les cedió el municipio, levantaron un comercio familiar, una gomería que resiste desde hace casi 30 años.
“Añelo es tierra de oportunidades. Hay que venir con ganas de trabajar, acá no se para nunca”, dice Fabio a Cadena 3.
La explosión poblacional trajo consigo otro fenómeno: el boom inmobiliario. Desarrollos privados, barrios cerrados y edificios para personal de empresas petroleras cambiaron la fisonomía de la ciudad.
Carina Lombar de Fincas de Añelo, explica: “Antes se construía rápido para alquilar. Ahora ya se piensa a largo plazo. Vaca Muerta tiene potencial para 100 o 150 años”.
Los números del mercado son contundentes e indican que Añelo reúne la renta inmobiliaria más alta del país.
En 2014 nació el Club Atlético Añelo. No existía un espacio para que los chicos hicieran deporte y un grupo de vecinos lo hizo posible.
“Hoy tenemos entre 300 y 400 chicos entrenando todas las semanas”, cuenta Julio Luna, presidente del club. “Fundar un club en medio de semejante crecimiento es creer en una Argentina posible”, afirma.
El club ya desarrolló 11 categorías de fútbol masculino y femenino y está a punto de sumar divisiones juveniles femeninas. Todo se sostiene con recursos propios: cuotas sociales y esfuerzo.
Facundo Namor llegó hace ocho años desde General Roca. Vendía ropa “puerta a puerta”. Con su esposa armaron paso a paso un proyecto familiar que fue mutando hasta volverse un caso de crecimiento inspirador.
“Primero abrimos un mercado, después un minimarket, después una panadería y ahora una distribuidora y un restaurante”, cuenta.
“Añelo es tierra de oportunidades. No vendés lo mismo en Neuquén que acá. Acá hay movimiento, pero tenés que trabajar”, afirma.
No todo es bonanza. El crecimiento superó a la planificación. Falta infraestructura básica. Sus pobladores aseguran que no hay pediatra estable, ni escribano ni contador radicado. Faltan viviendas y hospitales.
“Desde hace 30 años que estamos y no hemos visto un gran plan de vivienda para profesionales”, reclama Fabio. “Todo está por hacerse todavía en Añelo”, afirman.
La respuesta parece estar en este pueblo de la Patagonia. Hay desafíos, sí. Falta infraestructura, sí. Pero hay trabajo. Mucho trabajo. Hay inversión. Hay movimiento. Hay gente que llega para quedarse.
Vaca Muerta es energía, pero Añelo es futuro. Es el lugar donde cientos de familias reconstruyen su vida desde cero. Donde un club crece para que los chicos tengan un lugar. Donde emprendedores inventan su destino. Donde la cultura del trabajo volvió a ser motor de desarrollo.
“Hay que venir con ganas. Acá nadie te regala nada, pero se puede”, dicen todos.
Te puede Interesar
Otro especial de Cadena 3
De un puerto de paso a un crisol de ideas y culturas. El nuevo capítulo de "Rosario, orgullo argentino" explora cómo la inmigración moldeó su espíritu, desde la economía hasta su ADN social.