Omar Lavieri: "Jaime fue un chorro de Estado; por eso estuvo siete años preso"

No me sorprendió la excarcelación de Ricardo Jaime. En las últimas extensiones de la prisión preventiva, ya me parecía que iban a largarlo.

Pobre tipo: daba un poco de pena que fuera el único que quedaba preso.

Estaba detenido con prisión preventiva por el caso ‘Cuadernos de las coimas’, que empezó en 2018 y la cárcel le llegó en 2019.

Hasta hace meses, estaba detenido por otro choreo, que es el de la compra de trenes chatarra a España y Portugal. Ahí lo condenaron por administración fraudulenta, coimas y enriquecimiento ilícito y recibió seis años de pena.

Como las penas de todas las condenas que tiene, que son seis, no se han unificado en un solo monto y, como hay cuatro condenas que aún no están firmes, lo único que lo retenía en la cárcel de Ezeiza era la causa ‘Cuadernos de las coimas’.

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El sábado se le vencía la última prisión preventiva por seis meses. Ante un pedido de la defensa por problemas de salud, le levantaron la prisión preventiva y lo mandaron a la casa por dos votos a uno.

Jaime llegó pobre al gobierno de su amigo y compañero de largas noches en Santa Cruz, Néstor Kirchner. No diferenciaba un subte de un teléfono público, porque no tenía experiencia en transporte.

Fue el dos de Juan Carlos Maqueda en el Ministerio de Educación de Córdoba durante el gobierno de José Manuel de la Sota y fue ministro de Educación de Néstor Kirchner en Santa Cruz. Es ingeniero agrónomo y tiene graves problemas con el castellano. Es un polirrubro.

A los 30 días de su llegada al poder, arregló con los empresarios el sistema de coimas y se las llevaba a Néstor y empezó a agarrar para él también.

Empecé a escribir de este delincuente en 2008. En 2010, me comí una apretada del tamaño de King Kong. Me denunciaba a mí en 2010, cuando el kirchnerismo tenía poder, Néstor Kirchner estaba vivo e iban por todo a quedarse 50 años más.

Se comprobó que se enriqueció ilícitamente. Confesó haber recibido coimas de Claudio Cirigliano, el dueño del ferrocarril Sarmiento, y después vino la tragedia de Once. También admitió haber cobrado coimas de Néstor Otero, el dueño propietario de la terminal de ómnibus de Retiro.

Confesó que era chorro y se comió casi siete años preso, que es un montón para Argentina.

Jaime fue un corro de Estado. Por eso estuvo siete años preso.

No se recuperó nada de los bienes, porque, si fueron producto de la corrupción, se pueden decomisar sólo cuando termina el caso y eso sucede cuando queda firme.

Entrevista de "Informados, al regreso".