Consejos para cuidar tu ropa: elige el ciclo de lavado adecuado

Si alguna vez sacaste tu camisa favorita de la lavadora solo para darte cuenta de que se había desteñido o encogido, conocés la frustración que puede causar este error de lavandería. Expertos en limpieza han compartido sus conocimientos y se ha investigado sobre cómo elegir un ciclo de lavado que prolongue la vida de las prendas.

Lavar la ropa en agua fría no solo extiende su durabilidad, sino que también es mejor para el medio ambiente y puede reducir tus costos de energía. Sin embargo, hay ciertos artículos que realmente necesitan ser lavados en agua caliente. A continuación, se detallan cuándo utilizar el ciclo de lavado en agua fría y cómo beneficia tanto a tu guardarropa como al entorno.

Un estudio realizado en 2020 por la Universidad de Leeds en el Reino Unido, en colaboración con Procter & Gamble, demostró que cambiar a un lavado más fresco y rápido no solo mantiene la ropa con un aspecto más nuevo durante más tiempo, sino que también ahorra energía y reduce la cantidad de microfibras y tintes que se filtran al medio ambiente.

Según los investigadores, cada carga de ropa libera cientos de miles de microfibras, que son hilos diminutos que pueden terminar en océanos y playas, donde permanecen durante años y son a menudo ingeridos por criaturas marinas. Este estudio, aunque tiene cinco años, es relevante porque fue el primero en analizar específicamente cómo la duración del ciclo de lavado afecta no solo al medio ambiente, sino también a la longevidad de la ropa y a la resistencia del color.

Para simular cargas de lavandería promedio en los hogares, los investigadores lavaron 12 camisetas oscuras y ocho de colores brillantes de un proveedor de ropa deportiva del Reino Unido (entre las marcas se encontraban Gildan, Russell y Hanes) utilizando lavadoras convencionales y cápsulas de detergente Ariel para medir el desvanecimiento, la pérdida de microfibras y la liberación de tintes en las aguas residuales.

Los investigadores compararon dos temperaturas y duraciones de ciclo: un ciclo de 30 minutos a 25°C (77°F) con un ciclo de 85 minutos a 40°C (104°F), ambos con un centrifugado a 1,600 revoluciones por minuto (RPM) durante 16 ciclos cada uno. La ropa lavada en el ciclo más cálido y prolongado perdió color más rápidamente, desprendió más fibras y liberó más tinte en el agua. En cambio, el ciclo más corto y frío redujo la liberación de microfibras en las aguas residuales hasta en un 52% y disminuyó la transferencia de tinte en hasta un 74%.

Según el Energy Saving Trust, bajar la temperatura de lavado también reduce el consumo de energía por carga en aproximadamente un 66%, demostrando que los lavados más frescos y cortos son una triple victoria: beneficiosos para la ropa, para el medio ambiente y para tu factura de energía.

"Estamos cada vez más familiarizados con la amenaza ambiental que representa la moda rápida desechable, pero también sabemos que los consumidores afirman que su ropa puede perder su forma, suavidad y color después de menos de cinco lavados. Esto significa que es más probable que las desechen mucho antes de que estén realmente desgastadas", concluyeron los investigadores.