José María López: el rescate de Pauny, la pasión por el campo y las carreras

En el corazón de Agroactiva, desde el estudio federal de Cadena 3, Sergio Suppo dialogó con José María “Pecho” López, empresario y directivo de Pauny, una de las marcas más emblemáticas de la agroindustria argentina. 

En una charla cargada de historia, pasión y visión de futuro, López compartió cómo una empresa al borde de la quiebra se convirtió en líder nacional y cómo su vida personal se entrelaza con el campo y el automovilismo, marcado por la trayectoria de su hijo, el piloto José María “Pechito” López.

De la quiebra a la cima: la resurrección de Pauny

Corría el año 2001 cuando Zanello, la antecesora de Pauny, estaba al borde del abismo. “La fábrica estaba cerrada, prácticamente desaparecida, y miles de empleados quedamos sin trabajo de un día para otro”, recordó López. En medio de la crisis económica que sacudió a Argentina, con una devaluación brutal de 4 a 1, él, junto a Raúl Giai Levra y un grupo de concesionarios, tomaron la decisión de rescatar la empresa. Con el apoyo del entonces gobernador José Manuel de la Sota y el ministro Juan Schiaretti, formaron una cooperativa y se propusieron un objetivo modesto: vender 10 tractores por mes. Tres meses después, ya comercializaban 100.

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La explosión del precio de la soja y la competitividad del dólar tras la devaluación fueron aliados clave. “El campo pagó deudas con una sola cosecha”, explicó López, destacando cómo Pauny aprovechó ese contexto para crecer. Hoy, 24 años después, la empresa de Las Varillas es la mayor agroindustrial del país, con 70 concesionarios en Argentina, exportaciones a varios mercados y una producción de 2.000 tractores anuales. “Estamos en un lugar de privilegio como marca nacional, dentro y fuera del país”, afirmó con orgullo.

Competitividad en un mercado feroz

Mantenerse en la cima no ha sido fácil. Pauny enfrenta la competencia de marcas multinacionales y la irrupción de tractores chinos, especialmente en el segmento de baja potencia. “Antes competíamos con cuatro o cinco marcas; ahora son 20”, señaló López. La clave para sobrevivir ha sido la innovación tecnológica y la adaptación a un mercado cambiante. Los tractores modernos, más livianos y eficientes, consumen menos combustible y entregan mayor potencia, con modelos que alcanzan los 400 HP. “La inteligencia artificial y los sistemas hidráulicos han transformado todo. Hoy se siembran 200 hectáreas en un día, cuando antes eran 50”, explicó.

Sin embargo, los desafíos persisten. Con un 70% de componentes nacionales, Pauny evalúa importar más piezas para mantenerse competitiva, aunque López advierte sobre un obstáculo estructural: “Un tractor lleva un 50% de impuestos. Hay que revisar eso para ser más competitivos”. Además, la forma de vender cambió drásticamente. Hace dos años, los precios se ajustaban mensualmente por la inflación; hoy, con una inflación del 2,5% mensual, el 70% de las ventas se financia a través de bancos, con créditos al 24% que siguen siendo atractivos.

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El legado de los “gringos fierreros”

López rinde homenaje a los pioneros de la maquinaria agrícola argentina, como Don Roque Vassalli, Luis Anello y el padre de Rosana Negrini, quienes transformaron la industria con innovaciones como la siembra directa y el tractor articulado. “Eran genios prácticos, arreglaban con un alambre lo que otros hacían con equipos de ingenieros”, afirmó, destacando la cultura de trabajo de los pueblos del interior, como Las Varillas, Bell Ville o Marcos Juárez.

Con 700 empleados, Pauny no solo recuperó los puestos de trabajo perdidos en 2001, sino que se consolidó como un motor económico para la región. La empresa combina la experiencia de los mayores con la visión innovadora de las nuevas generaciones, incluyendo a los hijos de López, Juan Manuel y Gaspar, quienes aportan frescura a la gestión.

De la fábrica a las pistas: la pasión por el automovilismo

La charla también giró en torno a la otra gran pasión de López: el automovilismo, heredada por su hijo “Pechito”, un piloto de élite que estuvo a un paso de la Fórmula 1. 

Recordando los intentos frustrados en 2006 y 2009, cuando sponsors millonarios y quiebras de equipos cerraron la puerta, López reflexionó: “Pechito estaba preparado, pero en la Fórmula 1 hay que estar en el momento exacto”. Su hijo, triple campeón mundial y ganador de Le Mans, es hoy un referente para jóvenes como Franco Colapinto, a quien aconseja paciencia: “Es un gran talento, pero hay que dejarlo madurar”.

López cerró la entrevista con una recomendación literaria: La vida de Senna, para entender la exigencia del automovilismo, y la biografía de Oreste Berta, el genio cordobés que marcó la historia de las carreras argentinas. 

Como Pauny, que resurgió de las cenizas para liderar la agroindustria, la historia de López refleja el espíritu de lucha del interior profundo. “Hemos pasado corralitos, hiperinflaciones y crisis, pero seguimos. La clave es adaptarse, innovar y trabajar juntos”, concluyó.

Entrevista de Sergio Suppo.