Masacre
18/04/2025 | 21:55
Redacción Cadena 3
La tranquila comunidad de La Valencia, en la zona rural del municipio de El Carmen, provincia de Manabí, se convirtió en la medianoche del jueves en el escenario de una de las peores tragedias de este año en Ecuador.
Un grupo de hombres armados, disfrazados con uniformes militares, irrumpió en una gallera donde se celebraba un torneo de peleas de gallos y desató una masacre que dejó al menos 12 muertos y nueve heridos, según reportes preliminares de la Policía Nacional.
El horror comenzó a las 23:14, cuando los atacantes, armados con fusiles de largo alcance, ingresaron al local sin levantar sospechas iniciales debido a su vestimenta.
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En cuestión de segundos, el ambiente festivo de la gallera, abarrotada por decenas de asistentes, se transformó en un caos de disparos y gritos. Imágenes captadas por una cámara de seguridad, que circularon ampliamente en redes sociales, muestran la brutalidad del asalto: los agresores dispararon indiscriminadamente contra los presentes, algunos de los cuales se arrojaron al suelo en un intento desesperado por salvar sus vidas. Otros, en una oficina contigua, fueron acribillados sin piedad. Incluso tras abandonar el lugar, los atacantes continuaron disparando desde el exterior, dejando un reguero de sangre y terror.
La masacre de La Valencia no es un hecho aislado, sino un reflejo de la creciente violencia que azota a Ecuador, especialmente en provincias costeras como Manabí, un punto estratégico para el narcotráfico.
Según fuentes locales, los agresores habrían robado 20.000 dólares destinados al premio del torneo, lo que sugiere que el ataque pudo haber sido motivado por una disputa entre bandas rivales, posiblemente Los Lobos y Los Choneros, ambos considerados grupos terroristas por el gobierno desde enero de 2024.
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/Fin Código Embebido/En ese sentido, la Policía Nacional aclaró que, entre las víctimas identificadas, ninguna registra antecedentes penales, lo que plantea interrogantes sobre los verdaderos motivos del ataque.
El coronel Fabricio Miller, comandante de la policía en Manabí, confirmó que la investigación está en marcha, pero los responsables aún no han sido capturados. En un esfuerzo por obtener pistas, las autoridades ofrecieron una recompensa y garantizaron anonimato a quienes brinden información a través de la línea 1800-DELITO o el número 131. Entre las evidencias halladas en el lugar se encuentran uniformes militares abandonados y dos vehículos, uno de ellos incinerado, lo que sugiere un operativo planificado con precisión.
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