Campeón Estudiantes: cuánto cobró y por qué el premio genera polémica

Estudiantes de La Plata se consagró campeón del Torneo Clausura 2025 tras vencer en los penales a Racing, y además de la gloria deportiva también se aseguró un premio económico que, aun así, vuelve a mostrar la desigualdad del fútbol argentino frente a otras ligas del continente y del mundo.

La victoria por 5-4 desde los doce pasos, luego del empate 1-1 en 120 minutos, no solo le permitió al Pincha sumar otro título nacional y clasificar directamente a la Copa Libertadores 2026, sino también recibir el estipendio fijado para el campeón local. En Argentina, la Conmebol —a través de la AFA— otorga un premio fijo de 500.000 dólares por el campeonato, monto que se suma a un 70% de la recaudación de la final descontados los gastos de organización.

Para la final en Santiago del Estero se pusieron a la venta 33.500 entradas, con valores que oscilaron entre 50.000 y 150.000 pesos. Con ese ingreso y el premio fijo, el total estimado que percibió el campeón rondó los 2.300 millones de pesos, equivalentes a aproximadamente 1,6 millones de dólares.

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La brecha con el resto de Sudamérica

Aunque esos montos representan una suma relevante para un club argentino, siguen siendo modestos si se comparan con lo que se entrega en otras ligas en el continente. Por ejemplo, en Brasil el campeón del Brasileirao suele recibir premios que rondan cifras muy superiores (en torno a 13 millones de dólares según análisis del mercado de premios de torneos en la región), mientras que otras federaciones sudamericanas como Uruguay y Bolivia entregan alrededor de 1 millón de dólares a su campeón.

Incluso, en el pasado reciente un equipo que ganó un torneo de segunda división en Brasil (Serie B) llegó a embolsar cerca de 648 mil dólares, una cifra que supera el premio fijo de 500.000 dólares que recibe hoy el campeón argentino.

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El impulso económico de la Libertadores

Más allá del trofeo local, el beneficio económico más contundente para Estudiantes está ligado a la clasificación a la Copa Libertadores 2026. Según los montos repartidos en ediciones recientes del principal torneo de clubes sudamericano, cada equipo que accede a la fase de grupos percibe un ingreso base de alrededor de 3 millones de dólares solo por su participación, independientemente de los resultados deportivos que logre.

Ese ingreso —que puede crecer por puntos, goles y avance de ronda— se convierte así en una de las fuentes de recursos más significativas para clubes argentinos una vez que sellan su pase continental.

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Desigualdad estructural

La comparación con torneos europeos revela una diferencia aún mayor. En Europa, los premios por consagrarse en ligas de primer nivel son órdenes de magnitud superiores: los campeones de la Premier League, la Liga Española o la Serie A Italiana reciben decenas de millones de dólares, impulsados por derechos televisivos globales y potentes acuerdos comerciales que no tienen parangón en Sudamérica.

Este contexto pone en evidencia un desafío estructural para el fútbol argentino: si bien la fuerza deportiva sigue siendo grande —con equipos competitivos y una base de seguidores multitudinaria— la recompensa financiera por campeonar sigue lejos de los estándares internacionales, lo cual repercute directamente en la capacidad de inversión de los clubes.

En medio de esa realidad, el título del Clausura 2025 no solo es una fiesta para Estudiantes y su gente, sino también una nueva oportunidad para reflexionar sobre el modelo económico del fútbol doméstico argentino.