Giles Villeneuve clasificando en Mónaco con la Ferrari
El pequeño canadiense -1,67 cms y 56 kilos- se hizo un lugar grande en la F1
Villeneuve y su inconfundible Ferrari, al límite siempre.
Debutó con un McLaren M23 en el GP de Inglaterra 1977
En su debut con el McLaren
Enzo Ferrari sentía un especial afecto por su gran piloto
En el '77 en Japón vuela con la Ferrari tras tocar al Tyrrell P34 de Peterson
También Reutemann forjó una gran amistad con Giles, fueron compañeros en Ferrari
La "Scuderia" lo recuerda como a uno de sus grandes gladiadores

Leyendas del automovilismo

Gilles Villeneuve no necesitó los números para ser un grande

08/05/2020 | 10:33 | La estadística del canadiense solo tiene 6 victorias, 2 poles y ningún título en algo más de 4 años completos de F1. Pero el coraje y su dominio de la máquina lo colocan en el "olimpo" de los grandes.

Un día como hoy, hace 38 años, una maniobra desafortunada -e increíble- de un piloto con gran experiencia nos dejaba sin uno de los mejores de los que dió la Fórmula 1 en su historia: el canadiense Gilles Villeneuve.

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Se clasificaba en Zolder para el Gran Premio de Bélgica de 1982. Era apenas la quinta ronda de un campeonato mundial del que ya se había bajado su gran amigo Carlos Alberto Reutemann -con su retiro en Brasil-, cuando el pequeño canadiense se encontró con marcha muy lenta en una curva de quinta velocidad a fondo (260 km/h) al alemán Jochen Mass en el March 821-Cosworth, que venía -primero- lento por dentro y -luego- fue abriéndose para tocarlo, provocando que la Ferrari 126 C2 vuele llevándose la vida de Giles.

Villeneuve corrió 67 grandes premios -Bélgica sería el 68- y tenía 6 victorias, 13 podios, 2 pole position y 8 récords de vuelta.

Pero no eran sus números los que más podía impresionar a nadie. Sino su coraje para ir al límite. El espectacular control del auto y la temeridad para llevarlo con el acelerador a fondo en cualquier curva, cualquier piso, cualquier condición climática o cualquier situación de carrera.

Un bravo como pocos. Se había hecho muy amigo de nuestro "Lole", porque su primer equipo -y único- estable de F1 fue la Scuderia Ferrari en 1977, cuando Nikki Lauda la abandonaba y el argentino quedaba como primer piloto.

Villeneuve era enjundioso pero humilde y leal. Aprovechó la sapiencia del argentino para fortalecer su aprendizaje.

Venía de la Formula Atlantic -una especie de F3 americana- donde había sido dos veces campeón con un March. James Hunt a instancias de Marlboro se lo había recomendado a McLaren y la escuadra de Ron Dennis le inscribió un M23 en la carrera de Silverstone de 1977 -fecha 11, GP de Inglaterra- con un contrato para cinco carreras más, ese año.

El ex campeón mundial de motos de nieve brilló. Venía 9° en su debut y terminó 11° por una falla del coche.

Ferrari ya le había echado el ojo y cuando McLaren lo supo, canceló el contrato de las cinco fechas. Villeneuve terminó -entonces- entrando a la F1 en reemplazo del "retirado" Lauda en las dos carreras finales de esa temporada.

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Dicen los cercanos que a "Don Enzo" el canadiense le recordaba a su hijo Dino y a Tazio Nuvolari. Por eso lo defendió a capa y espada cuando luego de protagonizar el espectacular toque con vuelo de la Ferrari en su segunda carrera, en Fuji -GP de Japón '77- fue atacado desde todos los costados. Una temeraria maniobra que además se llevó la vida de dos espectadores mal ubicados, cerca de la pista.

Sus hazañas más recordadas son su primera victoria, de local, el GP de Canadá de 1978; la victoria en Sudáfrica, la pole de Long Beach y la batalla con Arnoux en Dijon-Prenois, su marcha en tres ruedas en Zandvoort, la victoria en EE.UU. de 1979; la pole en San Marino, las victorias de Mónaco sobre el campeón Alan Jones y Jarama -en esta liderando un pelotón de 5 autos separados por solo 1"2 segundos en la bandera- y el podio con el alerón delantero tapando su visión en Canadá, en 1981.

Tras haber sido leal apoyando a Jody Schekter en su campeonato mundial del '79 y pasar los dos años siguientes sin una máquina para pelearlo, 1982 lo tomó intentando seriamente coronarse. La nueva Ferrari 126 C2 parecía ser el arma que estaba necesitando.

Tras un mal inicio de tres abandonos seguidos -Argentina, Brasil y Sudáfrica- tiene todo para ganar en Imola -GP de San Marino- pero su nuevo compañero Didier Pironi desoye las órdenes y lo supera en la última vuelta. Villeneuve lo toma como una traición y rompen relaciones.

Y en la siguiente carrera, cuando faltan 15' minutos para el cierre de la Clasificación y el francés le aventaja por 1/10, el canadiense persiste tozudamente en la pista intentando bajarle el tiempo, a pesar del pedido del cartel de su equipo que le llama al box. Villeneuve se queda en la pista para un último intento. Un último intento fatal, donde un grave descuido de Jochen Mass lo esperaba con el final de su destino a los 32 años de edad.

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En su homenaje, el circuito semi permanente de la isla de Notre Dame que hospeda al Gran Premio de Canadá se llama "Gilles Villeneuve".

Su hijo Jacques Villeneuve que solo tenía 11 años aquel día de Zolder, consiguió en 1997 el título de campeón del mundo que él buscaba cuando perdió la vida en el GP de Bélgica.

Cadena 3 Motor -fuentes wikipedia, soymotor-