Arsene Wenger, ex DT del Arsenal.

Se define en marzo

Un cambio clave en el offside

20/02/2020 | 18:15 |  

Diego Borinsky

¡Al fin!

Un día después de que a Olivier Giroud (Chelsea) le anularan un gol ante el Manchester United por la Premier League por tener una pequeña porción del botín por delante de su marcador (offside de VAR), Arséne Wenger -el entrenador francés de 70 años que entre 1996 y 2018 dirigió al Arsenal inglés- tiró la bomba. En la ceremonia del último martes en la que se le entregó el premio Laureus a la trayectoria deportiva, un día después del Chelsea-United, Wenger anunció que propondrá una modificación en la ley del offside. “Hay espacio para cambiar la regla. No estarás fuera de juego si cualquier parte del cuerpo con la que podés marcar un gol está en línea con el último defensor, inclusive si otras partes del atacante se encuentren por delante de esa línea imaginaria. Eso eliminará las dudas y no habrá decisiones tomadas por milímetros”.

¡Bravo! Sería un cambio muy importante que eliminará decenas de polémicas por fin de semana en las distintas ligas del mundo. Ayer mismo, en la final de ida de la Recopa Sudamericana, a Bruno Henrique (Flamengo) le anularon un gol por tener un pedacito de su nariz por delante de la línea de mediacancha. Los narigones corren con desventaja. ¡Eso es discriminatorio!

Hablando en serio, ni el propio VAR consigue resolver situaciones por un margen de error tan ínfimo. Imaginemos lo que es para los jueces asistentes en los campos de juego. El offside es una penalidad muy traicionera. El asistente debe estar parado en la línea del último defensor, tener un ojo puesto ahí y el otro en el futbolista que está por patear el balón, porque el offside se computa en el instante preciso en que el balón sale de los pies de su compañero. Me ha pasado muchísimas veces pensar que un jugador estaba habilitado o adelantado con el primer golpe de vista en el estadio y luego comprobar lo contrario por el monitor. Con la acción detenida en la pantalla es muy fácil trazar la línea y dictaminar: “Offside evidente”. Pero a velocidad normal y sin posibilidad de detener la acción, es verdaderamente muy difícil.

Pues bien, si ya de por sí hablamos de una acción compleja, más aún lo es si hay que registrar si un dedo o media nariz están por delante de la última línea defensiva. Es imposible de apreciar para el ojo humano en el campo de juego y también para el VAR. Además, no en todo el mundo existen hoy los recursos tecnológicos y económicos para que se utilice el VAR. En el fútbol argentino, por caso, aún no ha llegado.

Por otro lado, la línea bajada por los directores de arbitraje a los asistentes desde hace muchos años fue siempre: “Ante la duda, no levantar la bandera”. Es decir: ante la duda, favorecer el juego ofensivo, el ataque, los goles, recomendación que habitualmente no se cumple. Aunque no queda del todo claro en el enunciado de Wenger del último martes, sería un golazo que a partir de ahora sólo se cobre posición adelantada cuando todo el cuerpo del atacante haya traspasado la línea del defensor. Es decir: que baste con que un botín del atacante coincida con una parte del cuerpo del defensor para que se dictamine que ese atacante está habilitado. Que la superposición de cuerpos en una misma línea (aunque tenga la nariz “adelantada”) a partir de ahora favorezca al que ataca. Al fútbol ofensivo, a los goles, que al fin de cuenta es lo que la gente va a ver.

Con esta modificación bajarían considerablemente las jugadas polémicas y subiría el promedio de goles. Y no habría que ir tantas veces al VAR para medir con elementos de precisión un juego que no lo necesita, al menos en este punto. Y también se haría justicia, porque resulta verdaderamente ridículo que se anule un gol porque un delantero calza dos talles más de botín que su marcador o porque no ha sido bendecido con el tamaño de su nariz.

¿Y a cuento de qué el anuncio de Arséne Wenger tiene alguna posibilidad de prosperar? A cuento de que el francés es desde hace tres meses Director de Desarrollo Mundial del Fútbol en la FIFA y el 29 de febrero propondrá la modificación ante el International Board, el organismo encargado de modificar las reglas del fútbol. Wenger, que durante 22 años dotó a su equipo de un juego de toque y circulación por abajo netamente atacante en el reino histórico del pelotazo y centro al 9 (a partir de su llegada y de la de Guardiola se cambió el paradigma del fútbol inglés), ahora también intentará favorecer el juego ofensivo con esta modificación. Todo lleva a pensar que tiene altas chances de conseguirlo. Ojalá.