Tras un rally dramático para ellos, Alonso y Monasterolo fueron campeones
El cordobés Alonso le explica a la TV europea cómo hizo para correr sin frenos
El Mitsubishi Evo X de Alonso-Monasterolo en el durísimo Rally de Chipre
Alonso: "Los europeos no entendían cómo seguíamos adelante"
Todas las tensiones y los nervios se aflojaron en el final, para celebrar el título

Argentinos por el mundo

Alonso: "Cuatro o cinco veces pensé que nos íbamos a matar"

01/10/2019 | 16:58 | Su consagración como Campeón Europeo FIA ERC2 con Pablo Monasterolo tuvo ribetes de drama y se lo contó a Marcelo Ingaramo. Para leer.

Juan Carlos Alonso estuvo hace un par de temporadas a punto de ser campeón mundial de Grupo N, pero no pudo ser. Y esta temporada, se puso a tiro del título de FIA ERC2 tras ganar en Azores, en Polonia y lograr el 2° puesto en República Checa. Su plan inicial era saltar la penúltima fecha en Chipre y correr la última en Hungría.

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Pero su mujer, Mabel, lo animó a hacer un esfuerzo extra e ir al Cyprus Rally a intentar definirlo antes. "El Perro" -así apodan sus amigos a Juan Carlos- consideraba el rally chipriota como muy duro y como difícil para sacarle algo a los locales, que son muy fuertes allí. Pero como las cuentas daban que con un 4° puesto podría consagrarse, cambió sus planes y se anotó en la partida.

Con seis anotados en su clase en la carrera, las posibilidades no eran menores. Pero en el automovilismo nunca hay que dar nada por descontado y las peripecias que el piloto cordobés le relata a Cadena 3 Motor, dejan en claro el esfuerzo que tuvo que hacer el fin de semana con Monasterolo para darle a Córdoba un valioso campeonato continental.

Ni anotar la hoja de ruta fue fácil para Alonso

"Arrancamos, haciendo la hoja, pinchamos tres veces gomas. Tuvimos que parar dos veces en gomerías para comprar cubiertas. Encima, lo difícil que es hacerse entender con los chipriotas que ninguno habla en inglés para que nos arreglen y nos armen las gomas. Lo que renegamos haciendo la hoja, fue increíble. Porque estaba realmente muy, muy dura la carrera. Nada que ver con la que hicimos el año pasado, que era una carrera franca, rápida. El año pasado nos mandaron a clasificar, clasificamos 15° y nos tocó abrir la ruta, al otro día. Bueno, este año, nada que ver. Esto fue diez veces peor que lo que era Grecia, como para que se den una idea."

Si iba a ser para sufrir, el shake-down fue un aviso

"La cuestión es que cuando fuimos a clasificar, hacemos la primer pasada, le ganamos a Pantelis por 2" segundos y después, a todos los otros, tranquilos, nomás. Ahí, nos dimos cuenta que no estaba Al Tefiri, porque no lo habíamos visto hacer la hoja. Así que, dijimos bueno, somos cinco. Vamos a ver a dónde quedamos parados con los otros, porque no sabíamos quién era Chilimindris y de Papageorgiu habíamos visto que era un poco grande de edad y dijimos "este debe ser el candidato nuestro"."

"Hacemos la segunda pasada, nos gana Pantelis a nosotros por dos y le hacemos muy buena diferencia a los demás. Incluido al ruso Feofanov, con el que nosotros compartimos el camión para que nos saliera más barato. Pensamos que iba a ser una oposición más fuerte, pero no fue el caso."

"Y en la tercera pasada, cuando nos tiramos -el plan era frenar un poco más adentro, de la mitad para adelante para no quedar enganchados entre los 15 y tener que abrir la ruta al otro día-. Y pasando ese gran salto que se vio en todas las fotografías, había un corte y el auto nuestro estaba bajo. Pegó ahí y se quebró la bomba de aceite. Se prendió la luz, llegamos hasta el final, nos quedaba el tiempo de la segunda pasada y lo paramos. De ahí, nos tuvimos que ir a reparar, por eso no pudimos hacer la clasificación."

