Tres obras fascinantes para recorrer

Grupo Edisur

Tres edificios con misterios en Córdoba

22/09/2022 | 17:22 | Grupo Edisur te cuenta la historia de estos sitios, icónicos del paisaje cordobés, que generan escalofríos entre quienes se animan a recorrerlos. 

Redacción Cadena 3

Tanto para los fanáticos de los misterios, las historias de fantasmas y las leyendas, como para los apasionados por la arquitectura, estas tres construcciones cordobesas pueden resultar por demás interesantes y una nueva aventura por recorrer, si es que aún no lo han hecho.

Grupo Edisur te cuenta la historia de estas obras, que son icónicas del paisaje de la provincia y que generan escalofríos entre quienes se animan a conocerlas.

Ala de Myriam Stefford

Al transitar por la ruta que une Córdoba con Alta Gracia, resulta casi inevitable girar la vista para observar el enorme mausoleo que Raúl Barón Biza mandó a construir en honor a su difunta esposa Myriam Stefford. El monolito, que fue concluido en 1935, es hasta el momento el monumento más alto de la Argentina, con una altura de 82 metros, superando al Obelisco porteño.

Rosa Margarita Rossi Hoffmann nació en Berna, Suiza, en el año 1905. A sus quince años ya había escapado a Austria y a principios de la década del veinte empezó su carrera como actriz en el teatro de Viena. También participó en varias películas del cine alemán, utilizando el seudónimo Myriam Stefford.

El monumento se encuentra abandonado y vandalizado, por lo que se prohibió el ingreso a los visitantes. (Archivo web)

En 1928, conoció en Venecia al escritor y millonario argentino Raúl Barón Biza, con quien se casó en la basílica de San Marcos dos años más tarde. Tras la boda, abandonó su carrera para mudarse a la Argentina, donde descubrió una nueva pasión, que compartía con su reciente esposo: la aviación.

Ya en el país, los recién casados potenciaron su espíritu aventurero y comenzaron a imponerse retos, como unir Buenos Aires con Río de Janeiro en una avioneta. Fue así como surgió la idea de que Myriam realizara un raid por 14 capitales provinciales argentinas, acompañada por su maestro Ludwig Fuchs, un héroe de guerra alemán.

El avión Chingolo I partió en agosto de 1931 desde el aeropuerto de Buenos Aires, pero en el viaje presentó algunos problemas mecánicos. Barón Biza decidió enviarles Chingolo II, una aeronave que suplantó a la primera para concretar la travesía. Sin embargo, el 26 de septiembre la avioneta cayó durante su primer vuelo en la localidad de Marayes, una zona desértica de San Juan, provocando la muerte de ambos tripulantes.

Tras el fallecimiento de su esposa, el millonario encargó al ingeniero Fausto Newton la construcción de un gigantesco mausoleo con forma de ala de avión. La obra, en la que trabajaron cerca de cien obreros polacos, se terminó en el año 1935, cuando el viudo mandó a colocar el féretro de su amada en la cripta del monumento.

Myriam Stefford y Raúl Barón Biza se casaron en la basílica de San Marcos, el 28 de agosto de 1930. (Archivo web)

Según cuenta la historia, Myriam fue enterrada junto a sus joyas a seis metros de profundidad. Sus restos están protegidos por toneladas del más sólido de los cementos, además de un complejo dispositivo de explosivos que estallaría ante el acceso de cualquier intruso. Por si esto fuera poco, en la entrada hay una inscripción que reza: "Maldito sea todo aquel que se atreva a profanar esta tumba" .

Algunas leyendas alrededor de esta historia sostienen que Baron Biza descubrió un amorío entre Myriam y su piloto, por lo que a propósito envió el avión Chingolo II con una falla que ocasionaría el accidente. La causa está en investigación desde marzo de 2015, debido a que una historiadora descubrió en fotos periodísticas de esa época algunos detalles extraños en los dos cadáveres.

Gran Hotel Viena

Ubicado en la localidad cordobesa de Miramar, el Gran Hotel Viena fue, durante décadas, uno de los alojamientos más glamurosos del país. Fue una creación de la familia del alemán Máximo Emilio Germán Pahlke y la austríaca Melita María Fleischberger, quienes tuvieron dos hijos: Máximo Wolfgang Otto y Gertrudis Ingrid.

A mediados de 1940, los Pahlke encargaron a los mejores arquitectos e ingenieros civiles de Buenos Aires los planos del futuro Gran Hotel Viena. (Flickr)

La mujer y el hijo varón fueron diagnosticados de enfermedades respiratorias y de la piel, lo que los llevó a querer radicarse cerca de los beneficios de las aguas de la Mar Chiquita a fines de la década del 30. Tras un intento de sociedad con un alojamiento local que no funcionó, a mediados de 1940 encargaron a los mejores arquitectos e ingenieros civiles de Buenos Aires los planos del futuro Gran Hotel Viena. La construcción comenzó al año siguiente y se ejecutó en etapas, hasta 1945. Consistía en tres lujosos edificios con los más altos estándares de servicios y calidad.

