El Museo Bar de la Mona guarda celosamente la historia y la obra del Mandamás.

Orgullo cordobés

Ruta del cuarteto: cinco míticos lugares que invitan a repasar su historia

06/06/2023 | 10:38

Se encuentran en distintos puntos de la ciudad y forman parte de la historia del género musical cordobés. Todos se pueden visitar.

Redacción Cadena 3

1. Museo bar de La Mona

Ubicado en la zona norte de la ciudad, el museo bar se convirtió en un templo donde los fanáticos pueden ir a sentirse cerca del Mandamás. A través de  fotos, videos, sus trajes, su calzado y también sus premios, el museo invita a repasar su historia y a sumergirse en su universo.

El lugar cuenta además con un bar, allí se puede disfrutar de un amplio menú de opciones, todas inspiradas en clásicos del Mandamás del cuarteto. La propuesta permite entonces, degustar algo rico y disfrutar de distintos elementos emblemáticos de su carrera a la vez.

El Museo Bar tiene un escenario en el que, cada fin de semana, distintos artistas ponen al público de pie con sus canciones a puro ritmo. Incluso, el Mandamás también suele aparecer sorprendiendo a los presentes.

2. Escultura dedicada a Leonor Marzano

Este monumento local es de tamaño natural, ostenta un brillante dorado y muestra a la responsable del tunga tunga tocando el piano con anteojos. 

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Fue inaugurada en el año 2015 para conmemorar el Día del Cuarteto. Está emplazada en el Paseo de la Fama, en la Calle San Martin 200. Es un área peatonal, por lo que quienes transiten por allí, podrán sacarse una foto con Leonor Marzano y por qué no tirar unos pasos.

3. Estadio Sargento Cabral

El "templo cordobés", se encuentra en una emblemática esquina sanvicentina marcada por las cales Sargento Cabral y Junín. 

Hace ya 48 años que "El Sargento" hace bailar a los cordobeses. Su historia con el cuarteto comienza en 1975. El 15 de noviembre de ese año se hizo el primer baile y fue de la mano de Cuarteto Leo y Doble Cuarteto. Sin embargo, el lugar era muy diferente en aquella época: había mesas y sillas dispuestas a lo largo de todo el salón. Con el tiempo, esto fue cambiando, hasta lograr las características que conocemos actualmente. 

El Monumental Sargento Cabral se convirtió en el templo de la misa monera. Cada viernes, los fanáticos se daban cita para disfrutar de los interminables shows de Carlos "La Mona" Jiménez. El 6 de marzo del 2020 fue el último: la fiesta se vio interrumpida por la irrupción de la pandemia por el COVID 19.

4. Bon Q' Bon 

Se encuentra en una de las esquinas más transitadas de la ciudad, la de las avenidas Olmos y Maipú. Nació en el 1974, gracias a Rodolfo Micolini y a otros dos socios, que decidieron abrir, tal como le canta La Mona, "entre Olmos y Maipú de mi Córdoba querida, ahí justito en esa esquina, el barcito Bon que Bon”. Luego, pasó a mano de otros dueños, que conservaron el  nombre. 

Muy cerquita del Bon Q' Bon, se encontraba la antigua Radio LV2, por lo que se convirtió en el lugar de reunión de locutores, sonidistas, y muchos artistas, pero especialmente cuarteteros. En poco tiempo se convirtió en la oficina cuartetera de todas las orquestas de la época.

En la década del 80 el lugar pasó a manos del actual dueño, que decidió cambiar el nombre a "New Bon" por cuestiones legales. Sin embargo, en el 2004 La Mona Jiménez volvió a grabar la canción en vivo y el antiguo bar recuperó su nombre original y lo conserva hasta la actualidad. 

El Bon Q' Bon está abierto las 24 horas, los 365 días del año. Sus paredes hablan y cuentan historias sobre los personajes que por allí pasaron. Sentarse en el Bon Q' Bon a disfrutar un café, es sentarse en una de las esquinas protagonistas de la historia del cuarteto cordobés.

5. Esculturas de la Mona y el Potro Rodrigo

Ambas se encuentran en el renovado Paseo del Buen Pastor, en el barrio Nueva Córdoba. 

Realizada en bronce por el artista plástico Fernando Pugliese, la figura de la máxima leyenda viva del cuarteto resume una prolífica carrera artística que alcanza ya los 90 discos editados desde su debut a los 16 años junto al Cuarteto Berna, su paso por el Cuarteto de Oro y su carrera solista.

La del Potro Rodrigo fue realizada por el mismo artista. Realizada en fibra de vidrio, la escultura que destaca sus rasgos y gestos fotogénicos, su ademanes clásicos y el pelo teñido que llevaba como firma, se presenta como una instantánea exacta de la meteórica y fugaz carrera con la que, entre muchos otros logros, alcanzó a llenar 13 estadios Luna Park en Buenos Aires e inmortalizar la canción “La Mano de Dios” en homenaje a Maradona.

Informe de Agustina Airut.

Te puede Interesar