Ese curioso día en que Francia utilizó la camiseta de un pequeño club argentino

La historia de la Copa del Mundo está repleta de anécdotas sorprendentes, desde su primera edición en 1930. Una de las más peculiares ocurrió durante la edición de 1978, que se llevó a cabo en Argentina, y tuvo como protagonista a la Selección de Francia.

El 10 de junio de 1978, las selecciones de Francia y Hungría, ya fuera de la competencia, cerraron el Grupo 1 del Mundial en un encuentro de escasa relevancia. Pese a ser un sábado, solo 23.127 espectadores estaban presentes en el estadio.

Los húngaros cumplían con la normativa de la FIFA y decidieron usar su indumentaria blanca en lugar del rojo, para evitar confusiones con la camiseta azul de Francia al ser transmitido en televisión en blanco y negro.

Lo inesperado ocurrió cuando el equipo francés optó por hacer lo mismo. Justo antes del inicio del partido, ambos equipos se encontraron en el campo de juego con camisetas blancas, sin ninguna posibilidad de cambiarse.

Una solución a lo argentino

Ante esta situación, los organizadores del evento hallaron una simple pero eficaz solución: buscar indumentaria entre los clubes locales para resolver el problema de manera rápida.

Se dice que los directivos de Francia se acercaron primero a las instalaciones de Boca Juniors en Mar del Plata, pero finalmente optaron por contactar a Kimberley, un club local. Carlos “Pocho” Cubero, tío del exjugador de Vélez Fabián Cubero, y el utilero Agustín Vallejo se hicieron rápidamente a bordo de un Ford Falcon, que el primero usaba como taxi.

Con un tráfico mínimo debido a ser sábado, la dupla recorrió en poco tiempo los 5 kilómetros que separaban el estadio de la sede del club, según relata el diario La Capital de la “Ciudad Feliz” sobre el acontecimiento.

Al llegar, Vallejo tuvo que romper un candado para acceder a la indumentaria de Kimberley. Finalmente, logró obtener un conjunto de camisetas blancas y verdes, con números negros y sin logotipos, que el equipo francés utilizó.

Aunque los números de las camisetas no coincidían con los de los pantalones de la selección, fue suficiente para que el partido se llevara a cabo. Francia logró imponerse por 3 a 1 a Hungría en este insólito encuentro, quedando grabado como un curioso episodio en la historia del Mundial.