Crisis migratoria
09/04/2025 | 11:18 | Un programa educativo en Tapachula ofrece clases a niños migrantes en situación vulnerable. La iniciativa responde al incremento del 70% en la migración irregular de menores.
Por Juan Manuel Blanco |
Tapachula (México) (EFE).- Un grupo de educadores en la frontera sur de México ha puesto en marcha un programa destinado a ofrecer clases a los niños migrantes que se encuentran varados en la región, después de registrar un aumento superior al 70 % en la migración irregular de menores, quienes arriesgan sus oportunidades educativas durante su travesía hacia Norteamérica.
En Tapachula, la ciudad más grande de México en el límite con Centroamérica, tres maestros están encargados de la educación en preescolar, primaria y secundaria a través del Programa de Educación Migrante del estado de Chiapas (Pemch).
Esta iniciativa se reproduce en otros municipios clave del estado como San Cristóbal de Las Casas, la capital Tuxtla Gutiérrez, Palenque y Comitán. Actualmente, se estima que hay alrededor de 1.345 alumnos migrantes atendidos por un total de 35 docentes en fincas y albergues.
El profesor Pablo Arriaga Velázquez, integrante del programa educativo en Tapachula, declaró a EFE que esta propuesta se originó por la urgente necesidad de atender a tantos menores migrantes, dado que en ocasiones su ingreso a las escuelas regulares es complicado.
«Estamos incorporando a estudiantes de diversas nacionalidades, contamos con alumnos provenientes de Cuba, Haití, Honduras, El Salvador, Guatemala, Brasil y Venezuela, registrados en nuestro programa», detalló en una entrevista.
En el nivel medio superior, hay 238 migrantes de Honduras, África, Nicaragua, El Salvador y Guatemala que asisten a diferentes tipos de instituciones educativas, incluidas escuelas particulares, telebachilleratos y preparatorias estatales.

Este programa surge ante el alarmante incremento del 70,6 % en la migración irregular de menores de 0 a 17 años, según datos proporcionados por el Gobierno de México, abarcando el periodo de enero a agosto de 2024, con un total de 108.444 menores. Esta información fue revelada por la Unidad de Política Migratoria.
El aumento en la migración infantil y juvenil ha sido del 514 % desde 2018, conforme a un informe emitido en enero por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), que se basó en datos de la Unidad de Política Migratoria del Gobierno federal.
Bajo esta situación, migrantes como María, procedente de El Salvador, expresan su agradecimiento por la labor de los docentes mexicanos, quienes están ayudando a sus hijos a no perder el año escolar.
“Estamos muy agradecidos porque somos migrantes. Para nuestros hijos es una gran ayuda, y dado que las escuelas regulares ya han finalizado su ciclo escolar, debemos asegurar que continúen con su educación y no se retracen», comentó la mujer a EFE.
María es una de las afectadas por las nuevas políticas de restricción del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha anunciado deportaciones masivas y un cierre de la frontera, además de poner fin a la aplicación ‘CBP One’ que permitía solicitar asilo desde el sur de México.
«Nuestra intención era llegar a Estados Unidos, pero nos quedamos aquí ya que se suspendió la ‘CBP One’. La idea siempre fue ingresar de manera legal. Estamos a la espera de la resolución de nuestros trámites migratorios», relató.

Denisse Lugardo Escobar, directora de Relaciones Internacionales y Desarrollo Transfronterizo en Tapachula, enfatizó que su oficina trabaja para garantizar que niños y jóvenes de entre 8 y 10 años de edad puedan acceder a la educación, destacando la colaboración de escuelas federales que ofrecen este tipo de apoyo.
Ángeles Francois, migrante haitiana residente en Tapachula, ha decidido inscribir a su hija en la escuela primaria federal 29, con el objetivo de brindarle mejores oportunidades educativas en México, según compartió con EFE.
“Antes de venir aquí, conocía a una amiga que vivía en México. Me dijo que era un país donde la discriminación es menor en comparación con otros lugares», comentó.
«Me siento como en mi hogar. He recibido un trato amable en mi trabajo; son como una familia para mí», concluyó.