No fue de Pelé ni de Maradona: ¿será de Messi?

Copa América

No fue de Pelé ni de Maradona: ¿será de Messi?

04/06/2019 | 19:34 |

El torneo continental fue, hasta aquí, esquivo a las aspiraciones de los tres mejores jugadores de la historia. El brasileño sólo jugó una edición, Diego tres y el rosarino va por la quinta.

Gabriel Rodríguez

No hay dudas de que Pelé, Maradona y Messi marcaron una época en el mundo del fútbol, no sólo por sus logros, sino también porque a partir de ellos el deporte más popular de todos generó un después. Al brasileño le hemos buscado un sucesor hasta la aparición de Diego y soñamos con darle la corona a los Ortega, Gallardo, Garnero, Aimar y Riquelme, hasta que Messi dijo “acá estoy yo”.

Compararlos ha sido y es un juego a veces tedioso y en ese contexto, en el que sacamos diferencias a favor o en contra de uno y otro, existe algo que los emparenta a más no poder: es que ninguno fue campeón de la Copa América.

¿Cómo es posible que jugadores del calibre del que hablamos no hayan levantado el máximo trofeo del continente? Sí, puede suceder y de hecho sucedió.

Veamos. Con el flamante título en Suecia y con apenas 18 años, Edson Arantes Do Nascimento jugó el Sudamericano (nombre que se mantuvo hasta 1967 cuando cambió a Copa América) de Argentina en 1959. Confirmando que su irrupción en el Mundial de 1958 no fue mera casualidad, terminó el certamen como goleador de un Brasil que lo jugó con la base del equipo campeón.

Llegó al partido decisivo ante Argentina en cancha de River, con 7 goles en 5 partidos pero un punto debajo del seleccionado nacional en el que brillaban Pizutti, Varacka, Griguol y Cap. Pelé marcó el tanto del empate (1-1) pero como a Argentina había ganado todos sus partidos le alcanzaba con la igualdad. Brasil padeció el empate ante Perú y debió conformarse con el subcampeonato.

Y esa fue la única vez que el tres veces campeón del mundo jugó el torneo porque luego hubo en Ecuador una edición extraordinaria en la que Brasil fue con un seleccionado “B”, en Bolivia 1963 la Confederación Brasileña llevó un plantel distinto a los campeones del Mundial de Chile, en Uruguay 1967 no participó y en 1975 cuando se volvió a disputar, Pelé ya había cerrado las puertas de su selección.

El caso de Diego

Apenas tres jugadores del campeón en 1978 (Passarella, Gallego y Valencia) llevó César Menotti a una Copa América que no tuvo sede fija en 1979. Para el Flaco fue un banco de pruebas en un equipo que incluyó a Diego Maradona con un llamativo número “6” en su camiseta.

Argentina perdió con Bolivia en la altura y con Brasil en Rio de Janeiro 2-1; le ganó a los bolivianos 3-0 de local con Diego anotando su primer tanto en el seleccionado y empató ante los brasileños. Estos resultados lo despidieron prematuramente del certamen.

En 1983 Diego no jugó pero volvió en la Copa disputada en Argentina en 1987, ya consagrado en México y además siendo el mejor futbolista del planeta. Una agria cuarta posición tras perder con Uruguay en semifinales y con Colombia por el tercer puesto fue el resultado de un equipo que no encontró soluciones en Maradona, autor de tres goles (uno a Perú en el debut y dos a Ecuador).

Tuvo una posibilidad más: Brasil 1989, pero fue tan frustrante como la de dos años atrás. No fue cuarto Argentina, pero terminó tercero con una deplorable campaña de apenas dos goles en siete partidos, con un Maradona que en la ronda final frente a Uruguay estrelló un remate, desde la mitad de la cancha, en el palo.

Ya en 1991 purgó una de las suspensiones por doping y dos años después estaba peleado con el entonces DT Alfio Basile.

¿Y Messi cuándo?

¿Será la quinta la vencida? Messi, a diferencia de ediciones anteriores, arriba de capa caída desde lo emocional tras perder de manera increíble la serie de Champions con Liverpool y la Copa del Rey a manos del Valencia.

Intregró y lideró en 2007 en Venezuela una selección de gran despliegue futbolístico pero que cayó sin atenuantes la final ante Brasil, recordando de Leo un impresionante gol ante México.

La revancha llegaba en casa en 2011 pero jamás pensó lo que le sucedió: criticado por la prensa, sin goles convertidos, un bajo nivel individual y lo más cruel: una estruendosa silbatina de los hinchas en la cancha de Colón tras caer por penales ante Uruguay en cuartos de final.

Más reciente fueron dos copas América muy parecidas: la de Chile 2015 y la de Estados Unidos 2016, con un seleccionado que arribó a sendas finales ante los trasandinos casi sin oposiciones y acabó frustrado en ambas ocasiones dando lugar a todo tipo de conjeturas, sumado a que traía consigo la final del Mundial de Brasil, también perdida.

En Estados Unidos retumbó una frase suya: “se acabó el seleccionado para mí”, que quedó en una mera expresión de definición en caliente.

No pudo Pelé, no pudo Maradona y hasta aquí Messi tampoco levantó la copa. Argentina no llega como candidata: ya lo dijo su técnico, que también plantea demasiadas dudas. Pero si hay una luz al final de un túnel, se la debemos sólo a él.