Qué es la hiperindependencia y por qué no siempre es una señal de fortaleza

La hiperindependencia es un concepto que genera confusión y muchas veces se asocia erróneamente a la fortaleza. Sin embargo, especialistas advierten sobre sus efectos nocivos en la salud mental. Se origina como resultado de un daño emocional profundo, frecuentemente derivado del abandono, la traición o la pérdida de confianza. 

Aquellas personas que manifiestan este rasgo suelen rechazar cualquier tipo de ayuda que se les ofrezca, eligen caminos de vida en solitario y, en general, evitan responsabilidades y compromisos relacionales, prefiriendo la soledad a cualquier forma de compañía.

Alcanzar la independencia en la toma de decisiones, acciones, pensamientos y comportamientos contribuye al desarrollo de la autoconfianza, el liderazgo interior y un estilo de vida que depende únicamente de uno mismo. 

Por lo general, esta independencia no está necesariamente vinculada a la idea de que los demás representen una amenaza a la que debamos protegernos.

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No obstante, quienes son hiperindependientes a menudo pierden la oportunidad de establecer relaciones enriquecedoras, ya que no saben cómo pedir ayuda y creen que siempre podrán resolver sus problemas por sí mismos, llegando incluso a pensar que nunca necesitan nada de los demás.

La psicóloga clínica Eunice Terpin Amado explicó a Cadena 3 que la hiperindependencia, el ser uno extremadamente autosuficiente, no siempre es una señal de fortaleza, sino que puede esconder un trauma. Esta condición se relaciona con un estilo de apego evitativo, resultado de vivencias traumáticas en la infancia.

Según Terpin Amado, las personas con este patrón tienden a no depender de otros, aprendiendo a autoabastecerse y a no esperar que sus necesidades sean satisfechas. Esto genera un miedo a la vulnerabilidad y a ser abandonados.

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La especialista señaló que "son personas muy efectivas y autosuficientes, que suelen rechazar las ayudas de los demás". Sin embargo, este comportamiento no es fácil de modificar, ya que el beneficio secundario es la sensación de seguridad que brinda no depender de otros.

Los efectos de la hiperindependencia se manifiestan en trastornos del sueño, trastornos de la alimentación, somatizaciones y problemas emocionales como sentimientos de vacío y aislamiento.

El camino para superar la hiperindependencia requiere un esfuerzo consciente y un deseo de trabajar sobre este patrón, que puede perturbar el bienestar integral de la persona.

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Informe de Verónica Maslup.