Leona y abogada encaminada
02/11/2020 | 23:23 | Cambió prioridades al posponerse los Juegos: se focalizó en su carrera universitaria y en la tarea solidaria en un merendero en Santiago del Estero que se levantó de cero. Reflexiones y anécdotas de una atleta todoterreno.
Delfina Merino está exultante. Y festeja. Sale al balcón de su habitación y aprieta el puño con un “vamos” solitario. Sus compañeras aún están en el gym, por eso se toma una licencia: cruza a la playa, respiraba profundo y camina, feliz, relajada, sabiendo que ha alcanzado el objetivo.
En este caso no ha sido un gol clave ni tampoco ha ganado un título nuevo con Las Leonas. Se trata de un logro personal muy especial: en la concentración del seleccionado argentino en ese balneario bonaerense, acaba de rendir –y aprobar, sabría después- la última materia teórica en la carrera de Derecho que hace 12 años cursa en la Universidad de Buenos Aires.
Un sueño propio –y familiar- que está muy cerca de cumplirse. En diciembre, si aprueba un trabajo práctico restante, será abogada. Y lo habrá hecho mientras, en el camino, ganó un Mundial (2010), cinco Champions Trophy y fue la mejor jugadora de hóckey del mundo (en 2018). Dos carreras paralelas que arrancaron en 2009: el estudio, en la UBA tras un año de CBC, y el deporte en nuestro mítico seleccionado de hóckey sobre césped que el mundo conoce como Leonas.
Delfina pasó buena parte de las últimas dos concentraciones de Las Leonas estudiando para ese examen.
-¿Qué significa este título en tu vida, con qué victoria lo comparás? ¿Es como una medalla de oro o ser la mejor del mundo?
-Es difícil (piensa). Ahora me da un poco de miedo asegurarlo, en diciembre te digo (se ríe), pero si bien esto es un gran logro en mi vida, también es verdad que mis prioridades siempre fueron mi familia y amigos, luego el hockey y después recién el estudio. Pero tengo claro que en el futuro eso cambiará. Como no se puede vivir del hockey, este título me permitirá tener otras opciones cuando me retire.
-¿Y te ves ejerciendo de abogada?
-Sí, claro, no sé si litigando en Tribunales, pero me gusta mucho y tener el perfil (se ríe). Soy de pelearla, justiciera, me identifico mucho con la profesión. Además, en el Derecho hay muchas puertas y ojalá la pueda relacionar con el deporte. A las otras Leonas siempre las jodo y les digo ‘yo las voy a defender cuando necesiten, quédense tranquilas’.
Para Delfina, como para toda la población mundial, fue un año distinto y especial. Que, además de aprovechar para estudiar, intentó no aflojar en otra de sus pasiones: la ayuda social.
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Recuerda de aquel inicio hace dos años en el merendero Las Trincheras de Icaño, un pueblo de 2.000 habitantes ubicado a 180 kilómetros de Santiago.
-Has demostrado tener mucho compromiso, pese a todas tus actividades y obligaciones que tenés. ¿Qué te genera ayudar en tu vida?
"Siempre digo que soy una agradecida, una privilegiada de encontrar un proyecto como Weber SG que me ayude a ayudar, porque sola es muy difícil. Yo sólo soy el nexo entre la empresa y la gente".
Por lo pronto, mientras tanto, Merino volvió a Buenos Aires tras la concentración en la costa. “Nos fue muy bien en Cariló, aprovechamos a full el entorno, la arena y el lugar que nos dieron gracias a la gestión del Enard y la Confederación. Fuimos unas privilegiadas de tener todo a disposición para seguir evolucionando como equipo. Tenemos una preselección joven y estamos aprovechando este momento sin competencia”, explica Delfina, quien quiere ir paso a paso, sin prometer nada para Tokio.
“Por ser las Leonas, por nuestra historia, debemos aspirar a lo máximo, pero el tiempo dirá para qué estamos. El sueño está, siempre estará, pero todavía es temprano para asegurarlo”, opina. Lo seguro que estará es el compromiso. El que mostró para continuar con su solidaridad y quedar a un pasito de ser la abogada Merino.
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