Los mecánicos de Red Bull festejan enloquecidos, Max supera a Lewis en Abu Dabi

Después de las carreras

Los puntos altos y bajos del Gran Premio de Abu Dabi

14/12/2021 | 14:55 | El inolvidable desenlace del Campeonato Mundial 2021 de Fórmula 1, analizado haciendo foco en los 'más' y los 'menos' de sus principales protagonistas: Verstappen, Hamilton, Red Bull y Mercedes.

Un recién coronado campeón mundial, Max Verstappen, todavía en el circuito, le describía sus sensaciones sobre la definición del GP de Abu Dabi a la TV oficial de F1 como de 'montaña rusa'. Poco después, el jefe de su equipo, Christian Horner, empleaba el mismo término: "Fue como estar en la montaña rusa".

Habían pasado un par de horas, desde la carrera, y el rostro del holandés seguía reflejando una excitación que no suele demostrar; pero tanto su emocionalidad, como esa sensación subir y bajar bruscamente en la incertidumbre del resultado fue la misma que atravesaron todos los espectadores y telespectadores del maravilloso 'show deportivo' con el que la Fórmula 1 cerró uno de sus años más perfectos.

Quienes tuvimos la oportunidad de ver los veintidós grandes premios -como, también los que solo se asomaron a este final increíble- disfrutamos la carrera metro a metro, minuto a minuto, cambio por cambio y todos sus golpes de escena. Una película no habría estado mejor contada y, sin embargo, esto fue real.

Tan real, que hasta tuvo el mal detalle de Mercedes AMG F1 presentando una reclamación insostenible, después de la carrera, que la FIA con buen tino desestimó en pocas horas y con claros fundamentos. Al que le gusta ganar, debe saber perder, como hizo su enorme piloto Lewis Hamilton que, tras un 'breve duelo' contenido por su entrenadora personal, Angela Cullen, caminó hacia su rival para darle la mano y felicitarle por la victoria.

Está claro, que esta tremenda definición eclipsó a todo el resto y, con esa licencia, más el argumento de Verstappen de 'montaña rusa', haremos en nuestro último balance en claroscuro que sigue a cada Grand Prix de F1 con lo mejor y lo peor, con la 'fortuna y desventura' que los dos pilotos y los dos equipos que se repartieron los títulos mundiales en este desenlace de campeonato, nos brindaron en el 'sube y baja' de un fin de semana inolvidable. Allá, vamos.

Max Verstappen -Red Bull Racing- P1: El 'joven maravilla' coronó el sueño que lo puso sobre una máquina de competición desde los cuatro años de edad: Ya es el campeón de la F1. Es un caso de estrella precoz, formada por su padre desde la niñez -como lo es también, Hamilton- solo que, en el suyo, papá y mamá fueron pilotos (Jos Verstappen, ex-F1 holandés; y Sophie Kumpen, ex-kartista belga). 

Más allá de todas las cualidades que lo distinguen con una formación técnica exquisita como piloto, Max tiene un temple especial que le permite dominar -casi- completamente sus emociones para seleccionar a cada paso de un fin de semana de GP, o durante la carrera, sus mejores opciones, sosteniendo un perfil agonístico agresivo que lo empuja a buscar el máximo de recompensa posible, sin variar.

Sus puntos altos del fin de semana, fueron:

- Fue el más rápido el viernes en la primera práctica del circuito, con su nuevo diagrama que lo acorta y lo convierte en una pista más rápida.

- Ganó la pole position, el sábado, cuando todo parecía estar dado para perderla con Hamilton. Marcó una vuelta increíble con su primer intento en Q3, que el inglés no pudo revertir.

- Soportó estoicamente la superación de Hamilton en la largada -con mucha más potencia y, tal vez, con algún patinamiento de su RB16B en segunda- y fue directo a recuperarse rápidamente para conseguir el sobrepaso en la Curva 7 -maniobra muy parecida a la que se dio a la inversa la semana pasada en el 'Jeddah Corniche' árabe, pero que no se investigó, como aquella; "una decisión típica", comentó el holandés por radio-.

