Los autobuses eléctricos en Santiago reducen la contaminación y el ruido en la ciudad chilena

Desde su introducción en 2017, los autobuses eléctricos en Santiago, capital de Chile, han desempeñado un papel crucial en la reducción de la contaminación ambiental. La directora de Transporte Público Metropolitano (DTPM), Paola Tapia, destacó que estos vehículos han logrado disminuir significativamente las emisiones, enfocándose en materias medioambientales, económicas y sociales.

Durante la presentación del "Primer informe de electromovilidad del sistema de transporte público metropolitano", Tapia enfatizó la importancia de estos autobuses, que se suman a otros de baja emisión como los Euro 6. En conjunto, representan una flota de "buses amigables" que solamente generan un 3.3 por ciento de las emisiones contaminantes de la ciudad, mientras que los vehículos particulares producen un 90 por ciento de las mismas en 2023.

En la Región Metropolitana de Santiago, que alberga a más de 7 millones de habitantes, circulan actualmente 6.500 autobuses en total, de los cuales 2.550 son eléctricos. Para fin de año, la DTPM proyecta sumar 1.800 autobuses sin emisiones, de los cuales 4.400 serán eléctricos, lo que representa un avance considerable hacia la sostenibilidad del transporte público.

Tapia también señaló que la implementación de estos autobuses eléctricos ha contribuido a la disminución de los niveles de ruido en la ciudad. En el trayecto principal que conecta Alameda y Providencia, se observó una reducción del 44 por ciento en la contaminación acústica entre 2019 y 2023, gracias a la introducción de estos vehículos. Los electroterminales de eléctricos emiten un 40 por ciento menos de ruido en comparación con los terminales de diésel, ofreciendo un ambiente más cómodo para los ciudadanos.

Actualmente, Santiago cuenta con 28 electroterminales y tiene planes para instalar 20 más durante el año. Además, un informe reveló que el 70 por ciento de los conductores de autobuses eléctricos considera que estos son más amigables y que esto facilita su trabajo diario.

Con ocho años de experiencia en electromovilidad, Tapia afirmó que el costo de los autobuses ha disminuido prácticamente un 50 por ciento desde su introducción. La funcionaria resaltó la importancia de la industria china en este proceso, ya que todos los autobuses eléctricos en circulación en Santiago son de origen chino, incorporando diversas tecnologías y financiación internacional.

Además, subrayó la relevancia de la colaboración público-privada para impulsar la electromovilidad en Santiago, junto con la provisión de la infraestructura de carga necesaria para estos vehículos.

Por último, Tapia aseguró que, tanto las condiciones de comodidad como los estándares de seguridad de los autobuses eléctricos cumplen con las regulaciones más estrictas de Europa y América, lo que les permite operar eficazmente en el país. "Estamos optimistas de que la revolución en el transporte continuará este año en nuestra capital", concluyó.