Andrea Berrino logró llegar a semifinales en Budapest.

Mundial de Budapest

La historia de superación de Berrino, la cordobesa récord

28/07/2017 | 17:05 | La nadadora bajó dos veces el tiempo argentino en 50 m espalda en el certamen ecuménico. Antes, dejó atrás adversidades que casi la alejan del deporte. "Es levantarse e ir adelante", dijo a Cadena 3.

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Berrino: ''Siempre hay obstáculos, pero es levantarse e ir para adelante'' (Nadadora)

Andrea voló en el agua. Los 50 metros parecieron transformarse en apenas unos centímetros con la velocidad con la que los recorrió, la misma con la que logró levantarse una y otra vez ante los obstáculos que le puso la vida.

Budapest la vio triunfar y el haber quebrado dos veces en un día el récord argentino será el estandarte que podrá llevar día a día, ese que mirará con orgullo y la tranquilidad de saber que su lucha tuvo premio.

Cuando tenía 16 años, le dijeron que no podía nadar más en el alto rendimiento, tras sufrir una tendinitis en el hombro izquierdo, derivada de un problema congénito. Interminables horas entre médicos, amenizadas con el apoyo de su entrenador, Federico Rossi, le ayudaron a superarla.

Pero el camino le depararía otra piedra. Una trombosis en su pierna derecha amenazó con alejarla de nuevo de las piletas. Ella se levantó y volvió. Con la mira puesta en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, entrenó duro. Pero su ilusión otra vez se desmoronó: se rompió un dedo y no pudo viajar a Brasil. Lo que no se desmoronó fue su fe inquebrantable en cumplir su sueño. Y la capital de Hungría le dio la razón.

Andrea Berrino nació en Río Tercero hace 23 años y en julio de 2017 le llegó su gran momento. En el Mundial de Budapest bajó dos veces el récord argentino en 50 metros espalda, al marcar 27,96, primero, y 27,80 después. Llegó a semifinales y acarició la final, al quedar sólo a 20 centésimas.

“Estoy muy contenta, es un tiempo que buscaba hace mucho. Hace más de un año no bajaba mi marca. Acceder a una semifinal era uno de los objetivos", señaló a Cadena 3 la deportista.

Cabe remarcar que, desde que Georgina Bardach logró avanzar a las finales de 200 y 400 metros combinados en Melbourne en 2007, ninguna mujer argentina había logrado clasificar a "semis" de un Mundial de pileta larga.

"Se valoran las cosas después que cuestan el doble de esfuerzo, pero el alto rendimiento es así. Siempre hay obstáculos y cosas que superar, pero es levantarse e ir para adelante, que los resultados van a llegar, y confiar en el equipo de trabajo, mi entrenador, mi familia y mi equipo de médicos y fisioterapeutas", agregó.

En ese sentido, la tiene clara. "Si bien es un deporte individual, no hubiera llegado acá sin la gente que estaba conmigo", sostuvo, feliz de portar su nueva marca, premio al esfuerzo y a no bajar nunca los brazos. Pero, fiel a su estilo, Andrea seguramente no se conformará con ella e irá por más.

Entrevista de Jorge Parodi