Jannik Sinner, el actual número uno del tenis, se une a Carlos Moyá como entrenador en 2026

El tenista italiano Jannik Sinner, actual número uno del ranking mundial, anunció un cambio significativo en su equipo técnico, decidiendo asociarse con el reconocido Carlos Moyá a partir de 2026. Esta decisión se produce tras un exitoso ciclo junto a Darren Cahill, quien ha sido clave en la carrera ascendente de Sinner, llevando su trayectoria a la cima.

Carlos Moyá, destacado extenista que ocupó el primer puesto en el ATP y ganó Roland Garros en 1998, asumirá el cargo de entrenador principal tras superar a competidores de alto calibre como Boris Becker, Ivan Ljubicic y Renzo Furlan en el proceso de selección. Su experiencia jugando junto a Nadal durante siete años lo convierte en un candidato ideal para guiar a Sinner en su carrera profesional. 

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Esta colaboración se concretará al final de la temporada 2025, cuando Sinner y Cahill finalicen su exitosa asociación. Durante su tiempo juntos, el joven tenista de San Candido logró alcanzar el primer puesto del ranking en Roland Garros 2024 y ganó tres títulos de Grand Slam: dos en Australia (2024 y 2025) y uno en el US Open (2024). Cahill, que había anticipado su retiro del tenis como entrenador a tiempo completo, ha sido una figura crucial en el desarrollo de Sinner.

La incorporación de Moyá no solo se percibe como un cambio táctico, sino también como un fuerte compromiso con el legado en el deporte del tenis. Con su vasto conocimiento y experiencia en situaciones de alta presión, Moyá buscará maximizar el potencial de Sinner, quien a sus 23 años ya exhibe la mentalidad y ambición de un campeón consagrado.

La decisión de Sinner de reforzar su equipo con una figura de la talla de Moyá envía un mensaje claro a la comunidad del tenis: su visión no se limita a mantenerse en la cumbre, sino que anhela crear un legado propio que resalte su figura en la historia de este deporte. Con esta alianza, Sinner podría estar comenzando un nuevo capítulo en su carrera, donde las expectativas son tan altas como su ambición.