- Cuando todo parecía perdido y tenía pinta de final en derrota, el holandés aprovechó el golpe de suerte: "los milagros existen", diría el mismo Max, luego. Su equipo lo puso sobre gomas rojas nuevas -las más blandas- para jugarse el campeonato mundial en solo una vuelta de 5,28 kilómetros, después de recorrer 6.600 kms. luchando durante todo el calendario, mano a mano, con el que iba a convertirse en el 'más grande campeón de la historia', si le vencía. Y Max, no titubeó. Max, no falló. Y se convirtió en ese campeón mundial con el que soñó convertirse desde niño.

Sus puntos bajos del fin de semana, fueron:

- En clasificación, aunque siempre está dentro de los riesgos -como lo prueba su accidente de la semana anterior en la Qualy de Jeddah-, un bloqueo en Q2 le obligó a poner gomas rojas para conseguir el tiempo. Con eso, se condicionó a partir en desventaja para la extensión de su primera ventana de cambio de neumáticos del domingo, respecto de Hamilton que largaría con las amarillas.

- En la carrera, son tres momentos y los tres dependen más del auto que de sí mismo, pero hay que señalarlos: en la largada patina un poco en segunda -lo dijo Horner-; cuando 'Checo' para a Hamilton, viene un poco enredado atrás y no logra el acercamiento al inglés; y cuando le ponen la goma blanca -dura- en el VSC de la vuelta 36 y lo desafían a descontar 8/10 por vuelta con el #44, solo lo consigue en una.

Lewis Hamilton -Mercedes AMG F1- P2: El inglés estuvo a nada de consagrarse por octava vez y pasar a ser el más grande campeón de la historia, sitio que comparte hoy con el alemán Michael Schumacher. No es mucho lo que pueda reprochársele, en función de la temporada completa, porque niveló con su destreza la desventaja técnica que sufrió su W12 'Flecha de Plata' en la primera parte del certamen; y facturó con contundencia cuando -desde Brasil, en adelante- su equipo lo colocó en superioridad, sobre todo de potencia. Respecto a la carrera, tal vez, la clasificación fuera el punto débil, pero el resto lo vio en toda su dimensión y del desenlace, fue más responsable su equipo que él.

Sus puntos altos del fin de semana, fueron:

- Lograr responder con contundencia en las prácticas 2 y 3, luego de que Verstappen iniciara los ensayos al mando.

- Una largada perfecta, imbatible, que dejó parado en la pole a Verstappen; y una gran repentización para neutralizar la maniobra de sobrepaso del holandés escapando por fuera de la pista, que los comisarios protegieron desestimando la investigación. Un ritmo alto -a puro récord de vuelta- lo puso pronto a salvo del RB16B #33 que lo siguió siempre desde lejos.

- Un manejo de la goma brillante, le permitió administrarse perfectamente casi toda la carrera. Sobre todo, cuando después del VSC de la vuelta 36, Verstappen intentó estrechar la diferencia de 15" segundo que había entre ambos y el inglés encontró el ritmo que le permitió estabilizarla en 10", derribando el plan de Red Bull de estar cerca para atacarlo con mejor caucho en las vueltas finales.

- La hidalguía con la que felicitó a su vencedor, antes de subir al podio, habla de un gran deportista que reconoce cuando es vencido. Es verdad, que pudo haber forzado o por lo menos preguntado a su equipo en la aparición del último AS si no correspondía cambiar sus gomas que ya tenían cuarenta vueltas, pero también es cierto que son decisiones que les corresponden a quienes tienen el panorama completo y no solo el que se ve desde el cockpit.

Sus puntos bajos del fin de semana, fueron:

- Perder la clasificación. Tenía el auto para ganarla y no lo consiguió. No consideraron buena la idea de servirse de la succión de Bottas, como lo hizo Verstappen con Pérez; un bloqueo le arruinó el primer intento y en el segundo no consiguió batir al holandés.

- En la carrera, está claro que la fortuna no lo favoreció con la aparición del AS a último momento, pero, faltando cinco vueltas, cuando el equipo apostó todas las fichas a que la carrera terminara con AS o que les dejaran los rezagados de 'colchón' en el relanzamiento, debió cuestionarse si no era mejor parar a colocar rojas, él también. 

