Habló Tevez, perdió Boca
Tevez Boca

Fuera del tarro

Habló Tevez, perdió Boca

29/01/2019 | 14:11 |

El defensor dijo que si el técnico lo decide está "preparado" para jugar el próximo domingo frente a Godoy Cruz.

Diego Borinsky

Los ídolos suelen tener un ego desmesurado. Son muy pocas las excepciones. Y cuando se encuentran dos de la dimensión de Carlos Tevez y Guillermos Barros Schelotto en el mismo sitio y lugar, la convivencia por lo general no termina del mejor modo.

Tevez volvió a Boca a mediados de 2015, con 31 años, en un pico muy alto de su carrera, un mes después de disputar la final de la Champions League con la Juventus, rechazando ofertas de clubes poderosos de Europa y resignando muchísimo dinero. La Bombonera reventó de público sólo para saludarlo. A los seis meses ya había dado dos vueltas olímpicas: una por el campeonato local y otra por la Copa Argentina, con Arruabarrena de entrenador y una influencia destacada en el funcionamiento y en la producción goleadora del equipo.

En febrero de 2016 renunció el Vasco y asumió Guillermo Barros Schelotto. Mantuvieron una relación cordial, sin apremios ni desplantes. Con la eliminación en semifinales de la Libertadores ante Independiente del Valle, Tevez se tomó una mini licencia y se fue a jugar al golf a Punta del Este. No es la conducta adecuada de un líder, por más que luego haya argumentado que necesitaba esos días para meditar si largaba el fútbol o no. En las difíciles es cuando el líder positivo da la cara y tira del grupo hacia adelante. Es cuando más se lo necesita. Y Tevez se borró.

A pesar del golpazo, y de la limpieza que siguió a esa inesperada eliminación (Orión y el Cata Díaz pagaron los platos rotos y se tuvieron que ir del club), Boca se rearmó jugando un fútbol de buen nivel, quizás el mejor en la era Guillermo. Con Centurión gambeteando y Benedetto mandando a la red todas las que le llegaban, más la jerarquía de Tevez y el desequilibrio imparable de Pavón, Boca fue recuperando terreno, pasó a ocupar la cima de la tabla tras un recordado 4-2 a River en el Monumental y terminó el 2016 como indiscutible puntero tras golear 4-1 a Colón. En tres fechas consecutivas, además, se había impuesto a San Lorenzo, Racing y River.

Todo estaba en armonía nuevamente, el equipo jugaba bien, pero siempre ocurre algo. En este caso: una oferta suculenta de China, de 40 millones de dólares por año. Y además, al no haber sumado suficientes puntos en el torneo corto de principios de año y haber sido eliminado en Copa Argentina, Boca no iba a disputar la Libertadores 2017. “Yo no puedo ir a China, ganar 40 palos en un año y volver cuando Boca esté clasificado para la siguiente Copa”, admitió Tevez en nota radial con su amigo Alejandro Fantino el 12/12/16, un día después del 4-2 a River y en plena algarabía por los festejos del día del hincha de Boca. “Lo esperamos en enero”, había manifestado Guillermo el día anterior. Pero Tevez se fue a hacer justamente lo que dijo que no podía hacer.

En China, el entusiasmo a Carlitos no le duró ni un mes. No podía irse antes de fin de año, claro, si quería embolsar los 40 millones. Jugó poco y mal y no logró destacarse en una liga muy menor como la china. Como tiene una amistad fuerte con Daniel Angelici, arregló su regreso sin que el entrenador lo pidiera. Al haberle fallado al DT y a sus compañeros, el compromiso asumido con el presidente fue: “No pido la cinta, no protesto si no juego, no pido la 10, hago lo que me ordenen”. 

Guillermo se tuvo que tragar el sapo, porque el que manda en el club es el presidente, pero le dio muy pocos minutos en cancha, con absoluta lógica: el nivel de Tevez en su regreso fue muy pobre. Sin pique, sin chispa, con casi nula posibilidad de sacarse a un rival de encima, y en un contexto con muchísimas variantes en ofensiva, entró a cuentagotas, muchas otras veces ni se movió del banco y hasta llegó a no ser convocado, como aquella vez en la que se lo vio tomando mate con sus compañeros en las tribunas del estadio de Huracán.

Ayer, en TyCSports, con Guillermo dándole indicaciones a Zlatan Ibrahimovic en Los Angeles Galaxy de la MLS, Tevez salió a hablar. Como está volcado en esta web afirmó que de seguir Guillermo como DT él se hubiera ido del club. También manifestó que le faltaron el respeto muchas veces. Y que la llegada de Mauro Zárate la vio como una señal evidente de que no iba a jugar nada. Las faltas de respeto a las que se refiere Tevez son hacerlo jugar bien de 9 cuando él no se siente cómodo como hombre de punta, como lo expresó públicamente en varias ocasiones, o hacerlo ingresar en el minuto 88 del partido que Boca le ganaba 2-0 a Libertad de Paraguay en la Bombonera por la ida de octavos de final, ya con Mauro Zárate en el equipo. Eso ya fue una mojada de oreja de Guillermo.

Ahora bien: habló Tevez, todos los portales, diarios, radios y canales de TV recogieron sus declaraciones como noticia principal y todos, también, sumaron columnas de opinión (Cadena3.com no es la excepción) y revolvieron en los antecedentes que provocaron la disputa. Sacaron a relucir internas de vestuario que al hincha de Boca, por supuesto, le generan un malestar inocultable. Ya están muchísimos periodistas al acecho de Guillermo que, por ahora, hizo saber que no va a hablar. Por ahora.

En un ciclo que recién comienza, el de Gustavo Alfaro, en el que Boca quiere cuanto antes enterrar el pasado reciente para afrontar el futuro con otro semblante, Carlos Tevez vuelve a poner a Boca en el centro mediático. Y no por razones agradables, precisamente. ¿Qué gana con decir lo que dijo? ¿Se saca una espina? ¿Por qué le pega a un hombre que está a miles de kilómetros de distancia y que eligió el silencio para traer algo de paz al club?

El que pierde, otra vez, es Boca. ¡Qué raro que Tevez no lo haya pensado antes!