Copa América
19/06/2019 | 16:49 |
"La Albirroja" siempre fue, lo que se dice, un hueso duro de roer, pero históricamente le costó superar ese nivel. El gran dilema para Eduardo Berizzo pasa por ordenar la sucesión.
Mauricio Coccolo
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La selección paraguaya siempre fue, lo que se dice, un hueso duro de roer, pero históricamente le costó superar ese nivel. Apenas en dos ocasiones Paraguay se quedó con la Copa América. La primera fue en 1953, de la mano de Manuel Fleitas Solich y ganándole dos veces a Brasil. La segunda, y última consagración, fue en 1979, gracias a futbolistas de la talla de Julio César Romero, Carlos Kiese, Flaminio Sosa y Eugenio Morel, entre otros.
Paraguay llega a la Copa América después de navegar en aguas convulsionadas. No clasificar para los últimos dos Mundiales caldeó los ánimos y redujo los niveles de paciencia. La elección de Osorio como entrenador no fue una buena idea para encarar la reconstrucción: el técnico colombiano renunció a cinco meses de asumir. Su reemplazante, Eduardo Berizzo, apenas está dando los primeros pasos y apuntan más hacia Qatar que a Brasil.
El gran dilema para Berizzo pasa por ordenar la sucesión. Se acabó el tiempo de los históricos como Villar, Da Silva y Santa Cruz (aunque algunos, como “Tacuara” Cardozo, aún subsisten) y llegó la hora de muchos jugadores que habitan las mejores ligas del mundo: Miguel Almirón, Cecilio Domínguez, Antony Silva, Gustavo Gómez, Junior Alonso, Matías Rojas, Juan Iturbe y Oscar Romero. Material tiene, ahora dependerá de la habilidad del técnico para mezclarlos.
En las especulaciones previas, Paraguay corre desde atrás en un grupo donde los favoritos son Argentina y Colombia, con Qatar como gran incógnita.