La historia de las primas de la reina que fueron ocultadas por tener discapacidad

Historia de la realeza

Las primas de la reina Isabel II que fueron ocultadas por tener discapacidad

09/09/2022 | 11:12 | Katherine y Nerissa Bowes-Lyon, eran hijas de John Bowes-Lyon, tío de la monarca y hermano de la difunta reina madre. Durante años figuraron como muertas, pero estaban en un hospital de salud mental.

En 1987 salió a la luz, que dos primas de la reina Isabel II aparecían como muertas en el libro de genealogía sobre las dinastías reales de Gran Bretaña, el Burke’s Peerage, cuando en realidad habían permanecido durante años internadas en una institución por tener discapacidad cognitiva.

Katherine y Nerissa Bowes-Lyon, eran hijas de John Bowes-Lyon hermano de la reina madre y tío de Isabel II.

John se había casado con Fenella Hepburn Stuart Forbes Trefusis, y tuvo cinco hijas, Patricia, quien murió antes de cumplir un año, Anne, Nerissa, Diana y Katherine.

Las hermanas fueron internadas en una institución de salud mental en el Royal Earlswood Hospital en Redhill, Londres, en 1930, tras la muerte de su padre, cuando tenían 22 y 15 años.

Katherine Bowes-Lyon, prima directa de Isabel II, en el Hospital Real de Earlswood (James Cutler/ Shutterstock)

“Katherine y su hermana Nerissa fueron despachadas un día oscuro de 1941 a un asilo para personas con dificultades de aprendizaje, un establecimiento lúgubre que había abierto en 1853 como el Asilo Nacional para Idiotas”, escribió Norman Baker, ex miembro de la Cámara de los Comunes y ex ministro de gabinete, en su libro And what do you do?

El político asegura que nunca se brindó una explicación de por qué y orden de quién se decidió internar a las hermanas pero tras darse a conocer su existencia en 1987 por el periódico The Sun, el palacio de Buckingham dijo escuetamente: “No tenemos ningún comentario al respecto. Es un asunto de la familia Bowes-Lyon”.

La historia resurgió luego de que en la serie The Crown, el guión planteara que la reina madre fue quien decidió “esconderlas” para evitar que se dudara de la “pureza del linaje de su familia” luego de que su marido, Jorge VI asumiera como rey.

Lo que revelaron las investigaciones es que tanto Katherine como Nerissa tenían una discapacidad cognitiva y dificultades para hablar.

En el documental “Las primas ocultas de la reina”, personal de la institución comentó: “Si la Reina o la Reina Madre salían en televisión, ellas hacían una reverencia, muy majestuosa, muy abajo. Evidentemente tenían alguna clase de recuerdos. Era muy triste. ¡La vida que podrían haber tenido! (…) Eran dos hermanas encantadoras. No hablaban, pero señalaban y hacían sonidos, y cuando uno llegaba a conocerlas podía entender lo que trataban de decir. Hoy probablemente hubieran recibido terapia para comunicarse mejor. Entendían más de lo que parecía”.

Aunque el Burke’s Peerage informó sobre la muerte de Nerissa en 1940, antes de que ella siquiera llegara al establecimiento en Surrey, y la de Katherine, en 1961, Nerissa murió en 1986, a los 66 años y fue enterrada en una tumba de la propia institución, donde apenas se colocó su apellido y un número.

En tanto que, en 1977 el Royal Earlswood Hospital cerró y Katherine fue trasladada a otro institución donde murió en 2014.

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Para Baker la omisión de Nerissa y Katherine por parte de la realiza se debe a “la costumbre victoriana de encerrar o excluir a los familiares incómodos, y no hacer muchas preguntas luego”. “Ojos que no ven, corazón que no siente. Quizá este enfoque le pareció natural a la familia en su momento. Era lo que se hacía en esas circunstancias”, especuló.

La revista Tatler, explicó que la omisión de los datos fehacientes de las hermanas en el registro de los miembros de familias nobles, fue responsabilidad de la madre de ellas, quien dejaba en blanco los espacios para no dar muchos detalles de ellas, ya que en esa época el tener una discapacidad cognitiva era visto con muy malos ojos.