55 mil familias dependen laboralmente de la "industria" de las carreras de autos
Infografía generada por el área de prensa del Súper TC2000

Crisis por Coronavirus

De la máxima pasión, a la mínima supervivencia

15/05/2020 | 14:02 | El automovilismo -como toda la industria del entretenimiento- está detenido y un enorme número de empresas, trabajadores, instituciones y seguidores aguarda con ansias su reactivación.

"Nos estamos fundiendo", le dicen los dueños de los equipos de competición a nuestro colega Roberto Berasategui -Clarín y Auto Sport S.A.- que publicó esta semana un completo informe sobre lo agudo de la crisis que apremia al "mundo de los fierros" detenido en los boxes del COVID-19, que incluye esta dramática confesión.

Las carreras se han detenido, los talleres están cerrados, como las pistas. Algunos de los campeonatos ni siquiera comenzaron. La cuarentena comenzó a las 0 horas del 20 de marzo y, 56 días después, no existe ni el atisbo de una señal que permita avizorar la reapertura de la actividad de los deportes mecánicos.

Las consideraciones del informe publicado -que contienen muchos de los datos recabados desde AAV (Asociación Argentina de Volantes) para realizar una presentación a las autoridades nacionales- son muy parecidas a las desglosadas en la editorial de la ACTC -Asociación Corredores Turismo Carretera- del 6 de mayo: "40 mil familias que necesitamos trabajar" (actc.org.ar).

“Esta es una industria que no tiene chimeneas, que mueve muchas familias y que está totalmente parada”, dice Fernando Miori, el gerente general de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) en la misma nota. Y le asiste total razón.

El informe que se prepara para presentar al ministro de Deportes nacional, Matías Lammens, sube la cifra que dio el TC a un número cercano a las 55.000 familias que dependen de las PyMEs que viven del automovilismo, de sus equipos de competición o de sus carreras.

En su charla con Marcelo Ingaramo -C3M- del 29 de abril -en "Tiempo de Juego" por Cadena 3 Argentina- el presidente del Súper TC2000, Francisco Aldinio esbozó con claridad que la categoría tiene planeado un esquema de responsabilidad sanitaria muy importante y espera con ansias volver a competir: "Desde la categoría estamos trabajando para volver a las pistas no bien estén dadas las condiciones y cuando lo indiquen las autoridades provinciales, nacionales, de deportes y de sanidad. Creemos que podemos comenzar antes que el fútbol, ya que con el protocolo estricto que elaboramos podemos respetar las distancias sociales establecidas, donde reduciremos drásticamente la cantidad de personas por equipos y en todos los sectores del predio donde se pueda correr".

En tono similar se manifiesta el nuevo promotor del TopRace y del CARX, Alejandro Levy: “Claro que la gente está preocupada, porque no sabe cuándo volverá a trabajar."

“Trabajamos en grupos y nos reunimos vía conferencias virtuales, planteando los distintos escenarios que se nos pueden llegar a presentar. Analizamos y tratamos de optimizar al máximo cada una de las situaciones que nos tocará vivir", señala el líder del Rally Argentino, el cordobés Luis Minelli, en pos de que su categoría pueda "ayudar a la reactivación de todas las economías que involucran la realización de una competencia”.

El Automóvil Club Argentino, depositario del poder deportivo de la FIA (Federación Internacional del Automóvil), a través de su Comisión Deportiva Automovilística (CDA), les habría pedido a las 24 federaciones que la representan -desde Tierra del Fuego a Jujuy y desde "La Biela" hasta Plumerillos- un informe sobre la cantidad de clubes, categorías, deportistas licenciados, equipos y estimación de profesionales o empleados involucrados en la actividad automovilística que regentean.

Fuera del enorme número que representa económicamente un "producto bruto" mucho más alto que el que cita la nota -el informe de Clarín afirma que las principales categorías, solamente, mueven $ 4.700 millones de pesos anuales-, el impacto en términos de quebrantos empresarios, de pérdida de puestos de trabajo y del proactivo desarrollo que promueve la actividad por su especial característica tecnológica es más que gigante. Lo que está en juego es un capital enorme que la Argentina ha sabido proteger desde una pasión sin parangones y desde el instinto de superación con el cual fue fundada.

Con casi 14 mil deportistas federados y más de un auto de carrera para muchos de ellos, usted -apreciado lector- póngale desde la imaginación el número que estima a la cantidad de trabajadores que están sin trabajar, al monto de las inversiones que los sustentan que se perderán y a la dinámica comercial que los moviliza por toda la Nación pero, en especial, en nuestro más profundo interior y que se ha paralizado completamente.

Con estos números, que solo pueden superar potencias de verdad como EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, Francia o Italia, es nada menos que Juan María Traverso quien se atreve a afirmarle a nuestro colega Berasategui “la Argentina es un caso único en el mundo”.

El presidente de la AAV, lo tiene clarísimo: “El automovilismo en la Argentina es una industria fenomenal. Hay centenares de categorías en el país, con miles de pilotos. Esto no existe en ningún otro lugar del mundo. Por eso, más allá de la pasión que mueve a los que corren y a los amantes de los fierros que van a los autódromos o miran por TV, esto es una gran industria. La gente cree que son todos millonarios los que corren. Y no es así. Hay miles de trabajadores que se dedican al automovilismo”.

Los agentes involucrados en la actividad del motociclismo, en menor número, no son pocos y tampoco deben dejar de ser tenidos en cuenta.

Cadena 3 Motor, fuente: Clarín