"Sería muy grave quedar aislados en el seno del Mercosur" (Marcelo Elizondo).

MARCELO ELIZONDO

"Sería muy grave quedar aislados en el seno del Mercosur"

04/12/2019 | 10:45 | Advirtió que perder “la relación privilegiada con Brasil sería muy mala señal hacia el mundo y un serio perjuicio para los exportadores, en particular para las pymes, que tienen en Brasil un gran mercado”.

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"Sería muy grave quedar aislados en el seno del Mercosur" (Marcelo Elizondo).

–¿Qué estrategia debería desplegar la Argentina frente al decidido impulso de Jair Bolsonaro a una rápida disminución del arancel externo común del Mercosur?

–Es interesante esto, porque en realidad Bolsonaro está entendiendo algo que en realidad todo el mundo ha entendido. Y es que el comercio internacional está más complejo. Ya no crece con tanto dinamismo como antes. Ya no está apoyado tanto en el comercio de bienes físicos sino en el de intangibles, servicios, conocimiento, información, tecnología, saber, ingeniería, innovación.

Brasil es una economía muy cerrada. Junto con la Argentina son las dos economías más cerradas de la región. Brasil es la novena economía más importante del mundo pero es sólo el trigésimo exportador del planeta. Eso muestra que es una economía grande, pero que tiene poca competitividad externa.

El gobierno de Bolsonaro, a partir del Ministerio de Economía de Paulo Guedes, está entendiendo que se necesita una reforma de modernización.

Esa reforma implica reducir buena parte de las restricciones regulatorias que tiene la economía de Brasil. Hay una reforma laboral en marcha incluso desde antes de Bolsonaro. Hay una reforma administrativa con mucha reducción de normas que obstaculizan el dinamismo económico. Hay en planificación una reforma impositiva.

Dentro de este esquema está la apertura de la economía de Brasil como modo de permitir a las empresas brasileñas acceder a tecnología internacional que mejore la competitividad.

En esa línea es importante para Brasil bajar el arancel externo común del Mercosur, de modo de permitir a las empresas brasileñas mejor participación en la economía internacional.

Brasil está diciendo “bajémoslo entre todos” porque debe ser un consenso, según las normas. Uruguay y Paraguay estarían de acuerdo. Seguramente Argentina no. Por lo que ahí aparece una discusión interna en el Mercosur, que deberá ser saldada por los medios formales que prevé el bloque.

Brasil está dejando trascender que si no lo acompañan va a forzar la institucionalidad y bajará aranceles de todas maneras. Lo cual está generando una amenaza para la estabilidad del Mercosur, desde el punto de vista formal y además para la relación bilateral entre Argentina y Brasil.

Mi sugerencia es preservemos el vínculo bilateral y tratemos de obtener un consenso con Brasil.

Brasil más que duplica a los países que le siguen en importancia como mercado para las exportaciones argentinas, que son China y Estados Unidos. Además hay una enorme cantidad de pymes que tiene negocios en Brasil. Hay mucha inversión en la Argentina pensada en abastecer desde a Brasil desde nuestro país.

–¿Cómo podría sobreponerse Argentina a un eventual aislamiento si el conflicto no se resuelve de común acuerdo, sobre todo teniendo en cuenta que Brasil es el principal socio comercial de nuestro país?

–Un aislamiento motivado por la lesión al Mercosur sería sumamente negativo para la Argentina en particular. En primer lugar porque efectivamente Brasil es el principal destino para nuestras exportaciones industriales y para nuestras exportaciones en general. Más de 11 mil millones el año pasado.

Brasil más que duplica a los países que le siguen en importancia como mercado para las exportaciones argentinas, que son China y Estados Unidos.

Además hay una enorme cantidad de pymes que tiene negocios en Brasil. Hay mucha inversión en la Argentina pensada en abastecer desde a Brasil desde nuestro país, en el marco del Mercosur.

Pero es cierto que el Mercosur padece cierto agotamiento. Que el comercio intrazona ha venido cayendo y que el Mercosur como está hasta ahora no ha servido como plataforma de acceso a terceros mercados.

También es cierto que el vínculo bilateral es más chico. La Argentina exportó el año pasado 11 mil millones pero hace cinco o seis años exportaba 18 mil millones de dólares a Brasil.

Una salida de la relación privilegiada con Brasil sería una muy mala señal en general hacia el mundo y un serio perjuicio para los exportadores argentinos que tienen en Brasil un gran mercado.

Hay que advertir que si ocurriera una fractura del bloque no sería exclusiva responsabilidad de la Argentina. Es Brasil el que está amenazando con romper la institucionalidad si no hay consenso para la apertura. Por lo que acá hay responsabilidades compartidas.

Yo creo que desde el punto de vista de la visión, Brasil procura modernizar la inserción internacional. La Argentina está en una posición un poco más anticuada, de cerrazón, pero tratando de valerse de la rigidez del sistema de toma de decisiones del Mercosur.

Hay una colisión entre forma y fondo. Me parece que hoy los procesos políticos en el mundo están teniendo mayor relevancia que los procesos formales.

–¿La burguesía industrial brasileña acompañaría un proceso de apertura acelerado como el que propone Bolsonaro?

–En primer lugar, no hay una posición homogénea en Brasil. Una buena parte de las empresas más internacionales, que son las más grandes de ese país, son partidarias de la apertura. Hay mucha inversión brasileña en el exterior. Las transnacionales brasileñas tienen unos 700 mil millones de dólares invertidos en el exterior.

De las cien principales multinacionales latinoamericanas, que se las conoce como multilatinas, 33 son brasileñas. Solo seis son argentinas. Por lejos, Brasil es el principal creador de empresas multinacionales que ven esta apertura de la economía de Brasil como una herramienta para avanzar aún más en esa globalización productiva de sus empresas.

Una parte de las empresas brasileñas acompaña entonces la apertura. Otra parte, sobre todo de pymes más tradicionales, la ve como una amenaza y no está tan convencida.

Lo segundo es que en realidad la apertura de la economía de Brasil es sólo una parte de un proceso mucho más amplio que ha puesto en marcha el gobierno brasileño, que es la eliminación de restricciones regulatorias. Insisto, reforma laboral, reforma impositiva, ordenamiento del déficit del presupuesto para dar más previsibilidad a la economía y bajar la tasa de interés, reforma eliminando regulaciones que son muy rígidas en el funcionamiento de la economía. Y dentro de esto, apertura.

Quizás la ven como una amenaza, pero entienden que forma parte de un conjunto y en ese caso hay muchas que tienen una opinión menos negativa de este proceso.