Los homicidios en 2024, los más bajos en 25 años en Argentina

El panorama de la seguridad en Argentina presenta matices que invitan a la reflexión. Con 1.810 homicidios dolosos registrados el año pasado, la cifra puede parecer alarmante, pero al analizar las tasas en función de la población, la situación se torna más clara. 

Según el Ministerio de Seguridad de la Nación, la tasa de homicidios en 2023 es de 4,4% y en 2022 fue de 3,8%. Para poner esto en perspectiva, en 2014, la tasa alcanzó un inquietante 7,6%. Lo que se observa es una tendencia a la baja en la última década, donde los homicidios dolosos se reducen a la mitad.

Desde que se inicia esta medición en el año 2000, el año 2002 se destaca como el más trágico, con una tasa de 9,5%, casi el triple de lo que se reporta hoy. 

Esta evolución en las cifras es un indicativo de que, a pesar de los desafíos, se han logrado avances significativos en la lucha contra la violencia. 

Sin embargo, el uso de armas es un factor que no se puede ignorar: el 52,2% de los homicidios se cometen con armas de fuego, mientras que el 26,7% involucra armas blancas. 

Es alarmante que tres de cada cuatro homicidios se lleven a cabo con estos tipos de armas.

El contexto geográfico también es relevante. La vía pública se posiciona como el lugar más común para estos crímenes, con un 56%, mientras que el 32% se registra en el domicilio particular de la víctima. 

Esto revela que uno de cada tres homicidios ocurre en un entorno familiar o social, lo que provoca una sensación de vulnerabilidad en espacios que deberían ser seguros. 

Además, se destaca que ocho de cada diez personas asesinadas son varones, y el grupo etario más afectado es el de 20 a 29 años, representando el 27% de las víctimas. Estas estadísticas reflejan una realidad que afecta a una parte significativa de nuestra juventud.

En este contexto, el impacto del Plan Bandera en Rosario ofrece un rayo de esperanza. Los resultados son alentadores: la cantidad de heridos con armas de fuego disminuyó de 588 en 2023 a 277 en 2024, lo que representa una baja del 53%. 

Además, los robos se redujeron de 24.000 a 19.000, es decir, un 20% menos, y las balaceras se redujeron de 589 a 262, lo que equivale a una disminución del 55%. 

Estas cifras son un testimonio de que las estrategias implementadas pueden dar resultados tangibles en la reducción de la violencia.

Es fundamental contextualizar estos datos dentro del panorama regional. Argentina cuenta con la tasa más baja de homicidios dolosos en Suramérica y la segunda más baja en Latinoamérica. 

El país que lidera esta lista es El Salvador, con un 1,9%, seguido por Argentina con un 3,8%. 

A pesar de las críticas que se le hacen al presidente Bukele, los resultados en su país son innegables. Comparativamente, Argentina presenta una tasa de homicidio doloso prácticamente la mitad de la de Estados Unidos, un país que muchos consideran seguro. 

Para poner en perspectiva la situación, Ecuador tiene una tasa de 38,4 homicidios por cada 100.000 habitantes, diez veces más que Argentina.