¿Uds. creen que, hasta en el eventual caso de haber perdido la posición con el #33, la autoridades no hubieran hecho adelantar a todos los autos entre ellos para dejarlos mano a mano, como lo hicieron -efectivamente- a la inversa para cumplir con el compromiso que tomaron a principio de año con los dos equipos de 'dejarlos correr'?

Red Bull Racing -Verstappen, P1; Pérez, ab.-: El cielo los premió, indudablemente. Cuando Mercedes le colocó a Hamilton su nuevo motor en San Pablo, quedaron en desventaja y no tuvieron muchas respuestas con las que contrarrestarlo. Sin embargo, se dedicaron a extremar el aprovechamiento de todas las virtudes que tiene su 'pack', incluido el piloto y arribaron a una verdadera hazaña: Vencer al equipo más fuerte de la historia y al que hubiera sido el más grande campeón de todos los tiempos, si vencía a su 'joven maravilla'.

Sus puntos altos del fin de semana, fueron:

- Encontraron, rápidamente, el camino de puesta a punto de sus autos, desde la primera práctica. Y, aunque, cuando Mercedes encontró el suyo empezó a desnivelarlos con su performance en las rectas, minimizaron la pérdida para cercar la desventaja en ese sector pensando en una estrategia para contrarrestarla.

- Fueron brillantes en clasificación. Tenían 'una sola bala'. Vieron como Hamilton -tranquilo- marcaba el rumbo en Q1 con un gran 1'22"8 que les dejaba a casi 5/10 y cuando Verstappen en Q2 le dejó una marca plana al juego de gomas amarillas -medianos- con el que había bloqueado, lo llamaron sin dudar para ponerle un juego de 'gomas rojas' -blandas- con las que también puso -extremándose- 1'22"8 y se dio cuenta que era competitivo. Claro, solo faltaba saber cuánto más tenía Lewis en la manga y cómo contrarrestarlo, pero tenían un plan. En la Q3, para nivelar la desventaja enviaron a 'Checo' Pérez a la pista delante de Max y el mexicano le dio la succión que necesitaba. Con eso y algunos ajustes de carga pusieron un 1'22"1 que hizo que Hamilton bloqueara en su primer intento de bajarlo. Y que solo lograra un 1'22"480 en el segundo, para quedar a casi 4/10. Una pole realmente de equipo.

- En carrera, se notaron demasiado las diferencias de potencia. Hamilton se les escapó y Verstappen -con muy pocas vueltas- le denunció una pérdida de rendimiento en las gomas traseras. Gestionaron bien las paradas, son los más rápidos para decidirlas y efectuarlas. 

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Con la primera, intentaron aprovechar la posición de Pérez para que contenga a Hamilton. Y lo lograron en demasía, Verstappen recortó una diferencia de más de 5" a un poco más de 1", en esas dos vueltas y se lo reconoció por radio a su compañero: "Checo es una leyenda", soltó. Pero su piloto estaba limitado por el rendimiento del auto y la 'Flecha de Plata' #44 estiró otra vez la brecha a más de 5" segundos. 

Sólo un milagro podría salvarlos. Y... 'miracles happen' (los milagros ocurren), dicen los ingleses. La piña de Nicholas Latifi -que corre con un motor Mercedes- en la vuelta 53 los encontró atentos, como siempre, y no dudaron en llamar a Max a los boxes cuando apareció el AS. Todo fue resolución y no tenían otra chance. Solo sufrieron porque la lentitud con la que se despejaba la pista podría dejarlos sin la bandera verde, de por lo menos una vuelta, que necesitaban; porque Mercedes que ya se sentía campeón se llenó de dudas, dejó su auto en la pista y apostó a que la carrera termine neutralizada o los rezagados impidieran que Verstappen ataque a Hamilton. La pista se despejó, a los rezagados -como sucede en todas las carreras- se les permitió recuperar la vuelta y su piloto quedó mano a mano con su rival. Fue un milagro. Lo demás, ya está contado.

Sus puntos bajos del fin de semana, fueron:

- Solo por citar uno, porque no los hubo en realidad; pero, tal vez, bajar la cabeza tan rápido con la decisión de los comisarios de no investigar la maniobra de la primera vuelta entre Max y Lewis puede señalarse como un punto en el que Red Bull muestra un perfil más bajo que Mercedes, cuyo reclamos son mucho más airados y generalmente encuentran eco.

