Fibra de lino reemplaza a la de carbono en un Porsche

El automovilismo es un deporte amigo del hombre. Su práctica ha proporcionado un beneficio inconmensurable para el desarrollo de una de las piezas centrales de la sociedad moderna: el automóvil. La movilidad individual y colectiva han tenido en las competencias deportivas un banco de pruebas, una fuente de innovaciones y un entrenamiento para los equipos de desarrollo que no se puede igualar en la dinámica cotidiana, porque acelera los tiempos y exacerba los incentivos de manera extraordinaria.

En tiempos en los que se busca la máxima eficiencia en el uso de todos los recursos y el menor impacto ambiental posible, el automovilismo vuelve a estar allí para servir a la sociedad, como siempre lo ha hecho. La hibridación de los motores, las competencias de energías alternativas, están mejorando los sistemas de propulsión y acumulación. Pero hay otra faceta en la que los autos de carrera comienzan a aportar: los materiales renovables y amigos del ambiente -reciclables- para la construcción de piezas, por ahora no estructurales.

Si, los materiales compuestos -principalmente, la fibra de carbono- han configurado la panacea de los constructores y reguladores de estándares de seguridad, por su bajísimo peso, enorme resistencia y rigidez estructural, aparecen ahora alternativas más que interesantes para reemplazarlos en el futuro por compuestos de fibras naturales.

Hace dos semanas, en Alemania, un Porsche 718 Cayman GT4 Clubsport MR disputó la carrera de las 24 Horas de Nürburgring, por primera vez, con un kit de carrocería hecho de materiales compuestos de fibra natural. Las dos puertas, el alerón trasero, los faldones delantero y trasero, el spoiler frontal, los pasarrueda y el difusor, incluidos los deflectores aerodinámicos, también están hechos de este material renovable que reemplaza a las piezas de metal y plástico moldeadas por inyección del Cayman de serie. Las piezas del #420 conservaban su color natural para resaltar el detalle de su origen.

En términos de peso y rigidez, los nuevos materiales comparten propiedades con los compuestos de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) y cumplen con los mismos estándares de seguridad y calidad. Entre sus ventajas figura una fabricación más económica y con menor consumo de energía.

El lino sirve como base del material compuesto sustentable de fibra natural y es compatible con los cultivos alimentarios. Su desarrollo comenzó en 2016, gracias a la colaboración entre Porsche, el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura (BMEL), Fraunhofer WKI y la empresa suiza Bcomp. En la carrera de resistencia de las 24 Horas de Nürburgring, el equipo Four Motors se ha aliado con Project 1 Motorsport para que el 718 Cayman GT4 Clubsport MR pudiera competir por primera vez.

En las puertas, una madera ligera (vulgarmente llamada 'madera balsa') sirve como núcleo del material compuesto. Una construcción tipo sándwich se combina con el proceso de moldeado por transferencia de resina (RTM) utilizado en la producción de componentes de fibra de carbono. Por el contrario, para el alerón trasero, las capas se impregnan en resina epoxi y luego se hornean en un autoclave. El resto de elementos, que son los que ahora estrena este Porsche Cayman de resistencia, están hechos de plástico reforzado con fibra natural y se crean mediante un proceso de inyección al vacío gracias a la tecnología PowerRibs™, patentada por Bcomp, que sirve para alcanzar un nivel óptimo de rigidez.

Los materiales de diferentes espesores y orientaciones de las fibras aseguran un ajuste preciso y adecuado a todos los escenarios de carga previstos. Estos compuestos de fibras naturales plantean grandes ventajas en términos de absorción de vibraciones, que es cinco veces mayor que en otros materiales tradicionales. Además, en caso de accidente, las piezas se rompen en trozos más grandes y menos afilados.

Entre sus ventajas, también figura una fabricación más económica y con menor consumo de energía.

Equipado con su nueva carrocería de fibra natural y propulsado por un motor bóxer de seis cilindros, 3.8 litros y 425 CV (313 kW), el Porsche 718 Cayman GT4 MR compitió como invitado en las 24 Horas de Nürburgring con el número 420. La carrera fue muy interrumpidad por la lluvia -estuvo detenida 9 horas- y al volante se turnaron Matthias Beckwermert, Henrik Bollerslev, Nicola Bravetti y Marco Timbal, que finalizaron en el 48° puesto. Este vehículo, por el momento, no tiene homologación completa, sin embargo, sus pruebas en esta carrera de resistencia pueden determinar que el equipo Manthey-Racing termine ofreciendo el kit de carrocería a los clientes de la marca en las series de Turismo.

Cadena 3 Motor, fuentes y fotografías de gentileza: Porsche, RaceTech, Nürburgring, Motor y Racing, Autocosmos.