¿Las vacaciones pueden causar conflictos en una pareja? Qué dice la psicología

Las vacaciones, ese esperado receso que asociamos con descanso y disfrute, pueden convertirse en un escenario inesperado donde conflictos latentes en las parejas salen a la luz. Así lo explicó la licenciada en Psicología Anabella Serventi (M.N. 76.890) al analizar por qué muchas parejas regresan de sus vacaciones enfrentadas o incluso separadas.

"Efectivamente, las vacaciones pueden disparar conflictos. Son un paréntesis en la rutina, una pausa en la coreografía de lo cotidiano. Cuando se detiene ese vértigo diario, todo lo que estaba escondido 'bajo la alfombra' emerge", señaló Serventi en diálogo con Cadena 3.

Según la especialista, en la vorágine de la vida cotidiana, las personas tienden a postergar o evitar conversaciones incómodas, ya sea por miedo a discusiones sin resolución o porque sienten que deben ceder en sus posturas. 

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Sin embargo, durante el receso, "ese montoncito que quedó bajo la alfombra" sale a la superficie y sorprende. La psicóloga destacó que este momento de pausa puede ser una oportunidad para enfrentar esas cuestiones pendientes, pero también advirtió sobre las intenciones detrás de abrir ciertos diálogos. "Es importante distinguir si hay una 'agenda oculta', es decir, si alguien saca el tema porque ya tomó una decisión y busca catalizar una ruptura, o si realmente hay un deseo de resolver el conflicto", explicó. 

En este sentido, las vacaciones pueden ser un buen momento para considerar iniciar una terapia, ya que el tiempo libre permite dedicarse a reflexionar y trabajar en los problemas. Serventi también diferenció entre un problema y una crisis. "Un problema o conflicto muchas veces lleva en su planteo la clave para resolverlo. En cambio, una crisis es un punto crítico donde sentís que no tenés recursos para afrontarlo, que llegaste a un límite y necesitás una perspectiva externa para ampliar tus herramientas", afirmó. 

La especialista recomendó aprovechar el receso para dialogar con sinceridad, pero siempre evaluando las intenciones y la disposición de ambos para buscar soluciones. "Si no estamos cómodos hablando de temas difíciles en la vida cotidiana, esos silencios se acumulan. Las vacaciones, al relajarnos, nos enfrentan a lo que evitamos", concluyó.

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Informe de Verónica Maslup.