Mercedes AMG F1 Team -Hamilton P2; Bottas, P6-: Una supremacía como la de este equipo, solo se consigue con calidad, conocimiento y eficiencia. Todos sus integrantes hacen juego con los tres conceptos y revirtieron un proceso en el que habían cedido la superioridad técnica, debido a los cambios reglamentarios de esta temporada, para recobrar su perfil de imbatibles, en las últimas cuatro carreras. Después de dar una durísima batalla en todo el certamen, solo un milagro podría hacer que lo perdieran. Y eso ocurrió con el título más importante, el de pilotos, aunque sellaron con autoridad el de constructores.

Sus puntos altos del fin de semana, fueron:

- Revirtieron la tendencia en las prácticas, para darles a sus dos pilotos los autos más rápidos, camino a la clasificación. Eran muy veloces en el segundo sector, sobre todo.

- En la largada del Gran Premio, calibraron de forma perfecta el auto para que Hamilton partiera sin patinar y con muchísima potencia desde el lado menos limpio de la pista. Un movimiento con el que el inglés definió gran parte de lo que estaría en juego más tarde; pues, salir detrás de Verstappen y viajar en el aire turbulento habría condicionado la gestión del neumático, que pudo llevar a cabo con la maestría que le caracteriza.

- También fue un gran acierto anticipar la ventana de su parada en boxes, siguiendo a la de Verstappen, privilegiando la posición delante del holandés que les daba el campeonato y relativizando la importancia de dejar delante a Pérez. Como ellos confiaban, Lewis se deshizo de Pérez con alguna demora pero sin tomar ningún riesgo. Hasta allí, habían hecho un trabajo perfecto con el que, a un poco más de veinte vueltas del final, marchaban derecho a festejar dos campeonatos.

Sus puntos bajos del fin de semana, fueron:

- Perder la clasificación. No les comprometió nada, porque -finalmente- lo solucionaron apenas se apagaron las luces del domingo. Pero si lo pusieron en riesgo y Red Bull se las ganó con una maniobra que ellos mismos podrían preparado para el segundo 'stint' de Q3 de sus pilotos, haciendo que Bottas remolque a Hamilton para darle más velocidad en los 1.200 metros de la recta, como 'Checo' hizo con Max.

- En carrera, el equipo trabajo maravillosamente para poner a Hamilton al borde de su octavo campeonato mundial de Fórmula 1. Todo lo que estaba dentro de su control había sido manejado con eficacia y si no aparecía algún factor disruptivo, solo había que completar con el mismo ritmo que traían en la pista las vueltas finales para lograrlo. Pero el factor disruptivo, apareció, no solo una vez, dos veces. En la vuelta 36 con el VSC de Raikkonen. Cuando evitaron el riesgo de un 'undercut' -sobrepaso en boxes- y se quedaron en la pista; y en la vuelta 53, con la salida del AS, cuando no anticiparon que la única chance de Red Bull era detener a Max para ponerle gomas blandas y dejaron a Lewis en la pista preguntándose: "¿No deberíamos haber parado?" Ya era muy tarde. El milagro había ocurrido.

- Otro punto negativo de Mercedes, fue la manera en la que explícitamente su jefe 'Toto' Wolff presionó al director de carrera Michael Masi gritándole por radio, en vivo y en directo para todo el mundo: "No queremos un AS, lo único que no queremos es un AS". Y el AS no salió.

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-Post carrera, el siguiente punto bajo de la casa alemana, fue presentar dos reclamos insólitos, como el de que Verstappen hubiera superado a Hamilton con el AS -cosa que no ocurrió, nunca estuvo con el auto entero adelante-; o el de pedirle a FIA que invalide la vuelta 58 porque había dejado pasar solo a los cinco autos que había entre los dos primeros de la carrera -Hamilton y Verstappen- y no a todo el resto, lo cual, no tenía ninguna importancia para la carrera. No habla de deportividad ni respeta el acuerdo que solicitaron a los comisarios de tener como premisa "dejar correr" a los pilotos, que fue lo que los oficiales hicieron, al fin y al cabo.

Cadena 3 Motor, fuente y fotografías: formula1.com, motorsport, auto motor und sport, motorionline. Foto principal: Red Bull Pool Content.