Santilli y la pelea por el voto “ñoño republicano”

La política argentina presenta curiosidades que merecen ser analizadas. En la reciente elección del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo, representado por La Libertad Avanza, pierde el apoyo de sectores modelados. Este hecho genera inquietud en el gobierno, que había confiado en un acuerdo con el PRO para atraer a esos votantes.

Sin embargo, acordar con los dirigentes no siempre se traduce en seducir a los votantes. Esta ausencia de apoyo popular provoca escozor en La Libertad Avanza, y la reciente candidatura de Santilli surge como una oportunidad para recuperar al menos una parte de ese electorado. La pregunta que queda es, ¿con qué argumentos intentará el oficialismo atraer a ese porcentaje significativo de votantes, casi 2 millones en la provincia?

Un análisis más amplio revela que esta situación no se limita a Buenos Aires. Distritos como Córdoba, Santa Fe y la propia ciudad de Buenos Aires también enfrentan un votante crítico. Este sector apoya algunos aspectos de la política oficialista, como la baja de la inflación, pero mantiene una postura crítica respecto a la institucionalidad y el estilo presidencial.

El presidente y sus estrategas intentan captar la atención de este electorado. Ayer, se realizó un acto que, aunque disfrutado por su núcleo duro, plantea interrogantes sobre su impacto en el sector medio que ha acompañado al oficialismo sin militancia activa.

La situación ha cambiado la agenda mediática, que hasta hace poco estaba dominada por el escándalo Espert y la volatilidad financiera. Este cambio es positivo para el oficialismo, pero no es suficiente. Se requiere de argumentos sólidos y mensajes claros para seducir a un votante que se muestra crítico y bien informado.

El desafío que enfrenta el oficialismo es monumental. Convencer a un electorado que observa con desconfianza y que exige más que un simple espectáculo. El camino hacia la recuperación del voto crítico está lleno de obstáculos que requieren de un esfuerzo genuino y sostenido.