Sacheri sobre su novela: "Refleja cómo la guerra impactó en la vida cotidiana"

En diálogo con Sergio Suppo en Cadena 3, Eduardo Sacheri explicó que, más que centrarse en el conflicto como un hecho geopolítico o reivindicativo, su novela se adentra en cómo aquel acontecimiento histórico impactó en la vida cotidiana de los argentinos y en la percepción de la sociedad sobre la guerra.

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Eduardo, bienvenido a Cadena 3, un gusto tenerte acá. ¿Es sobre Malvinas tu nueva novela?

Yo creo que sí es sobre la guerra de Malvinas. Más que sobre Malvinas como tema de reivindicación o reclamo, es algo que cruza las épocas y los tiempos.

¿Cómo aborda la novela ese conflicto histórico?

La guerra de Malvinas es un hito fuerte en nuestra historia. La novela transcurre lejos de las islas, pero es sobre la guerra y cómo fuimos durante ese conflicto. Es medio una novela coral, con varios personajes cuyas historias se entrelazan, viviendo ese padecimiento que terminó siendo trágico, aunque no empezó así.

¿Qué sensación predominaba en los primeros días del conflicto?

Si uno lee los diarios del 3, 5 u 8 de abril del 82, la sensación dominante era que esto había terminado: “Recuperamos las Malvinas”. No había conciencia de que desembocaría en una guerra. La percepción cambió con las derrotas diplomáticas y la inminente llegada de la flota británica. La novela arranca con la manifestación del CGT, apenas dos días antes de la guerra, donde hubo represión militar, y muestra cómo esa misma plaza luego se llenó de gente festejando, como si celebráramos un mundial. Malvinas logró poner en pausa conflictos internos y protestas, y eso fue muy marcado en diversos sectores.

¿Por qué crees que esa sensación de objetivo deseado y cumplido se expresó así?

Desde la década del 30, los reclamos diplomáticos fueron constantes, pero con poca repercusión social. Con los años, y especialmente desde los 40, la educación incorporó la idea de que las Malvinas son argentinas. Así, para 1982, varias generaciones ya tenían internalizada esa convicción. Malvinas se vinculó con la integridad territorial, emocional y con un futuro de grandeza, y ese sentimiento se reforzó tras la guerra.

¿Cómo ha influido la guerra y la derrota en el recuerdo colectivo y en las generaciones más jóvenes?

Entrevistado: Aunque muchos argentinos nacieron después de la guerra, el reclamo se mantuvo fuerte. La derrota no disminuyó la convicción sobre Malvinas; al contrario, se afianzó. Los veteranos fueron protagonistas silenciosos al principio, y recién con los años pudieron contar sus experiencias. El libro no trata de la guerra en sí, pero tiene ese contexto como trasfondo.

¿Cuál fue tu enfoque al escribir “Demasiado Lejos”?

Mi idea original era seguir los meses frenéticos de abril a junio de 1982, tanto en Buenos Aires como en los soldados en las islas. Pero me di cuenta de que era inabarcable en un solo libro debido a la disparidad de experiencias. Por eso, esta novela es la guerra desde la distancia; la otra, que sale en noviembre, se llama “Qué quedará de nosotros” y aborda a los soldados directamente.

¿Cómo conviven tu rol de escritor y de profesor de historia?

Hoy dedico más tiempo a la escritura que a la docencia, porque los libros me permiten ser prolífico. Mis textos históricos buscan llevar investigaciones académicas complejas a un público más amplio, haciendo comprensible lo difícil sin perder la esencia de los hechos.

¿Alguna vez escribirías sobre Ricardo Bochini?

No, la literatura fantástica no es lo mío, y Bochini habita ese mundo. Es irrepetible: 20 años en primera, títulos ganados, y no puede existir un nuevo Bochini.

¿Cómo ves la evolución del fútbol comparado con tu infancia?

Veo un fútbol más veloz y menos variado. En Europa, el estilo actual con posesión y pendulación constante me aburre un poco. Antes, había más diversidad de juego y valores como esfuerzo y elegancia convivían. La nostalgia influye, pero la experiencia era distinta.

Para cerrar, ¿podrías recomendarnos algún libro reciente que te haya gustado?

Sí, un estadounidense llamado Amor Towles, publicado por Salamandra. Su libro “Mesa para dos” combina seis cuentos y una novela corta; es una preciosura.

Entrevista de Sergio Suppo.