Países del Bombo 3 del Mundial 2026: qué aporta cada selección en el sorteo

Buenos Aires, 2 diciembre (NA) — El sorteo del Mundial 2026 se acerca y con él las especulaciones sobre qué tan difícil podrá ser cada grupo. En ese mapa, el Bombo 3 aparece como uno de los más heterogéneos: reúne selecciones con historia, otras que vuelven a la élite después de años y varias que aspiran a convertirse en sorpresas.

Aunque no forman parte de los candidatos naturales, según pudo analizar la Agencia Noticias Argentinas, muchos de estos equipos pueden desequilibrar cualquier zona.

A continuación, un análisis país por país de los integrantes del Bombo 3.

Noruega: el equipo europeo incómodo

Noruega llega como una de las selecciones más fuertes del bombo. Si bien no tiene una enorme tradición mundialista, su presente competitivo y su base de jugadores repartidos por las principales ligas europeas la vuelven un rival temible. Su estilo físico, directo y vertical suele incomodar a selecciones de posesión. Es, sin dudas, uno de los equipos que nadie quiere enfrentar en esta instancia.

Panamá: experiencia reciente y consolidación

Después de su histórico debut mundialista en 2018, Panamá se fortaleció dentro de Concacaf y ahora aparece como un equipo más maduro, tácticamente ordenado y con un crecimiento sostenido. En el bombo 3 puede ser visto como accesible para algunos, pero tiene una estructura colectiva que suele complicar a rivales más talentosos. Sus chances dependerán de si logra sostener partidos largos sin desordenarse defensivamente.

Egipto: la potencia africana con hambre mundialista

Egipto es una presencia que impone respeto. Acostumbrado a pelear en Copa Africana de Naciones, combina jerarquía individual, velocidad en ataque y un estilo que puede alternar presión alta con bloque bajo. Su gran deuda sigue siendo regularidad en Mundiales, pero su potencial lo ubica como una de las selecciones de mayor peso específico en el bombo.

Argelia: jerarquía y experiencia continental

La selección argelina es otro de los gigantes africanos que asoma en el bombo 3. Con una generación talentosa que ya supo destacarse a nivel continental, Argelia puede ofrecer intensidad, buen pie y una estructura que conoce partidos de máxima exigencia. Es un rival que podría ser "rompegrupos": capaz de vencer a cualquiera en una buena noche.

Escocia: el retorno de una histórica

Escocia vuelve a los primeros planos con la ilusión de asentarse nuevamente en un Mundial. Su estilo físico, vertical y de mucha agresividad defensiva suele complicar a selecciones más técnicas. Aunque no llega entre las favoritas, tiene un nivel parejo y competitivo que puede convertirla en un obstáculo serio, especialmente en partidos cerrados.

Paraguay: el sudamericano que siempre compite

Paraguay, fiel a su tradición, llega como una selección dura, ordenada y con carácter. Aunque su presente no es tan dominante como en décadas anteriores, mantiene rasgos que la vuelven peligrosa: intensidad en la marca, fortaleza en el juego aéreo y capacidad para adaptarse al rival. Su ubicación en el bombo 3 puede ser ventajosa si logra un grupo equilibrado.

Túnez: orden, disciplina y sorpresa posible

El seleccionado tunecino aparece como otro de los representantes africanos que puede dar dolores de cabeza. No suele brillar, pero sí competir: defensa ordenada, mediocampo trabajador y transiciones rápidas. En grupos parejos suele capitalizar errores ajenos y tiene antecedentes de frustrar a selecciones superiores en el papel.

Costa de Marfil: talento y potencia física

Costa de Marfil es una de las selecciones africanas más peligrosas por su mezcla de fuerza física, velocidad y habilidad individual. Su techo puede ser muy alto si logra equilibrio defensivo. En un Mundial de 48 equipos, es de los que puede aspirar sin complejos a clasificarse a la siguiente ronda.

Uzbekistán: el emergente asiático

Uzbekistán es uno de los equipos menos tradicionales del bombo, pero no por eso debe ser subestimado. Con un proceso de crecimiento sostenido en Asia, un estilo ordenado y buena técnica, es el prototipo de selección que no tiene nada que perder y mucho que ganar. Puede ser una sorpresa si el sorteo le entrega un grupo accesible.

Qatar: el anfitrión reciente que busca una nueva identidad

Tras su participación como local en 2022, Qatar vuelve a la Copa del Mundo con la necesidad de demostrar que puede competir sin el impulso del público y la localía. Su nivel táctico y preparación física siempre fueron sus puntos fuertes. En el bombo 3 puede encontrar rivales directos para pelear un segundo puesto.

Arabia Saudita: experiencia mundialista y disciplina

Arabia Saudita es una selección habituada a competir en Mundiales. Su estructura táctica suele ser sólida y su físico, cada vez más firme. Si bien no es candidata, protagonizó grandes sorpresas (como la histórica victoria ante Argentina en 2022) y mantiene esa capacidad para golpear en momentos clave.

Sudáfrica: potencia física y ritmo

El conjunto sudafricano llega al bombo 3 con la expectativa de reencontrarse con una identidad competitiva. Es un equipo fuerte físicamente, con mucha velocidad, y que suele crecer en partidos de presión. Su desafío será sostener regularidad y evitar desconexiones defensivas.

El Bombo 3 es, quizás, el más impredecible del sorteo: contiene selecciones capaces de dar batacazos, equipos históricos que pueden recuperar protagonismo y países emergentes con potencial sorpresa.

Para los favoritos del Bombo 1 y Bombo 2, el cruce con uno de estos conjuntos puede marcar la diferencia entre un grupo cómodo y uno extremadamente disputado. #AgenciaNA