El ojo del amo. Merlino está siempre en el lote, y eso marca la diferencia.
Fina estampa. Las Brangus de Don Tomás se adaptan a una dieta pastoril.

Cabaña Don Tomás

Cuando el combustible es la pasión

03/05/2023 | 11:48

En plena zona tambera santafesina, José Luis Merlino apostó por la diversificación del establecimiento familiar a través de una cabaña de Brangus colorado. 

Redacción Cadena 3

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José Luis Merlino (Cabaña Don Tomás)

Podría decirse que el Brangus de "Don Tomás" es el producto de la necesidad de diversificar una empresa de producción de leche. Así lo contó a EL CAMPO HOY José Luis Merlino, que desde la zona rural de Palacios (en el oeste santafesino), está afirmando sus primeros pasos con la cabaña.

Siempre nos movió la pasión hacia la vaca, nuestros inicios son tamberos, pero decidimos apostar a la ganadería para poner un huevo en cada canasta. 

En 2019 se iniciaron con la cabaña de Brangus colorado, y de a poco van avanzando. "Vamos incorporando genética de punta de los remates, sacando esas pequeñas cosas para llevarlas a nuestro ámbito, nuestro sistema, para tratar de hacerlo rentable y fijando objetivos a largo plazo".

Fina estampa. Las Brangus de "Don Tomás" se adaptan a una dieta pastoril, rica en alfalfa. 


Hoy el rodeo cuenta con 130 vacas, y por detrás vienen empujando las vaquillonas. "Con su conocimiento del manejo del tambo en el tema reproductivo y la inseminación y los embriones, aprovecharon para ir comprando vacas que les interesan y se adaptan al sistema. 

Son campos donde viene bien la alfalfa: es un sistema fácil de manejar, somos lo que inseminamos, estamos detrás de las vacas todo el día, algo sencillo pero que nos da la cotidiana satisfacción de ir al campo. 

Merlino explica que están buscando animales más carniceros, que en la balanza tienen algunos kilos de más, para lo cual incorporaron algunas vacas mestizas de Casamú. "No necesitamos tanta rusticidad, somos una cabaña boutique para los productores de acá, estamos arrancando", insiste con humildad. 

Por último, afirma que más allá que los números mandan y uno no puede trabajar a pérdida, lo hace con pasión. "A veces nos afectan las políticas para con el sector, el clima, etc. Pero uno lo mira en el largo plazo, porque uno piensa en tres años de acá a adelante para analizar qué toro darle a cada vaca. La esperanza que esto mejore es parte del negocio", resume con una sonrisa.

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