El joven fue asesinado por un hombre en la puerta de su casa

Violencia sin límites en Rosario

Lo mataron para robarle una gorra a la salida de un baile

27/02/2019 | 10:15 |

Luciano Salcedo, de 18 años, fue ejecutado por al menos un atacante que efectuó 14 disparos mientras conversaba con un amigo en la vereda de su casa.

Luciano Salcedo, de 18 años, fue asesinado de un tiro cuando se encontraba con un amigo menor de edad, en una esquina del barrio Santa Lucía Viejo, de la ciudad de Rosario. 

Las sospechas apuntan a que el crimen se había originado por el robo de una gorra durante un baile. El objeto pertenecería a la víctima quien murió al ser atacado, mientras que su amigo de 14 años logró escapar y refugiarse en una casa.

El ataque criminal se produjo cerca de la medianoche del lunes en Chaparro al 1500. Ambos jóvenes se encontraban conversando cuando un auto pasó frente a ellos y estacionó a unos 50 metros.

Un hombre con campera naranja descendió del auto, se acercó a los jóvenes y realizó al menos 14 disparos con una pistola de calibre nueve milímetros.

Uno de los proyectiles dio en el cuello del joven Saucedo, que cayó gravemente herido, mientras que su amigo logró escabullirse al arrojarse en el patio de una casa cercana.

Saucedo fue llevado al Policlínico San Martín, donde los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.

Según uno de los vecinos de la zona que fue testigo del hecho, Saucedo y su amigo estaban sacándose fotos con el celular cuando un auto pasó, dio la vuelta manzana y se estacionó en la esquina.

"De ahí bajaron dos que llegaron caminando por Chubut y desde la esquina de Chaparro comenzaron a disparar. Una vecina que vio todo dice que eran dos que estaban armados. Pero se escucharon detonaciones de una sola arma. No hubo ráfaga, fue tiro a tiro, como de una pistola. Dicen que a «Lucho» (como conocían a Saucedo), un balazo le pego en el cuello, que su cuerpo rebotó contra la pared y cayó en la vereda", dijo el vecino al diario La Capital.

Según otros testigos, el hecho podría haberse originado en un incidente que la víctima y el amigo mantuvieron con "transas", en referencia a los vendedores minoristas de droga.

"Cuando le preguntamos al cana que estaba en el auto cuidando las casas dijo que estaba dormido y que no vio ni escuchó nada", dijo uno de los residentes de la zona.