"Madres de": el libro que revela el origen humano de grandes figuras argentinas

¿Qué hay detrás de una vida extraordinaria? ¿Cuál es la historia íntima que no se ve cuando admiramos a grandes deportistas, artistas, empresarios o referentes públicos? El libro Madres de, de Emilia Frigerio y Violeta Santamarina (Editorial Catarsis), se atreve a entrar a ese territorio silencioso donde nacen los sueños: la crianza. Allí donde las protagonistas no son las celebridades, sino sus madres.

En sus páginas aparecen testimonios inéditos de las mamás de Manu Ginóbili, Alexis Mac Allister, Diego "Peque" Schwartzman, Luciana Aymar, Marcos Galperín, Chano Charpentier, Paloma Herrera, Pierpaolo Barbieri, Ale Sergi, Juliana Gattas, Esteban Bullrich, Teresa y Armando Bo, entre otros nombres de enorme trayectoria. También está la historia de la mamá del Dibu Martínez, “una de las más emocionantes del libro”, según admiten sus autoras.

“La idea surgió del deseo de conocer cómo habían sido las infancias de estas personas que llegaron tan lejos. ¿Qué pasó en esas casas? ¿Qué valores había? ¿Qué hicieron estas mujeres para acompañarlos?”, explica Violeta Santamarina, una de las autoras. Y agrega: “Queríamos entender qué decisiones familiares, qué gestos simples y cotidianos moldearon a estos chicos que hoy admiramos”.

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El origen del proyecto

Por su parte, Emilia Frigerio cuenta que la propuesta sorprendió a muchas de las entrevistadas: “Las mamás se sintieron muy honradas, porque no es habitual que alguien pregunte por ellas. Siempre las entrevistas giran en torno a sus hijos famosos, pero nadie indaga qué hubo antes, quién estuvo ahí acompañando en silencio”.

Desde el inicio, el proyecto tomó un tono íntimo y cuidado: “Fue un trabajo muy amoroso, desde el primer día. Cada entrevista se vivió con emoción, con confianza. Había ganas de contar lo vivido, sin golpes bajos ni exageraciones”, señala Frigerio.

El hilo común: una mirada atenta

¿Cuál fue el denominador común entre estas madres? Ni métodos perfectos ni mandatos estrictos: atención y amor. “Parece obvio decirlo, pero lo que encontramos fue muchísimo amor. Amor en serio: activo, sostenido, con presencia”, resume Santamarina.

“Y sobre todo, una mirada profunda sobre cada hijo. Estas madres detectaron muy temprano la vocación que traían sus hijos. Se dieron cuenta de que algunos necesitaban caminos distintos. No todos al mismo colegio, no todos el mismo deporte. Supieron acompañar lo único de cada uno”, comenta.

Emilia suma otro elemento clave: “Son mujeres con vocación propia. No están en un lugar sumiso ni de sacrificio absoluto. Tenían trabajos, proyectos, pasión por lo que hacían. Sus hijos crecieron viéndolas con deseos propios, y ese ejemplo es muy poderoso”.

La historia que las conmovió: Paloma Herrera

Uno de los capítulos más sensibles es el de la bailarina Paloma Herrera, cuya madre, Marisa, hoy atraviesa una enfermedad que afecta su memoria. Por eso, es la única historia contada por una hija y no por una madre.

“Fue una excepción amorosa”, explica Frigerio. “Una amiga nos convenció de que esa historia tenía que estar, aunque Marisa ya no pudiera contarla. Y tenía razón: es un homenaje hermoso”, argumentó. Sobre esta entrevista, Santamarina recordó un momento inolvidable del relato de Paloma: “Ella nos dijo: ‘Nunca tuve miedo de irme sola a Nueva York porque sentía que, si me tiraba del edificio más alto, mi mamá me iba a estar esperando abajo para abrazarme’. Ese nivel de confianza y sostén cambia una vida”.

La relación entre Paloma y su madre se construyó desde el compromiso y la entrega: “Marisa era profesora de literatura, pero aprendió a bordar canutillos y hacer vestuario para acompañar a su hija. Ese es el grado de amor que atraviesa este libro”, dicen las autoras.

Hermanos, sacrificios y familia real

Otra de las preguntas que se repite a lo largo del libro es: ¿cómo criar a los hermanos de alguien extraordinario sin descuidarlos? “Fue un eje muy presente. Todas hablaron de sostener un núcleo familiar equilibrado, sin favoritismos, respetando los tiempos y vocaciones de cada hijo”, explica Frigerio.

El libro también retrata la trastienda emocional de historias que hoy vemos consagradas: entrenamientos lejos de casa, derrotas antes del éxito, familias que hipotecaron casas para lograr un sueño, padres que trabajaron doble turno. Siempre, una madre presente.

Un manual de humanidad

Santamarina resume el sentido profundo del proyecto: “No es un libro sobre famosos. Es un libro sobre amor, sobre acompañar, sobre confiar en el otro. Sobre la educación de los vínculos”.

A lo que Frigerio concluye: “No escribimos sobre éxito. Escribimos sobre raíces”.

Entrevista de Buen Día Argentina