La autonomía de la AFA la blinda de la política local

La autonomía de la AFA se convierte en un tema crucial en el contexto del fútbol argentino. Esta autonomía, que se blindó de la política local, permite que la AFA maneje sus asuntos sin interferencias externas, lo que históricamente ha sido un salvavidas ante conflictos que han llevado a la exclusión de países de competencias internacionales. 

La FIFA, en este sentido, ha mantenido un principio fundamental: cualquier desacuerdo debe ser negociado en su instancia, no en la legislación local.

En los últimos 50 años, se han documentado al menos 20 casos de interferencia local en asociaciones de fútbol, lo que ha generado conflictos significativos. Esta situación ha llevado a que líderes de la AFA, como "Chiqui" Tapia, actúen con una autonomía relativa frente a la política local. 

Esta dinámica se ve reforzada por el reciente cambio de sede legal de la AFA a Ezeiza, lo que la coloca bajo la jurisdicción de la Dirección Provincial de Personas Jurídicas de Buenos Aires y no de la Inspección General de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires.

Este movimiento no solo refleja un cambio administrativo, sino que también permite que la AFA evite regulaciones más estrictas. Además, el Estadio de La Plata se convierte en un punto estratégico, ya que se modernizará para albergar partidos importantes que antes se jugaban en otros escenarios. 

Sin embargo, muchos hinchas de fútbol se preguntan sobre la intervención de la AFA ante situaciones de manipulación de arbitrajes y modificaciones de actas, ya que cualquier intervención podría resultar en la desafiliación del país del Mundial.

En este contexto, la AFA también ha realizado inversiones significativas en Miami, donde ha establecido nuevas oficinas que se relacionan con la selección nacional. 

Estas oficinas estarán encargadas de seguir a los talentos argentinos que juegan en Europa, asegurando que no se pierdan para el fútbol argentino. Sin embargo, la situación se complica con las investigaciones en curso en Argentina, lo que plantea interrogantes sobre el origen de estas inversiones y su posible conexión con actividades ilícitas.

La AFA se encuentra en una encrucijada, donde la autonomía y las inversiones internacionales deben ser manejadas con cautela, especialmente en un entorno donde la política y el deporte a menudo se entrelazan de maneras complejas. La vigilancia sobre estas dinámicas será crucial para el futuro del fútbol argentino.