"Un papa casi peruano": la emotiva reacción en vivo de la TV de Perú

El 8 de mayo de 2025 quedará grabado en la historia como el día en que Robert Prevost, un hombre nacido en Chicago pero con el corazón anclado en Perú, fue elegido como el nuevo Papa de la Iglesia Católica. 

Este nombramiento no solo marca un hito por ser el primer pontífice de origen estadounidense, sino también por su profunda conexión con el Perú, país del que es ciudadano desde 2015. 

/Inicio Código Embebido/

La noticia desató una explosión de orgullo, asombro y celebración en los medios y la sociedad peruana, que ve en Prevost a un “Papa casi peruano”.

Desde el momento en que el humo blanco emanó de la chimenea de la Capilla Sixtina, los medios peruanos no dieron tregua a la emoción. En RPP, una de las principales cadenas de noticias del país, la periodista Mávila Huertas apenas podía contener su incredulidad: “No lo podemos creer. Por Dios. Es increíble, estamos maravillados con la noticia, como comprenderás”. 

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Su voz reflejaba el sentir de millones de peruanos que, de pronto, se encontraron celebrando la elección de un Papa con raíces adoptivas en su tierra.

El vínculo de Robert Prevost con Perú es mucho más que un trámite burocrático de nacionalización. Durante décadas, su labor pastoral lo llevó a recorrer diversas regiones del país, desde las alturas andinas hasta las comunidades más remotas de la selva. 

Su cercanía con la conferencia episcopal peruana y su compromiso con las causas sociales del país fueron, según los expertos, factores clave en su ascenso dentro de la jerarquía eclesiástica. “Es un hombre que ha caminado con el pueblo peruano, que conoce sus luchas y sus esperanzas”, destacó Huertas en su transmisión desde Lima.

En el Vaticano, Sergio, periodista de RPP enviado a cubrir la elección, añadió un toque de humor que resonó en las redes sociales: “Un Papa casi peruano, porque de Chicago, la mayor parte se la pasó en Perú”. La frase, dicha con una mezcla de orgullo y picardía, capturó la imaginación de un país que, por primera vez, siente que el Sumo Pontífice lleva un pedazo de su identidad.

/Inicio Código Embebido/