"Por suerte, lo paramos justo y no pasó nada, de todas formas había que destapar y revisar que no hubiera metales en el cárter. Cortamos un poco de clavos, pero se verificó que todo estaba bien y nos quedamos tranquilos."

En la rampa previa, Alonso nota que su auto está muy bajo

"De ahí, nos fuimos a la largada simbólica de Larnaka. Allí, comenzamos a comparar el setting up de nuestro auto con respecto al de los locales. El nuestro parecía un "Gol de pista" al lado de los demás que parecían "buggys" del Dakar, por lo altos. Los empezamos a mirar más de cerca y medir ya metiéndoles las manos dentro de los pasarruedas. Y les empecé a mandar fotos a los lituanos de mi equipo que no entendían lo que les quería decír. Yo les decía claramente "el auto nuestro sigue estando bajo". A pesar de que ya lo habíamos levantado 1 centímetro."

"Cuando volvimos, el jefe del equipo me dice "yo no te lo puedo levantar más porque los semiejes van a colgar y se van a romper". Te podés imaginar lo que es discutir con alguien que no habla tu idioma. Hasta que al último, me "chiflé" y le dije "vos lo vas a levantar porque yo soy el que paga. Y vos no querés entender que yo prefiero romper un palier, porque yo arrastrándome llego, pero si le rompo de vuelta la bomba de aceite no voy a llegar". Renegamos y discutimos un poco, pero la cuestión es que lo levantamos 3 centímetros más -"el auto parecía una cabrita, más o menos"- pero quedó casi a la misma altura a la que estaban los otros. Porque antes de salir, yo lo puse al lado de otro, le saque una foto y lo medí con el teléfono. La cuestión es que lo levantamos y al otro día no tuvimos drama."

El Mitsubishi se queda sin frenos en el segundo bucle del sábado

"En el tramo del sábado, hacemos el tercer tiempo. Nos gana Chilimindris por 15". Estaba fiero el tramo, así que lo hicimos tranquilos. En el segundo tramo, le metimos 10" nosotros, quedamos cerquita. Y en el tercer tramo -que era uno de los que habíamos corrido el año pasado- le metemos 20". Pantelis, para nosotros, estaba en otra situación porque además de ir muy bien, está corriendo en su casa. Nosotros sabíamos que a él no lo teníamos que correr. Pero con los otros podíamos andar bien. Así que, nos metimos segundos, y nos fuimos a la asistencia."

"Después de la asistencia, cuando salimos, de vuelta en el tramo largo nos gana Chilimindris. Y en esa nueva pasada del tramo largo es donde empieza nuestro drama con los frenos. Eran 24 kilómetros en Lefkara, con un pedazo de asfalto en el medio. Imagínate lo que es venir con el auto alto, con temperatura de 35C, venís con las gomas como cuatro globos y te metés en un tramo de asfalto. Directamente, terrorífico. Como venir en un vidrio mojado. Pero veníamos bien y en el final del tramo ya veíamos la tierra de Chilimindris. Pero, en un momento, el pedal se fue a fondo. Y, por ahí, agarraba y por ahí no, así que pensé en una fuga de líquido. Pensé que se había pinchado un flexible. Pero no era eso. Cuando llegamos al final, cuando le pegaba una bombeada agarraba, pero no quería darle para no desperdiciar el líquido. Miro en la rueda trasera izquierda y estaba flojo el purgador. No sé. No creo que haya sido una falla en el equipo, pienso que son cosas que pasan en una carrera dura como esta."

"Tenía toda la goma manchada con líquido. La cuestión es que paramos ahí, lo pudimos cerrar -más o menos, porque necesitábamos una "11"- con una llave "10" y nos teníamos que ir primero a un refuelling y de ahí a un reagrupamiento para el último Súper Especial del día sábado."

