En su templo callejero, la F1 le dice adiós a Niki Lauda

Diversos y sentidos homenajes a la memoria del austríaco triple campeón del mundo se llevan en los cascos de los pilotos, en las decoraciones de los autos o en los pits de los equipos. La "máquina fría" de la F1 demostró hoy en el inicio de la actividad del GP de Mónaco que guarda un resto de sentimiento para recordar al ídolo y la persona de una de sus más verdaderas leyendas.

Aparecieron por todas partes. Muestras de clase que recuerdan sentimentalmente al héroe que se ha marchado y que hasta no hace mucho caminaba los boxes y formaba parte del "circo" más grande y evolucionado del motor sobre la Tierra.

La Fórmula 1 sí tuvo un detalle para Niki Lauda. Uno de los más bonitos lo puso en su cabeza el alemán Sebastian Vettel, que pintó su casco con los colores y el nombre del austríaco para rendirle el merecido tributo en las calles de Mónaco, uno de los templos vivos de la máxima categoría de autos del mundo.

Pero también pueden verse en el Mercedes AMG-F1, sobre los imparables W-10 de Hamilton y Bottas, en el luto que luce todo el personal del team o en el pit donde la radio de Lauda y su gorra roja aún están ahí, aguardando que vuelva a por ellas.

El líder del team, Toto Wolff, se refirió con sentidas palabras a "la pérdida de un amigo" y de una las personalidades más importantes de la Fórmula 1. "Siento que hemos perdido al corazón y el alma de la F1", dijo emocionado ante la prensa.

Red Bull Racing, Toro Rosso, Haas, Williams y McLaren Racing donde fue campeón en 1984 también se anotaron para el recuerdo.

Y uno, especialmente bello, fue el de la "Scuderia Ferrari". En el Museo "Ferrari" en Maranello, donde todas las luces se apagaron para dejar solo encendidas las que iluminan la Ferrari F312t con la que Andreas Nikolaus Lauda fue campeón mundial por primera vez en la Fórmula 1.

Marcelo Cammisa -Cadena 3 Motor-