La crisis en Sudán causa el desplazamiento de 13 millones de personas en dos años

La emergencia en Sudán ha evolucionado en uno de los desplazamientos más significativos y devastadores a nivel global, aunque poco reportado y escasamente financiado. La Fundación ACNUR Argentina, dedicada a visibilizar esta problemática y recaudar fondos para la labor de ACNUR, realizó un llamado urgente para obtener financiamiento que permita proteger a quienes sufren debido a esta crisis olvidada.

Apenas dos años después del inicio del conflicto, aproximadamente 13 millones de personas han abandonado sus hogares buscando seguridad. Recientemente, se reportaron ataques brutales en el norte de Darfur, afectando a poblaciones vulnerables, incluidos trabajadores humanitarios. Estas situaciones representan violaciones graves del derecho humanitario.

La situación es crítica, con 8.6 millones de personas desplazadas internamente y 3.8 millones de refugiados que han escapado a países vecinos como República Centroafricana, Chad, Egipto, Etiopía, Libia, Sudán del Sur y Uganda. Sin embargo, el acceso a estas regiones es complicado, lo que limita el apoyo y los servicios disponibles.

Desde el inicio del conflicto civil en Sudán, el 15 de abril de 2023, se intensificaron los combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), lo que provocó un clima caótico y violento en todo el país. La situación se agravó a medida que las FAR lanzaron ofensivas contra puntos estratégicos del gobierno, generando una crisis humanitaria sin precedentes.

Según Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, quien visitó Chad, un refugio para casi un millón de sudaneses que huyen de la violencia, la escasez de financiamiento está dificultando la ayuda humanitaria. “Los relatos de quienes logran atravesar la frontera revelan una dura realidad y necesidad urgente de apoyo”, aseveró.

La crisis en Sudán es alarmante: 1 de cada 3 sudaneses se ha visto obligado a abandonar sus hogares. Desde abril de 2023, alrededor de 3.8 millones de personas han huido del país, mientras que 8.6 millones permanecen desplazadas internas. Estos números indican la magnitud del sufrimiento.

Las mujeres y los niños son los más vulnerables en esta crisis, enfrentando violencia sexual y otras violaciones graves de derechos humanos. Las condiciones climáticas desfavorables han contribuido a la propagación de enfermedades como el cólera y la malaria, exacerbando aún más la situación humanitaria.

A medida que la infraestructura se desmorona y se vuelve cada vez más difícil acceder a servicios esenciales como agua potable y atención médica, millones de niños y niñas sufren inseguridad alimentaria, mientras que múltiples regiones están al borde de una hambruna catastrófica.