Geneviève Jeanningros, la monja que rompió el protocolo al despedir a Francisco

Geneviève Jeanningros, una monja de 81 años, conmocionó a todos durante la despedida de Papa Francisco en la Basílica de San Pedro. Este emotivo momento ocurrió mientras cardenales y obispos seguían el riguroso protocolo establecido.

Geneviève, amiga cercana del pontífice y sobrina de Léonie Duquet, una religiosa desaparecida durante la última dictadura militar en Argentina, rompió el esquema establecido. Con una mochila al hombro, se detuvo frente al féretro del Papa y no pudo contener las lágrimas, permaneciendo en silencio y de pie por varios minutos. 

Aunque no estaba contemplado en el estricto protocolo que reservaba a cardenales, obispos y personal del Vaticano la prioridad para despedir al pontífice, nadie se aventuró a indicarle a la religiosa que ese no era su sitio, y ella se quedó allí por varios minutos.

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Conocida por el Papa como "la enfant terrible", Geneviève ha dedicado más de cinco décadas a apoyar a mujeres transexuales y a feriantes en Ostia, en las afueras de Roma. A lo largo de su vida, ha sido clave en acercar a la comunidad trans al pontífice, llevándolas a las audiencias de los miércoles en el Vaticano.

Durante la pandemia, junto al cardenal Konrad Krajewski, gestionó asistencia para personas que enfrentaban situaciones de vulnerabilidad extrema. Además, logró que el Papa visitara un parque de atracciones en Ostia, donde bendijo una imagen de la "Virgen protectora del espectáculo ambulante y del circo".

La historia de Geneviève, marcada por el dolor de la desaparición de su tía en 1977, es un testimonio de lucha y memoria. En 2011, participó en el juicio por delitos de lesa humanidad, donde fue condenado Alfredo Astiz, en búsqueda de justicia por las víctimas de la dictadura argentina.

Su relación con Francisco fue estrecha y constante, asistiendo semanalmente a sus audiencias donde presentaba a grupos LGBT+, nómades y artistas. Su último gesto de despedida fue una oración y unas lágrimas que resonaron en los corazones de todos los presentes.

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