El hotel funcionó hasta 1947, cuando cerró por un largo período, debido a desacuerdos entre doña Melita con el personal y la Asociación Hotelera de Miramar. Además, el turismo mermó debido a la bajante de la laguna, que en el año 1950 apenas era un espejismo a 5 km de la costa.

Casi 20 años después, Máximo decidió acondicionar algunos sectores, reabrir las puertas y coordinar una exitosa temporada turística. En 1965, el Dr. Pahlke (Jr.) creó la Sociedad Waldorf y CIA S.A., que figura como propietaria del complejo desde entonces.

Ni los dueños, ni los arquitectos e ingenieros se imaginaron hasta donde podía subir el agua de la mar. El 17 de mayo de 1978, la laguna se volvió incontrolable y avanzó sin piedad sobre más del 60 por ciento del pueblo. En el hotel, el agua inundó el sótano y el oleaje rompió parte de la mampostería del lado Norte del edificio, dejando al descubierto los hierros de las armaduras de las columnas y poniendo en riesgo de derrumbe los grandes muros.

Quienes asisten a las visitas guiadas del hoy Museo Hotel Viena aseguran escuchar ruidos y ver personas pasar de una habitación a otra. (Pinterest)

Quienes asisten a las visitas guiadas del hoy Museo Hotel Viena aseguran escuchar ruidos y ver personas pasar de una habitación a otra. De hecho, existe una versión nocturna del paseo para los más supersticiosos.

Otro mito es la relación de sus propietarios con el nazismo. No hay datos certeros ni registros que sirvan como evidencia, pero entre los lugareños se suele decir que el partido Nazi podría haber aportado los fondos para la construcción del edificio. De hecho, algunos aseguran que el propio Hitler estuvo alojado en el lugar y que tenía a disposición una habitación en suite exclusiva, con vajilla y sábanas que llevaban sus iniciales.

Eden Hotel

El Eden Hotel fue uno de los alojamientos más icónicos de la historia cordobesa, cuya construcción dio origen a la ciudad de La Falda. Por él pasaron importantes personalidades de la Argentina y extranjeros, como los presidentes Julio Argentino Roca, José Figueroa Alcorta, Agustín P. Justo y Roberto Marcelino Ortiz. También estuvieron artistas y miembros de la nobleza europea, como Eduardo de Windsor y Humberto II de Italia. Además, visitaron el lugar pero no se alojaron en él, Albert Einstein y Ernesto Che Guevara.

Los primeros huéspedes llegaron en enero de 1898. (Facebook Edén Hotel La Falda)

El 19 de agosto de 1897, Roberto Bahlcke, un exoficial del ejército alemán radicado en la ciudad de Córdoba, adquirió la Estancia La Falda de La Higuera, de 900 hectáreas, en lo que por entonces era Huerta Grande. Acto seguido, se asoció con Juan Kurth y María Herbert de Kreautner para levantar un hotel al pie del cerro El Cuadrado.

Casi 5.000 toneladas de materiales comenzaron a llegar en tren, a una estación ubicada a 6 km de distancia, y desde ahí fueron transportadas por camiones hasta el lugar donde se estaba levantando el edificio. En enero de 1898, apenas con la mitad del establecimiento construido, comenzaron a llegar los primeros huéspedes.

A pesar de contar con pasajeros casi constantemente, la inversión había sido enorme y los ingresos no alcanzaban para cubrir los gastos. Desde entonces, el alojamiento entró en una espiral de ventas y remates, hasta la temporada de 1965, cuando cerró sus puertas definitivamente.

Tras décadas de abandono y vandalismo, el hotel fue declarado Monumento Histórico Municipal, como un proyecto para revalorizar el edificio y convertirlo en un ícono de la localidad. En 1998, el predio fue adquirido por el municipio de La Falda, que procedió a restaurarlo y concesionarlo para su explotación turística.

En 1912, los hermanos Eichhorn decidieron lotear la estancia, dando nacimiento a la localidad de La Falda. (Facebook Edén Hotel La Falda)

El hotel ha sido relacionado con el nacismo alemán debido a que el matrimonio de Walter e Ida Eichhorn, antiguos dueños, fue un importante contribuyente económico para el ascenso de Adolf Hitler e incluso fueron invitados a la Cancillería del Reich para ser condecorados por el propio líder alemán. Se presume que Adolf Eichmann y Josef Schwammberger, dos importantes dirigentes nazis, pasaron por el establecimiento.

El Eden Hotel ha sido también escenario durante las últimas décadas de algunas historias paranormales. La más conocida es una que comenzó hace algunos años durante una visita guiada, en la que una niña le dijo a su madre que había “una nena que invita a jugar en su habitación”.

#DatoEdisur: Tres rutas con paisajes que enamoran en Córdoba.

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