“Nadie quiere pagar los platos rotos por la inflación”

ROBERTO CORTÉS CONDE

“Nadie quiere pagar los platos rotos por la inflación”

09/05/2019 | 10:40 |

Perfil del decano de los historiadores económicos argentinos.

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–El politólogo Natalio Botana dice que para recuperar la moneda y reconstruir una perspectiva de desarrollo sólido del país se necesita, además de la Constitución política, una Constitución económica. Un conjunto de reglas básicas que no se discutan ¿Coincide con ese enfoque?

–En el fondo esas reglas están dentro de la Constitución política. Usted está recibiendo un ingreso y el gobierno no tiene que estafarlo haciéndole perder el valor del ingreso que tiene.

–Bueno, pero la Constitución económica, dice Botana, disciplina fiscal y disciplina monetaria. Y  que para eso haría falta un amplio consenso político y no solo la decisión de un gobierno de turno, que en general es efímera.

–Sería fantástico, ¿no? Pero en general lo que uno tiene que ver es quién va a pagar los platos rotos. Y no sé en qué momento eso sea posible. Lo que sí sé es que en la historia económica y en la historia de los países estas cosas se han arreglado después de crisis muy severas, donde uno perdía mucho y entonces la situación después se definió de uno o de otro lado. 

El problema es que la inflación es un impuesto oculto. Y eso hace que la gente, bajo la ilusión monetaria, recibe más plata y gasta más plata, y no se da cuenta.

Hay un problema de cultura, en el sentido amplio de la palabra. Es necesario que la gente se acostumbre a como era antes, cuando yo era chico. Se gastaba lo que se ganaba. Y no esta situación donde uno espera que todo llegue resuelto.

Entonces esa cuestión me parece que es la genera el problema Y lo veo de muy difícil solución.
Puede ser que, como pasa con una dieta, que cuando uno  se pega un susto empieza a respetarla, los argentinos aprendamos. Pero yo veo que la mayor parte de las discusiones no se refieren específicamente al problema. Es como si a usted le están hablando dos médicos y uno le habla en chino y el otro en japonés.

–Da la impresión de que no hay conciencia de la necesidad del ajuste frente a estas crisis, hasta que no se incendia el país, hasta que no estalla la economía. Y cuando se hacen los ajustes, duran muy poco.

–Nadie quiere cargar con los platos rotos. Y sobre todo porque hay un problema, que se llama de acción pública, que se lo voy a graficar con la famosa historia de la Puerta 12 ¿Por qué yo no voy a aumentar mis precios si mi vecino, el que me vende, lo va a aumentar.  Si yo no estoy seguro de que él no los va a aumentar, yo los aumento porque si no yo pierdo.

Entonces, ¿cómo se coordina a toda la sociedad para que diga: señores, paremos?
Se trató de parar con esos congelamientos de precios de Perón, de Alfonsín, de gobiernos militares, y la cuestión no anduvo. El problema es que no solamente hay que hacer un acuerdo por arriba como esa cosa del acuerdo económico-social.

Los empresarios le van a pedir créditos subsidiados, lo cual implica que emita más. Le van a pedir que cierre las importaciones, lo cual quiere decir que los consumidores van a tener que pagar más. Quiere decir que van a cargar al sector agropecuario los costos. Y van a arreglar entre sindicatos y empresarios. Y eso no va a solucionar el asunto. Si lo solucionara yo diría: no será demasiado justo pero por lo menos es una solución.

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