Qatar, ¿el invitado sorpresa?

Así como en el sur del continente hay mucha tierra, pero pocos países, en la Conmebol hay mucho prestigio, pero pocas selecciones. En una época era suficiente con Brasil, Argentina y Uruguay, pero los tiempos cambiaron. O mejor dicho: los negocios cambiaron. Las expansiones globales demandan un torneo atractivo, no alcanza con diez selecciones, por eso hacen falta invitados y esta vez la bola cayó en el exótico casillero de Qatar.

El combo qatarí cierra por todos lados: a la selección asiática le sirve jugar la Copa América pensando en el Mundial del 2022 y a la Conmebol tener al organizador de dicha competencia es como tirar el anzuelo en un mercado donde nadan potenciales clientes y patrocinadores. Además, que haya doce participantes permite armar tres grupos de cuatro, algo que con diez, lógicamente, sería imposible.

En lo estrictamente deportivo, Qatar es una incógnita. Sus últimos resultados muestran un crecimiento sostenido que llegó al pico en febrero de este año cuando ganaron por primera vez en la historia la Copa Asiática, nada menos que frente a Japón, con el español Félix Sánchez Bas como técnico y Almoez Alisería como goleador y figura. Además, ganaron los siete partidos de la competencia y sólo perdieron tres de los últimos veinte que disputaron.

A Sánchez Bas lo buscaron por su trabajo en las inferiores del Barcelona. Llegó a Qatar en el 2006 para formar parte de la Academia Aspire, donde los futbolistas cataríes entrenan durante la semana; el finde, van a sus clubes. Después de ser campeón continental con la Sub 19, agarró la mayor en el 2017. En la Copa América, además de roce buscaran hacer un digo papel: el debut será ante Paraguay, luego Colombia y, por último, la Argentina de Messi.