El mercado de hacienda continúa firme, luego de la recuperación de precios
En los mostradores, se espera un aumento paulatino hasta la convalidación final

Del precio de la hacienda

Lo que nadie se anima a decir: “bienvenidos estos aumentos”

02/02/2023 | 11:49

Desde la semana pasada y continuando en esta, el mercado ganadero asiste a una recomposición de sus valores, alcanzando incrementos del 20 al 30 %. ¿Qué tiene de bueno? Lo explica Raúl Milano.

Redacción Cadena 3

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Raúl Milano, director ejecutivo de ROSGAN

“Ha habido una recomposición del valor de la hacienda y ojalá de alguna manera dure, es bueno, y gracias a Dios que empezó a llover, lo cual es muy importante, porque la perspectiva cambia, aunque lo que ya se perdió es irrecuperable, tanto en agricultura como la muerte de los animales, pero es bueno que quien tenía un stock de vacas y que le valía un 30 o 40% menos, hoy recupere ese equilibrio”, afirma con total convicción el director del mercado ganadero RosganRaúl Milano.

“Habrá que ver si esto que se da en el consumo se sigue convalidando en el tiempo, porque siempre hay un movimiento muy rápido hacia arriba, seguido de una pequeña caída que posiblemente ocurra en las próximas semanas – analiza el experto-. Pero bienvenidos estos aumentos desde el punto de vista para el productor”.

Anticipándose a la reacción del consumidor por esta afirmación, Milano explica que “mirado desde el punto de vista del consumidor, el aumento no es una buna noticia y quizás alguno diga, ‘pero cómo pueden estar felices de que suban los precios’, y lógicamente nadie está feliz con esa situación, pero lo peor que puede ocurrir es que la gente no gane plata cuando trabaja, y lo que ocurre en este sector, es que es gente de trabajo a la que nadie le regala nada y que lleva nueve meses o más, esperando que se acomoden en su favor los precios, en medio de una sequía tremenda”.

Siempre hay un movimiento muy rápido hacia arriba, seguido de una pequeña caída que posiblemente ocurra en las próximas semanas

El análisis del aumento vs. la inflación

Si se analiza la evolución del precio del gordo en los últimos años, se observa una estacionalidad muy marcada. “Tomando los valores promedio para la categoría Novillito del Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG), deflactados por inflación mayorista (IPIM) y expresados como índices de su promedio anual, vemos que a partir de febrero y hasta mitad de año, los valores del gordo tienden a sostenerse por sobre su promedio anual, pero a partir del segundo semestre, por el contrario, comienzan a perder terreno hasta el próximo momento de corrección, que usualmente se produce hacia fin de año”, afirman los expertos del mercado ganadero ROSGAN.

Por su parte, el precio de la carne presenta una estacionalidad muy similar. “Los grandes ajustes del precio de la carne a nivel local suelen darse a partir de marzo con el inicio de las clases y el regreso de las familias a su rutina habitual. Estos valores en general se sostienen por sobre el promedio durante todo el primer semestre mientras que, a partir de septiembre es habitual ver ciertos retrasos que luego terminan corrigiendo con nuevas actualizaciones hacia fin de año”, analizan desde Rosario.

Más allá de las similitudes, los valores de la hacienda en pie suelen registrar saltos más pronunciados respecto de lo que efectivamente admite absorber el precio de la carne. “Los baches o retrasos de precios, también resultan superiores; la primera corrección anual que se registra en el precio de la hacienda en pie se produce en el mes de febrero de 2022. Por su parte, el precio de la carne vacuna corrige recién en el mes de marzo, aunque absorbiendo la mitad de dicho incremento”, explican desde ROSGAN.

El precio de la carne

Asimismo, en el mes de octubre habitualmente comienza a notarse el retraso, el cual se expresa marcadamente en el valor de la hacienda y más lentamente en el precio de la carne. Sin embargo, “durante el año pasado este patrón se vio fuertemente alterado. Recordemos que el precio de la carne al mostrador cerró el 2022 sumamente atrasado respecto del incremento general registrado en los precios de los alimentos (42% vs 95%), habiendo permanecido prácticamente estancado durante todo el segundo semestre”.

¿Cuánto puede absorber el consumo de manera inmediata y cuán suficiente resulta este ajuste para compensar el retraso?

Explican los expertos que “este inusual retraso del precio de la carne, producto de un consumo prácticamente agotado en una capacidad de compra frente a semejantes tasas de inflación, ha ejercido un techo muy difícil de romper para el precio de la hacienda”. A su vez, “bajo un contexto de seca como el que aún estamos transitando, del lado de la oferta poco puede hacerse para contrarrestar la debilidad que acusa la demanda. Por el contrario, el mes de diciembre ha registrado una de las faenas estacionalmente más elevadas de los últimos 20 años”. Es por ello que, “sin cambios significativos en la situación climática y con un nivel de oferta de hacienda aún muy elevada, este año se esperaba ver incluso cierto retraso en los ajustes de precios respecto de lo que suele ser su patrón de comportamiento habitual.

Cuánto debería subir

Ahora bien, esta suba de más de $100 que acaba de registrar el valor del gordo en tan solo una semana tendrá impacto directo en los mostradores. En términos porcentuales, representa una suba nominal de casi 30 puntos y algo menos de 25 puntos, en términos reales. La pregunta es ¿cuánto puede absorber el consumo de manera inmediata y cuán suficiente resulta este ajuste para compensar el retraso que acumula el precio de la hacienda?

Históricamente, los ajustes mensuales más pronunciados registrados en el precio de la carne al consumidor no superan los 15 puntos porcentuales, siempre expresados en pesos constantes, a fin de excluir el efecto inflacionario.

Por tanto, acerca del comportamiento histórico donde se observa que las correcciones de la hacienda en pie, generalmente no se trasladan plenamente al precio de las góndolas de manera inmediata, lo que demanda mayor tiempo en absorberse, seguirá entonces erosionando temporalmente el margen de la cadena. Aun así, “es importante tener en cuenta que pese a la fuerte suba que registró la hacienda en los últimos días, medido en pesos constantes, su valor sigue estando retrasado”.

Según datos de Cañuelas (ex Liniers), el año pasado, el valor del gordo ajustado por inflación, registró un pico en el mes de abril alcanzando los $625 por kilo vivo, medido a valor hoy. Desde entonces, transcurrieron casi nueve meses consecutivos en baja hasta lograr el reciente ajuste que, aun con $460 el kilo vivo sigue marcando un retraso real de más de 26 puntos porcentuales desde aquel pico y de 16 puntos porcentuales, en términos interanuales contra enero de 2021.

Por tanto, una recomposición del precio de la hacienda que efectivamente corrija el retraso anual acumulado contra inflación requeriría un precio del gordo cercano a los $550 el kilo, pero también de un mercado con suficiente capacidad de ajuste para seguir acompañando una inflación mensual que, por el momento, no da señales de ceder.

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