"Cuando estábamos cargando, "Pupín" se acordó que en la camionetita del equipo había una llave "11". Así que, les enviamos unos mensajes para que nos tire la llavecita en algún lugar y nos dejó una botella de Coca, porque no teníamos líquido de freno para agregarle. ¿Que le podemos echar? Le metamos Coca, dijimos, le metamos algo como para que haga expansión ahí adentro. Le metimos la Coca como para que agarrara y me parece que hicimos una macana, porque no agarraba. Así que no se nos ocurrió mejor idea que echarle agua y como agua no teníamos, le echamos... Con eso más o menos agarró algo de freno, llegamos hasta el reagrupamiento, hicimos el superprime -bien despacio- y terminamos el día terceros."

"Con todos estos problemas, lo mismo le hacíamos mucha diferencia a Feofanov, así que estábamos terceros cómodos. Estábamos tranquilos porque -supuestamente- ya en la asistencia iban a solucionarnos el problema. Le purgaron todo el líquido y lo volvieron a armar. Y me decían "ahora no tenés que tener dramas". "Listo", decía yo."

Un domingo infernal, sin frenos, todo mal pero decididos a llegar

"El domingo, salimos. Nos vamos a largar el primer tramo, teníamos que hacer un tramo de 21 kms., otro de 20 kms. y otro de 11 kms., dos vueltas. Con una asistencia de 25' minutos en el medio."

"Largamos y a los 4 kms. de vuelta el pedal abajo. En el tramo de 20 kms., nos paramos. No se si hicimos bien pero es lo que nos salió en ese momento, lo purgamos nosotros de vuelta. Le volvió a salir aceite. Yo no sé si el equipo lo purgó completo o solamente la rueda, no sé que pasó. Pero lo que renegamos fue impresionante. Hacé de cuenta que estás en un tramo como La Cumbre-Agua de Oro, todo con retomes hacia arriba y hacia abajo, que parece que vas a tener que poner marcha atrás, con el camino angosto, con precipicios de sesenta metros al costado. Sin frenos. Un espanto."

"Cuando salimos de ahí, agarró un poquito de pedal y nos fuimos, pero era totalmente suicida. Así que le puse la segunda y me fui hasta abajo mirando para atrás a ver si otro me alcanzaba. Me alcanzó uno, me alcanzó otro. La cuestión es que llegamos, pudimos seguir para el otro tramo. Le volvemos a echar "agua". Lo volvemos a purgar un poco, atrás, cuando llegamos al final del tramo y quisimos purgar adelante, fuimos a sacar el gato y se había cortado el crique que sostiene las dos ruedas de auxilio. Entonces, una de las ruedas de auxilio -escucha bien lo que te voy a decir- pegó en la mariposa que ajusta el gato. Al pegarle, el gato perdió el aceite. Conclusión: el gato no funcionaba, así que no teníamos cómo levantar el auto."

"Juro que pensé que nos habían hecho no una maldición, una macumba y que teníamos el universo en contra. Porque era una locura que estuviera pasando una cosa así. Imaginate, las gomas sueltas, el gato estropeado, sin tener líquido de freno porque las gomas lo rompieron y se perdió todo. Pensé que me iba a morir."

"Fuimos a hacer el otro tramo de 20 kms., y lo tuve que hacer todo en primera y segunda. Y cuatro o cinco veces pensamos que nos íbamos a matar, porque cuatro o cinco veces yo pensé que nos caíamos abajo."

"Llegamos hasta abajo -que es la foto donde nos están esperando los periodistas- y no pude frenar. Lo tuve que tirar contra un banco, quedamos en tres ruedas, casi lo tumbo al auto, pero no había otra forma de frenarlo porque ya nos pasábamos de la pancarta."

"Cuando llegamos al final del tramo de 11 kms., yo pensé que allí ya estábamos arruinados del todo. Porque la tensión que teníamos nosotros ya era insoportable. Casi llorábamos."

"De allí, para ir a la asistencia teníamos que hacer 50 kms., todos en bajada y sin frenos. Así que empezamos a purgar. Lo que pudiéramos purgar. Pupín purgando y yo dándole al pedal, despacito sentía el aire que se había juntado dentro de la cañería. Yo no sé si el error fue nuestro o fue del equipo, pero era una cosa de locos y de vuelta nos quedábamos sin líquido. Así que, otra vez, hicimos pis y le echamos. La cuestión es que salimos y llegamos penalizando 6' minutos a la asistencia, pero llegamos."

