23 de agosto de 1969
23/08/2020 | 11:58 | Un día como hoy, el equipo bajo la dirección general de Juan Manuel Fangio y con Oreste Berta al frente del área técnica, hacía conocer al mundo el Torino y el talento de los pilotos argentinos.
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Las 84 Horas de Nürburgring de hace 51 años quedaron para siempre en la historia de las más grandes proezas de los deportes mecánicos del país, un hecho que mantuvo expectante a toda la Argentina por casi cuatro días, para saber de la marcha de su equipo nacional.
Juan Manuel Fangio, por entonces integrante del directorio de IKA-Renault, Oreste Berta, desarrollista y constructor integral de motores y automóviles de competición vinculado a la marca, y Carlos Lobbosco, del área de relaciones públicas de la compañía, instalaron la idea de hacer competir al Torino en una de las contiendas mas exigentes del mundo, armando por primera vez en el país una selección nacional de pilotos.
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"El Torino será la camiseta de la selección, y los pilotos serán los representantes de cada marca que está compitiendo en el país", se escuchó decir en los inicios de 1969, cuando se comenzó a trabajar en la idea, algo de lo cual no estaba absolutamente convencida IKA-Renault, en virtud de que el auto había nacido cuando la empresa era de los americanos, y en ese entonces ya habían ingresados sus socios franceses.
¿Quién le podía decir que no a Fangio?
El quíntuple campeón del mundo de Fórmula 1, junto a Berta y Lobbosco, trabajaron sigilosamente, convenciendo a IKA-Renault de que alistaran tres Torinos en la División Experimental de la Planta de Santa Isabel en Córdoba, en la cuna de la industria metalmecánica del país y a cargo del Ingeniero Durward Leeper.
La logística y el presupuesto para ir por la hazaña lo aportaron el Banco Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, Bardahl, Bendix, la Corporación Argentina de Productores de Carne (CAP), Carlos Pedro Blaquier, los diarios Clarín, La Nación y La Razón, Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA), Fric Rot Gabriel, Hoesch Argentina, Ika-Renault, Revista El Gráfico, Bosch Argentina, Secretaría General de la Presidencia de la Nación, Suixtil, Transax,Wobron y Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), un presupuesto cercano a los 500.000 dólares de la época.
Al gran Juan Manuel Fangio se lo escuchó decir en la presentación del proyecto: "El auto solo lucirá la bandera nacional y la inscripción 'Industria Argentina'".
Fueron designados como pilotos Luis Di Palma, Carmelo Galbato y Oscar 'Cacho' Fangio para manejar la Cupé Torino Nº1 (Trompa roja), Gastón Perkins, Jorge Cupeiro y Rodriguez Canedo en la Nº2 (Trompa amarilla) y Eduardo Copello, Oscar Mauricio Franco y Eduardo Rodriguez Larreta/Larry, en la Nº3 (Trompa Blanca), quedando como piloto suplente Néstor Jesús García Veiga. Los autos que viajaron, compitieron con patentes amarillas "Ciudad de Córdoba" Nº172.027/172.028 y 172.029
La mano de obra para alcanzar el éxito recayó en una selección de técnicos-mecánicos supervisada por el propio Oreste Berta, alistándose para el viaje: Angel Andreu, Henzo Comari, Gelmino Giacone, Alberto Cordero, Adolfo Battelli, Arturo Casarín, Pepe Diez, Fernando Huertas, Pablo Macagno, Pedro Saenz, Juan Carlos Zurita y Raúl Zagaglia, además de un médico, el doctor Lino de Las Heras.
Arribados a Alemania, todos hablaban con respeto del "Equipo de Fangio", otros los llamaban "Los toros de las pampas", mientras que un sector del periodismo europeo le restó importancia a esos "Elefantes blancos" que son muy pesados para la contienda.
Con Carmelo Galbato (piloto oficial Ford) al volante del Torino Nº1, Jorge Cupeiro (piloto oficial Chevrolet) en el Nº2 y Larry (piloto oficial Ika-Renault) con la Nº3, estaban en primera fila a la 1 de la mañana de Alemania del 20 de agosto de 1969, cuando se dio la orden de partida para desandar 84 horas de carrera, y allí propios y extraños comenzaron a vislumbrar la gran performance del Torino 380w y el talento de los pilotos argentinos sobre el 'infierno verde', el mítico circuito de Nürburgring, que por esos años era el banco de pruebas más exigentes para las marcas que querían imponer sus productos a partir de la competición más extrema.
En pocas horas los "Torino de Fangio" dominaban la situación, desparramando una potencia de 250 HP a un régimen de 5.200 RPM, para hacer ver al mundo que la industria argentina estaba en la avanzada y se ponía cara a cara con Porsche, Ford, Mazda, Alfa Romeo y todos los que quisieran seguirle el ritmo.
Quiso la historia que por cuestiones lógicas de carrera, fuera el querido 'Luisito' Di Palma quien se quedara a ciegas por la noche ante un problema eléctrico que lo dejó sin luces para despistar y abandonar con el Torino Nº1 (Trompa roja) arribando a pié y casco en manos a boxes estallado en llanto.
Por su parte, el clima le jugó una mala pasada a Jorge Cupeiro manejando la Cupe Nº2 (Trompa amarilla), cuando la lluvia arreciaba y un charco le hizo "perder el auto", quedando detenido en una cuneta sin chances de salir.
La historia finalmente la terminó de escribir el Torino Nº3, el que estaba al frente, pero que fue denunciado por superar los decibeles de ruido de sus escapes que se habían gastado. Lo obligaron a detenerse, reparar en tiempo récord y ser finalmente Oscar Mauricio 'Cacho' Franco, el oriundo de Azul, quién tuvo que llevarlo hasta la meta. El Torino había ganado su categoría y fue el auto que más vueltas giró en las 84 Horas, por más que la fría clasificación general lo terminó ubicando en posición 4ª.
Así se relataba para todo el país a partir de una cadena nacional desde Radio El Mundo, con salidas de cinco minutos cada media hora desde Nürburgring:
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El Torino fabricado en Córdoba y la "misión argentina" de pilotos encabezada por el propio Fangio y el 'Mago' Oreste Berta, concretó la hazaña hace 51 años. Como se dijo entonces, un 23 de agosto de 1969: "Misión argentina, misión cumplida".
Cadena 3 Motor