Cambio de colegio. (Ilustrativa)

Educar entre todos

¿Qué implica para un chico y su familia el cambio de colegio?

27/11/2025 | 16:09

 

Redacción Cadena 3

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¿Qué implica para un chico y su familia el cambio de colegio?

Estamos en esa época del año en que muchos padres, desde septiembre, empiezan a plantearse seriamente un cambio de colegio para sus hijos.

Y la verdad es que cambiar nunca es demasiado auspicioso: significa romper con un grupo social, dejar amigos, empezar de cero. Pero a veces es absolutamente necesario, según analiza la especialista Liliana Gónzalez.

¿Por qué? Porque son catorce años los que un chico pasa en el sistema escolar. En tanto tiempo, las instituciones cambian (o dejan de cambiar cuando deberían). Y los chicos también cambian, y mucho. A los tres años los padres eligen una escuela pensando que su hijo “va para tal lado” y a los diez resulta que iba para el otro.

Lo inscriben en un colegio rígido, enciclopedista, con mucha disciplina, y el niño termina siendo un deportista nato que habría sido feliz en una escuela donde el patio y el deporte ocupan el centro de la escena.

Hay cambios obligados: una mudanza de pueblo o de ciudad, un problema económico grave —papá o mamá sin trabajo— que hace imposible seguir pagando la cuota. Eso duele, pero es parte de la realidad. 

Y hay cambios que surgen porque el grupo de compañeros es tóxico. Siempre les digo a los padres: no convirtamos el cambio en una huida. Porque a veces el problema no está solo en el grupo, sino también en el propio chico. Pero cuando realmente es el grupo, cuando le toca una división que lo aísla, lo excluye, lo hostiga, y la escuela no hace nada… ahí hay que medir la cuota de sufrimiento.

Me tocó hace poco un caso: un chico que en el primer trimestre andaba bien y luego empezó con bullying. Hoy se lleva nueve materias. Pidieron cambio de división —en esa escuela había paralelo— y la institución dijo que no. Si la escuela no protege, no contiene, no actúa, la escuela deja de ser un lugar de aprendizaje y se convierte en un sitio donde se sufre. Y la escuela no es para sufrir.

Las razones para cambiar son múltiples y las causas, complejas. Lo importante es que el cambio sea para adelante, no una escapada. Y cuanto más grande es el chico, más hay que escuchar su deseo. Si viene llorando, si baja el rendimiento, si se enferma para no ir, algo está muy mal. No se trata de rendirse, se trata de buscar un lugar con mirada más humana, donde el bullying se enfrente de verdad y no se tape con frases hechas.

También hay que pensar en las habilidades y gustos del niño. Uno ama los números, otro la música, otro desarmar motores. En un mundo ideal, tres hermanos irían a tres escuelas distintas. Sé que es imposible por logística familiar, pero al menos intentemos que el colegio potencie lo que al chico le apasiona, no que lo aplaste.

El termómetro es simple: ¿mi hijo va y vuelve contento? Cuando uno lleva un problema a la escuela —“mi hijo sufre bullying, no quiere venir, se enferma seguido”— ¿la escuela escucha, promete actuar y cumple? Si la respuesta es no, hay que analizar, estudiar y, si hace falta, cambiar. Siempre en pos del bien del chico. Porque ir a la escuela no puede ser un tormento para nadie. Ni para ellos, ni para nosotros. 

Por Liliana González.

Lectura rápida

¿Por qué los padres consideran cambiar de colegio? Porque los niños pasan catorce años en el sistema escolar y las necesidades cambian.

¿Cuáles son las razones para un cambio? Pueden ser cambios obligados como una mudanza o problemas económicos, o por un grupo de compañeros tóxico.

¿Qué debe hacer la escuela ante el bullying? La escuela debe proteger, contener y actuar; de lo contrario, deja de ser un lugar de aprendizaje.

¿Cómo se debe abordar el cambio? El cambio debe ser positivo, escuchando el deseo del niño y buscando un lugar más humano.

¿Qué se debe considerar al elegir una escuela? Las habilidades y gustos del niño, buscando potenciar lo que le apasiona.

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