Plantas para la pileta: cómo elegir bien y evitar dolores de cabeza

Por Guillermo Grimoldi

Cuando empieza la temporada de pileta, siempre aparece la misma duda: qué plantas poner alrededor para que se vean lindas, pero que no se conviertan en un problema. Y la verdad es que no todas las plantas sirven para este espacio tan particular.

Lo primero que tenés que tener en cuenta es que las plantas de pileta reciben condiciones extremas. No solo sol pleno desde arriba, sino también el sol que rebota en el agua, lo que genera prácticamente el doble de exposición. A eso se suma el cloro, los volcamientos de agua y el uso constante del espacio. Por eso, elegir bien no es un detalle: es la diferencia entre disfrutar o renegar todo el verano.

Para mí, una planta ideal para bordes de pileta tiene que cumplir varias condiciones. No debe ser invasiva ni tener raíces que puedan dañar la estructura. No tiene que tirar hojas ni flores que ensucien el agua o tapen los filtros. Tiene que soportar suelos húmedos, cloro y sol pleno. Y, fundamental, no tiene que pinchar ni raspar, sobre todo si hay chicos.

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Entre las plantas que mejor funcionan está la strelitzia, también conocida como flor del pájaro. Es una especie muy resistente al sol y al cloro, con una presencia fuerte y decorativa. Otra gran opción son los agapantos, que forman hileras prolijas y florecen en pleno verano. Sus flores azules combinan perfecto con el color del agua y generan una continuidad visual muy linda.

También recomiendo mucho los dietes, tanto grandiflora como bicolor. Son plantas rústicas, muy tolerantes al cloro, con hojas verdes todo el año y flores amarillas llamativas en esta época. Para sumar altura y estructura, la cordyline o drácena es ideal: puede ser verde o rojiza y aporta ese efecto de “palmerita” que queda muy bien cerca de la pileta.

Si te gustan los pastos ornamentales, el pennisetum es una excelente elección. Tiene un penacho decorativo que no se desprende en verano, por lo que no ensucia el agua. Recién en invierno pierde la pluma, momento en el que se poda sin problemas. Y si tenés algún sector con sombra, el filodendro puede adaptarse muy bien y completar la composición.

A la hora de combinar, me gusta pensar el jardín como capas. Por ejemplo, una strelitzia con un filodendro debajo en un lugar con algo de sombra genera una escena muy equilibrada. Otra opción es combinar agapantos adelante con pennisetum atrás y sumar cordyline para darle volumen y color. Si el cloro es intenso, una buena fórmula es agapantos en primer plano y dietes más altos detrás.

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Ahora bien, tan importante como saber qué poner es saber qué evitar. No recomiendo plantas con espinas, ni cortaderas, porque pueden lastimar. Tampoco árboles con raíces agresivas que, con el tiempo, pueden quebrar la pileta. Las enredaderas o especies que tiran muchas flores también son un problema, porque terminan ensuciando el agua y tapando los filtros. Y cuidado con las plantas que no toleran suelos húmedos: con los volcamientos de agua, sus raíces se pudren y la planta se pierde rápido.

Si tenés en cuenta estas pautas, vas a lograr un borde de pileta seguro, funcional y estéticamente atractivo. Un espacio para disfrutar sin preocupaciones, correr, jugar y relajarte durante todo el verano.

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