El desenlace, un final que premia un increíble esfuerzo

"Teníamos a todo el mundo alrededor preguntándonos que era lo que nos pasaba y cómo habíamos hecho. Ellos, lo que no entienden es cómo nosotros seguíamos. Nosotros sabíamos que si salíamos cuartos, ya estábamos. Y para Papageorgiu la carrera había sido tan dura que no había sacado el auto del parque cerrado. Entonces, ya eramos 4° y lo único que teníamos que hacer era terminar. Y estábamos los dos determinados a terminar así lo tuviéramos que alzar con las manos al auto. Lo que pasa, es que es difícil que un equipo que habla otro idioma y sin la misma idiosincrasia lo entienda. Ellos tienen un problema, se paran a un costado, dicen "que mala suerte, para la próxima vez, vamos a ver qué hacemos". A eso, están acostumbrados y no nos entendían."

"Pero la cuestión es que llegamos a la asistencia, lo limpiaron todo el líquido, le cambiaron todas las mordazas de freno. Pero no pudimos cambiar la bomba y para mí, el problema era la bomba."

"Salimos con freno. Vamos a dar la última vuelta y, esta vez, a los 6 kms. me quedo otra vez sin freno. "Cortala, ya", pensé para mí. Y con Pupín dijimos, vayámonos despacito. Y eso es lo que hicimos. Hicimos todo ese tramo despacito, todo el otro tramo despacito, porque "alguito" de pedal tenía, y no nos íbamos a jugar a volverlo a purgar, volver a quedarnos sin líquido, volver a echar pis. Más o menos, frenaba. Y como ya estábamos lejísimo de todos, no nos importaba nada. Le clavé la baliza y me vine hasta el final."

"Ahora, cuando llegamos al último, yo no te puedo explicar lo que lloramos los dos de la emoción y de los nervios. Yo, si no me he muerto este fin de semana, no me voy a morir más. Voy a vivir 160 mil años, los voy a enterrar a todos. Porque la tensión y los nervios que pasamos, no te das una idea."

"Yo, todavía, no puedo caer de lo que hemos logrado. Esto es histórico. Pilotos de rally de este país con títulos internacionales somos Pozzo y yo. Y nadie más. ¿Te das cuenta lo que significa eso para mí? ¿Vos que me conocés de cuántos años? La gente del FIA ERC está feliz con nosotros. El promotor nos dijo que nunca había visto una tripulación con tanto compromiso como nosotros, "nos sacamos el sombrero"."

"No es menor que le hayamos ganado un campeonato a una empresa como Abarth que es Fiat. Han ido con autos oficiales premiando con 30 mil euros al que salía campeón, 15 mil euros al ganador de cada fecha, una apuesta fuerte con una infraestructura y logística de apoyo enorme. Y nosotros, con nuestro "cachivache", con muchísima voluntad y sentimiento le hemos ganado el campeonato de Europa."

"Así que, muy contento y creo que recién en unos días vamos a caer en lo que va a significar esto para nosotros y para la historia de nuestro rally. Tendría que ser para que todos vean que lo mejor que puede pasar es ir a medirse afuera. No hay que tenerles miedo. Nadie es astronauta. Hay que hacer el trabajo como tiene que ser. Bien, pensándolo, sabiendo a dónde tenés que ir, a dónde tenés que acelerar, a dónde hay que cortar y a dónde tenés que perdonarle. Estamos muy contentos, el domingo fue un día muy emotivo porque hemos recibido mensajes de la familia que te podés imaginar que nos quebraron."

"Mi mujer fue una sabia cuando me dijo "andá a esta carrera y definilo ahí". El 11 de noviembre tengo que ir a la entrega de premios en Budapest a recibir mi título de Campeón Europeo FIA... ¡casi nada, chango!"

Cadena 3 Motor, exclusivo.