El despliegue militar de EE. UU. en el Caribe y su impacto en Venezuela

El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe volvió al centro de la escena internacional, tras nuevas declaraciones de Donald Trump y movimientos aéreos que reavivaron las especulaciones sobre una posible intervención en Venezuela. En diálogo con Cadena 3, el analista geopolítico y militar Guillermo Laferriere advirtió que, aunque la estrategia tiene un fuerte componente de presión y negociación, también existen señales concretas que no pueden ser ignoradas.

Según explicó Laferriere, en las últimas horas Estados Unidos desplegó aviones de guerra electrónica sobre Puerto Rico, un paso clave en cualquier operación militar moderna. “La guerra electrónica escucha, bloquea y protege comunicaciones. Es una barrera invisible que deja ciego al sistema de radares del adversario y habilita un eventual ataque aéreo”, señaló. Para el especialista, este tipo de movimientos no son improvisados y explican por qué crecieron las versiones sobre vuelos no identificados sobre territorio venezolano, aun cuando plataformas como Flightradar relativizaron la información por las interferencias en los sistemas de detección.

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Trump, sostuvo Laferriere, juega con una ventana de tiempo limitada. La demostración de fuerza busca frenar el narcotráfico, pero también presionar al régimen de Nicolás Maduro. Sin embargo, el analista fue claro: el problema no es militar. “Estados Unidos puede derrotar fácilmente a las fuerzas chavistas. El verdadero desafío es el día después”, advirtió. En ese escenario aparece el riesgo de miles de civiles armados por el propio régimen, un factor que podría derivar en caos, bandas armadas y disputas territoriales. “No imagino a tropas estadounidenses ocupando Venezuela para desarmar a esa gente”, remarcó.

En ese contexto, Laferriere destacó la figura de María Corina Machado y su salida del país, interpretada como un mensaje político de alto impacto. Para el analista, su presencia en el exterior no solo la protege, sino que podría convertirse en un ancla de legitimidad en caso de un colapso del régimen y facilitar un quiebre dentro de las Fuerzas Armadas venezolanas.

Consultado sobre el efecto regional, Laferriere consideró que una eventual caída del chavismo sería un golpe para las autocracias latinoamericanas y afectaría directamente a Cuba, hoy fuertemente dependiente del petróleo venezolano. No obstante, aclaró que la situación cubana responde a otra lógica geopolítica, heredera de los acuerdos posteriores a la crisis de los misiles de 1962.

Finalmente, el analista enmarcó la crisis venezolana en un tablero global más amplio. “Esto no es solo Venezuela. Está en juego la credibilidad de Estados Unidos como potencia en su propia región. Si fracasa acá, su liderazgo frente a China en Asia-Pacífico queda seriamente dañado”, afirmó. En esa misma línea, vinculó la presión sobre Caracas con las negociaciones por el final de la guerra en Ucrania y el intento de Washington de aislar a Rusia de una alianza estratégica con China.

Para Laferriere, el mensaje es claro: Venezuela es hoy una pieza clave de una “guerra fría 2.0” donde cada movimiento, militar o diplomático, tiene consecuencias que exceden largamente a América Latina.

Entrevista de Buen Día Argentina